Según Alexéi Kudrin, ministro de finanzas ruso, el precio del barril podría alcanzar los US$ 200. Esa “conmoción de los precios” amenaza con desencadenar una nueva crisis económica mundial, explicó el autor, director del Centro de Política Energética Internacional.
por YURI SOLOZÓBOV MOSCÚ (Rusia Hoy). Los analistas de la empresa rusa VTB-Kapital advirtieron a principios de semana que la presión petrolera sobre la economía mundial ya se está acercando a los niveles típicos de una recesión. La preocupación respecto de los precios del "oro negro" tanto en el mercado ruso como en el internacional empezó ya a finales de enero, cuando Egipto y Túnez se sumieron en una gran revuelta civil. En febrero los disturbios se propagaron a Libia, un gran productor de petróleo, y los precios se dispararon. En Londres el precio del barril Brent por primera vez desde 2008 superó la barrera de los US$ 100. En aquel mismo momento Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, pronosticó que el precio del petróleo alcanzaría próximamente la cifra récord de 200 dólares. Poco después, los acontecimientos en el mundo árabe se empezaron a desarrollar por el efecto dominó: de una revolución se pasaba a otra. Ahora las revueltas han alcanzado ya los países del Golfo Pérsico, centro petrolero mundial por excelencia. La situación se ha vuelto alarmante incluso en países tan prósperos como lo eran hasta hace poco Kuwait o Bahrein. Lo que más preocupa a los analistas es el hecho de que la ola de revoluciones panárabes pueda llegar hasta Arabia Saudita. De momento las reservas de este país ayudan a mantener los precios en niveles moderadamente altos. Pero en cuanto fallen los suministros de petróleo saudita, la situación en el mercado mundial se descontrolará por completo.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) nos tranquiliza afirmando que en febrero de 2011 la extracción de petróleo en el mundo alcanzó el nuevo máximo histórico de 89 millones de barriles al día. En efecto, el colapso de los suministros de petróleo desde Libia fue subsanado con el aumento de la extracción en los países del golfo Pérsico y de fuera de la OPEP. Pero es un equilibrio muy vulnerable. Crece con rapidez la demanda de hidrocarburos por parte de las economías emergentes de Asia (India y China), mientras que la oferta, obviamente, no puede ir al mismo ritmo. Según los expertos de AIE, el consumo de petróleo y sus derivados en 2011 seguirá aumentando a razón de 1,4 millón de barriles al día. La situación se agrava debido al devastador terremoto de Japón
La potencia económica mundial Nº3 está amenazada por un déficit energético originado enlas averías en sus centrales nucleares (dejemos aparte, de momento, las hipótesis apocalípticas) que producen alrededor de un tercio de la energía eléctrica del país. Japón ya se ha dirigido a Rusia para pedir el aumento de los suministros de gas licuado y de carbón. Esto quiere decir que dentro de poco las cotizaciones de hidrocarburosvolverán a subir. "A corto plazo, el sector energético japonés tendrá que reestructurarse debido a que las centrales nucleares están paradas, lo cual conllevará al aumento de precios de los combustibles tradicionales (petróleo, gas, carbón, etc.)", opinan los analistas del Citibank. Según su evaluación, los problemas de la economía japonesa influirán más en el mercado que las preocupaciones por la reducción de suministros del “oro negro” desde Libia, que sigue conmocionada por los disturbios, y otros países del Golfo Pérsico y África del Norte.
La situación de Japón y Oriente Próximo puede provocar la subida de los precios del petróleo hasta un barril de US$150/US$200 a muy corto plazo, señaló hace poco el ