sábado, 30 de noviembre de 2013

Crisis en Ferrol




Viaje de ida y vuelta a Madrid con las manos vacías. Los cerca de 200 cargos públicos del PP de las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal no han arrancado compromiso alguno de la dirección de Navantia para garantizar el futuro de los astilleros de la ría de Ferrol.

Nicolás Maquiavelo, en “El Príncipe” (XVIII, 466), dejó escrito: “Los hombres son tan ingenuos, y responden tanto a la necesidad del momento, que quien engaña siempre encuentra a alguien que se deja engañar”.

 A España no la está rescatando ni el Fondo Monetario Internacional, ni el Banco Central Europeo, ni la Unión Europea, ni los bancos de nuestro país, ni de ningún otro país. A España la están rescatando, de la crisis en la que estamos hundidos, los miles de gentes honradas que aún quedan entre nosotros.


El sistema económico manda más que el sistema político. Es decir, el sistema capitalista y la codicia del dinero tiene más poder, en la vida y en las decisiones de los que manejan el cotarro, que el sistema democrático y los derechos de los ciudadanos.
Estamos sufriendo más de lo que podemos soportar porque así lo ha decidido el Gobierno que manda en España.
¿Que la economía mundial está en crisis? Por supuesto. Pero, para gestionar una situación de crisis, se pueden tomar muchas clases de medidas. Lo que, desde luego, y en cualquier caso, no se puede hacer - si es que nos queda algo de humanidad en nuestras entrañas - es decretar las medidas más duras precisamente contra os más débiles, al tiempo que se organizan las cosas de manera que son los ricos y los poderosos los que, en esta situación, están ganando más.

Paul Krugman, ha publicado un libro sencillo y magistral, “¡Acabad ya con esta crisis!”. Lo que, dicho en otras palabras, significa: “¡Acabad ya con este miedo!”. Que es tanto como decir: !Que sí, que nos rescaten! Pero que nos rescaten a nosotros, pero no a los banqueros.


Es cosa bien sabida. En España, ahora mismo y precisamente con motivo de la crisis, nuestros gobernantes han organizado las cosas de manera que cada día aumenta el número de personas que rebuscan lo que pueden en los contenedores de basura, para ver si dan con algo que les haga soportable el hambre que arrastran.

Los políticos no mienten cuando nos dicen que a España llega cada día más dinero. Lo que no nos dicen es que ese dinero le llega a poca gente, a contadas familias, que nos manejan a los demás.
El papa Francisco está hablando y actuando de manera que da motivos de esperanza. Pero también de miedo. Esperanza y miedo que, si se piensan mirando fijamente al Evangelio, enseguida nos viene a la memoria el extraño contraste que entrañan las palabras de Jesús a los apóstoles cuando los mandó a decir por el mundo que ya está cerca el “reinado de Dios”.

Jesús dio un mandato y una advertencia. Un mandato: “curad enfermos, expulsad demonios” (Mt 10, 1). Una advertencia: “no tengáis miedo” (Mt 10, 27). Es decir, tenéis que ir por la vida aliviando el sufrimiento. Pero, ¡Cuidado!, que eso es muy peligroso. ¿Cómo? ¿Hacer a la gente más feliz representa un peligro que asusta? Pues, sí. Lo es.
En una entrevista publicada  en la Voz de Galicia el obispo de Mondoñedo dice lo siguiente: “Junto a los pobres sientes a Dios” El obispo llama la atención sobre el sufrimiento que la crisis causa a cada vez más gente
Monseñor, necesitamos un gesto que refleje claramente que no viven ustedes ajenos a esta tremenda crisis que tanto hace llorar y sufrir. Un gesto que demuestre a las claras que, además de Caritas y de todo el aparato socio-caritativo, la jerarquía quiere que la Iglesia siga siendo la punta de lanza en la lucha para paliar los dramáticos efectos de la crisis.

Me gustaría ver un obispo Más cerca del mensaje y vida de Jesús (hombre de plazas y caminos, siempre al aire libre de la vida) está la imagen donde Jesús realizó su tarea y donde puede surgir la nueva comunión no impositiva de los hombres, desde una comunión abierta a todos. Éste es el “mercado universal”, sin imposición de un capital superior, sin ...distinción de clases, un mercado en el que todos pueden comunicarse con todos, pues tienen el mismo Espíritu Santo, es decir, la fuerza de la vida. Esta es la tarea de la iglesia actual: vitalizar mesiánicamente el mercado de la calle, el caos, como hicieron los primeros cristianos.

En mi vida he tenido la suerte de conocer, y muchos conocen, obispos que son hombres ejemplares, que han dado y siguen dando lo mejor de sí mismos, algunos de ellos hasta dar la propia vida y, por supuesto, con una integridad y una ejemplaridad que jamás podré olvidar.

No sólo hay que practicar la misericordia. Hay que practicar la justicia. Hay que dar de comer a quién tiene hambre, sí, eso es urgente y esencial, pero también hay que exigirle al político que crea la pobreza que pare de una vez.

Sorprendete es más aún la actitud de la jerarquía de la iglesia católica en España. Les hemos visto salir en manifestaciones a la calle en el tema del aborto,pero, me pregunto: ¿Cuándo va a salir esa jerarquía católica a la calle para pedir justicia y el cese de estas políticas agresivas?

Se están equivocando con sus silencios. Y lo saben. El papa Francisco también,  ojalá les tuerza de una vez el cuello y los pongan mirando a Cristo. Pero no a ese Cristo colgado en un altar o encerrado en el sagrario. Mirando a ese Cristo que es el prójimo.


Necesitamos otros obispos porque los que tenemos ahora han sido designados mediante consultas secretas, que gestiona el Nuncio papal en cada país, preguntando no se sabe a quién y no se sabe qué. Una gestión que se lleva tan en secreto, que se amenaza con excomunión a quien revele el contenido de la consulta. De esta manera se anula toda posible participación del pueblo creyente en la designación de sus obispos. De lo cual se sigue una consecuencia determinante en la vida y el gobierno de la Iglesia: cada obispo sabe muy bien que su futuro no depende de la aceptación de sus feligreses, sino de la sumisión al Vaticano. Lo que es tanto como decir que la Iglesia funciona como le conviene a la Curia Vaticana, no como lo necesitan los ciudadanos, especialmente los que tienen creencias religiosas.
Cuando se trata de nombrar a un obispo, ¿no sería lo más lógico preguntar a los cristianos de la diócesis qué modelo de obispo echan de menos y qué personas serían las más adecuadas para desempeñar ese cargo y la responsabilidad evangélica que eso exige?

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El Partido popular de Ferrol hace gala de su incompetencia


Los vecinos de la calle Atocha no entendemos cómo el gobierno local aún no ha actuado en la reparación de una fachada que se desprendía hace unas semanas en esta vía.
Alertamos también de que si no se hace nada de forma urgente, algún peatón podría resultar dañado por otro desprendimiento.

Lo cierto es que la valla fue retirada por los propios ciudadanos en repetidas ocasiones, y ni siquiera un anclaje provisional a la calzada evitó esta actuación, como estamos comprobando.
Los vehículos continúan transitando por esta zona, muy concurrida también por los peatones debido a la cercanía de dos colegios.
Por otra parte, los vecinos de esta calle nos mostramos molestos por la retirada del contenedor de basura en este punto y pedimos que se devuelva a su lugar ante la evidencia de que continúan transitando camiones por esta carretera.

¿No lleva eso consigo que nos están conduciendo (sin que muchos se den cuenta) hacia formas de gobierno y de sumisión que se parecen, en muchas cosas, a un “poder absoluto”?


¿Dónde está el fondo del asunto? Seamos realistas. La derecha da la impresión, a mucha gente, de que garantiza mejor la propiedad privada que cualquier otro partido. Esto es muy antiguo. “Ya los romanos no prestaron mucha atención a la Teoría del Derecho. Lo que les interesaba eran las reglas que gobernaban la propiedad individual” (P. C. Stein). Las XII Tablas disponían tranquilamente que cuando el propietario de una casa capturase a un ladrón en el mismo acto del robo...., si el ladrón se resistía al arresto podía matarlo sin mayor consecuencia. Es decir, la propiedad privada por encima de la vida.
Es le mentalidad que ha impregnado la cultura de Occidente, durante miles de años, hasta el día de hoy. Y así, le hemos dado la vuelta al concepto mismo de “justicia”. En las culturas del Oriente antiguo, hacer justicia era defender al que por sí mismo no podía defenderse (el huérfano, la viuda, el débil...). En la cultura de Occidente, hacer justicia es “dar a cada uno lo suyo”, o sea defender la propiedad privada. El programa de los que tienen poder para legislar eso. Y para ponerlo en práctica.
Por eso, lo más grave, que estamos viviendo en este momento, no es que nos están recortando nuestros dineros. Lo peor de todo es que cada día tenemos menos derechos. Ya somos una sociedad desigual. Y mucho me temo que esto, por ahora, no tiene vuelta atrás. La pregunta, entonces, es: ¿hay que obedecer a unos gobernantes que nos gobiernan así? (Hans Kelsen). ¿La cuestión del momento no sería el problema de la “desobediencia civil”?

El gobierno del Partido Popular no es capaz de solucionar los pequeños problemas de un barrio y dice que nos va a solucionar la economía del país…

“Con la que está cayendo”, como dice la gente, seguir callados es un delito. Porque quienes tienen poder para impedir estas cosas no las impiden. Y no las impiden porque los tan cacareados “recortes” se podían - y se debían - haber repartido de otra manera, con más justicia y menos desigualdades.
Yo hablo desde mis conocimientos religiosos. Y lo que leo en el Evangelio es que Jesús no tuvo pelos en la lengua para decirles a los sumos sacerdotes y senadores del pueblo que eran “ladrones” y “asesinos” (Mt 21, 33-45) . Como dijo en público que los letrados y fariseos eran “culebras”, “camada de víboras”, “hipócritas” y “ciegos”... (Mt 23, 19. 29-33).

Como a tantos otros ciudadanos, me da miedo España en este momento. Los que saben de verdad cómo van las cosas, aseguran que las cosas van muy mal.

Y lo que quiero decir es que, bien sea por incompetencia, bien sea por maldad, quienes nos “gobiernan” (?!) nos están precipitando en una ruina que se acelera por días. Y lo peor de todo es que a esto no se le ve salida.

martes, 5 de noviembre de 2013

Así funciona un gobierno incompetente

Residentes del entorno de la calle Atocha, en Canido, han denunciado el riesgo de caída sobre los viandantes de cascotes procedentes de la fachada de un edificio en ruinas que se desplomó hace más de dos semanas. Dada la cercanía de dos colegios y, sobre todo a las horas de entrada y salida, los pequeños y sus padres deben pasar pegados prácticamente a la pared del inmueble. Critican además que solo se haya colocado una valla temporal, fácilmente desplazable. «No es la solución, porque el peligro en vez de solucionarlo lo han agravado», denuncia un vecino, que critica además que se haya quitado el contenedor de la basura, al no poder pasar el camión de recogida.

Este inmueble ruinoso del que a diario se desprenden piedras sobre la vía pública está resultando ser un auténtico quebradero de cabeza para los vecinos de la zona del Crucero de Canido y también para la Policía Local de Ferrol. Los primeros porque temen que cualquier día ocurra un derrumbe que pueda causar una desgracia y los segundos porque tienen que reponer varias veces al día las cintas de vallado y la señal de prohibido circular.
El problema se sitúa en el entronque de las calles Atocha y San Diego, a pocos metros del Crucero de Canido.
Vecinos de la zona se muestran realmente preocupados por el riesgo que representa el ruinoso estado de un edificio abandonado, del que solo queda en pie parte de las paredes de la fachada, pero cuyo interior está repleto de piedras, escombro y maleza, que amenazan con desplomarse sobre la vía pública. De hecho, cada día se ven montones de piedras, algunas de considerables dimensiones, y tierra en el borde de la calzada, y ya se vivieron momentos de peligro real, como el que tuvo lugar hace unos días, cuando un vehículo quiso esquivar las piedras y estuvo a punto de atropellar a dos peatones.
La situación se ve agravada por el hecho de que en las proximidades hay dos colegios, el Cruceiro de Canido y el San Rosendo, por lo que habitualmente pasan muchos niños por la zona.

Por más que se empeñen más que de la España de la rebelión tendríamos que hablar de la España del hastío. En nuestras calles se expanden, como una densa niebla, las brumas de la consternación, del conformismo.

A Mariano Rajoy, el hombre que prometió con palabras calculadas, fotografiándose con aire de oportunista e indudable asimilación del “en política todo vale” ante la cola del INEM, que cuando gobernara bajaría el paro, le cabe el dudoso honor de batir el record del número de desempleados en España.

En España, ahora mismo y precisamete con motivo de la crisis, nuestros gobernantes han organizado las cosas de manera que cada día aumenta el número de personas que rebuscan lo que pueden en los contenedores de basura, para ver si dan con algo que les haga soportable el hambre que arrastran y les arrastra desde hace meses, quizás años.

Es evidente que en España, ahora mismo, hay demasiada gente que está sufriendo más, bastante más, de lo que humanamente se puede soportar. Es imposible hacer la lista de gentes que sufren. Y más complicado aún, exponer los motivos por los que sufren. Pero el hecho es que llevamos un año espantoso. Y se nos avecina otro que seguramente será todavía peor.

Los gobernantes del Partido Popular no son capaces ni de solucionar los pequeños problemas cotidianos de un barrio y pretender solucionar la crisis de un país…


¿Esto tiene alguna explicación? ¿Cómo se entiende que quienes se nos presentaron como salvadores de la patria y promotores de los más rectos valores y de la más ortodoxa religión, ahora nos estén gobernando en solitario y por decreto ley, recortando derechos, sueldos, puestos de trabajo, maltratando la educación, la sanidad, humillando a tantas familias, crispando a la sociedad cada día más, haciendo más difícil el recurso a la justicia..... ¿Qué demonio está pasando aquí? ¿Estamos locos los que nos quejamos?

Y seguirán los recortes, y los engaños, y las verdades a medias. Cada día nos controlarán más y más los medios de comunicación, la policía será más “eficaz” para meter en cintura a los “anti-sistema”, los ministros nos seguirán asombrando con sus inesperadas decisiones, los banqueros ganarán más cada año, nuestro fútbol continuará siendo el mejor del mundo. Habrá manifestaciones y protestas. Pero los que mandan saben que eso no les hace pupa. Y se nos dirá siempre que se hace lo que se tiene que hacer “por el bien de España.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Un obispo sin sacerdotes es como un entrenador sin futbolistas

Un obispo sin sacerdotes es como un entrenador sin futbolistas

Parece ser que según la información publicada por un diario gallego el mayor índice de secularizaciones de curas jóvenes, 8 en los últimos años con solo 2 ó 3 de ministerio lo tiene el de Mondoñedo Ferrol.

  La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, la de la Galicia do Norte, un territorio que se extiende desde la desembocadura de los ríos Xuvia y Belelle hasta la del Eo, y que tiene su corazón (si no geográfico, sí al menos espiritual) en la Terra Chá luguesa, cuenta con 117 sacerdotes, a los que ayudan seis religiosos, para atender 422 parroquias. Y en la actualidad solo cuenta, en el Seminario Mayor, con cuatro seminaristas que se preparan para ordenarse. Son datos difundidos por el Obispado, en vísperas del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebró, el  domingo 18 de noviembre del 2012.

Curia es la "casa del Kyrios" o Señor, con sus departamentos, habitaciones y servicios. En sentido estricto, en la Curia sólo hay un Kuros o Kyrios, y los demás son servidores. Ésta es una palabra que cuadra con la administración del Vaticano, que nació en su forma actual tras el Concilio de Trento.


Esa administración curial ha funcionado, pero ahora parece absolutamente en Crisis.

Francisco habló de la necesidad urgente de que la Igelsia salga de sí misma, hacia la periferia.
"Hay que salir a experimentar nuestra unción, su poder y su eficacia redentora: en las «periferias» donde hay sufrimiento, hay sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones", dijo.

La Iglesia se tiene que organizar de otra manera. Se les tiene que dar más poder de participación a los laicos. Más presencia a las mujeres. Más autoridad a las Conferencias Episcopales en el gobierno general de la Iglesia. La Curia Romana tiene de cambiar de manera radical.

Me gustaría ver un obispo Más cerca del mensaje y vida de Jesús (hombre de plazas y caminos, siempre al aire libre de la vida) está la imagen donde Jesús realizó su tarea y donde puede surgir la nueva comunión no impositiva de los hombres, desde una comunión abierta a todos. Éste es el “mercado universal”, sin imposición de un capital superior, sin ...distinción de clases, un mercado en el que todos pueden comunicarse con todos, pues tienen el mismo Espíritu Santo, es decir, la fuerza de la vida. Esta es la tarea de la iglesia actual: vitalizar mesiánicamente el mercado de la calle, el caos, como hicieron los primeros cristianos.
Los seguidores de Jesús rompieron los muros antiguos de la estructura imperial y empezaron a comunicarse de un modo inmediato, en actitud de gracia, creando relaciones de convivencia directa, de manera que cada uno era Dios para el otro, por encima del imperio o del templo. Así formaban una red de gentes que se iban reuniendo para hablar y convivir, como en una plaza (cf. Ap 22, 2), donde se relacionaban directamente, sin intermediarios o representantes superiores.Sólo en este contexto es posible hablar de la “fe en el Espíritu Santo”, el Espíritu de Dios que actúa a través de las personas, allí donde se aman y comparten un camino, dialogando entre sí, sobre la gran plaza abierta de la vida.

Monseñor, necesitamos un gesto que refleje claramente que no viven ustedes ajenos a esta tremenda crisis que tanto hace llorar y sufrir. Un gesto que demuestre a las claras que, además de Caritas y de todo el aparato socio-caritativo, la jerarquía quiere que la Iglesia siga siendo la punta de lanza en la lucha para paliar los dramáticos efectos de la crisis.
Ya llegamos tarde, como siempre, al tema de los desahucios. Un tema en el que el cardenal Rouco cambió radicalmente de idea: Primero mandó expulsar a los desahuciados encerrados en La Almudena, para terminar pidiendo públicamente una solución "justa, equitativa y solidaria" a su drama.

La iglesia católica puede hacerlo. Tenemos una inmensa red de locales e instituciones repartidas por toda la geografía nacional. Tenemos recursos disponibles y voluntarios (millones de voluntarios) dispuestos a hacerse cargo de ellos. Lancen una cruzada solidaria. Salgamos a las calles a invitar a las bodas. Carguemos con los desheredados, como el buen samaritano. En eso, sólo en eso, nos reconocerán como discípulos de Cristo. Y si no damos trigo en las duras, no esperemos que nos escuchen predicar en las maduras. Ésta es la nueva evangelización que se está esperando en la calle como agua de mayo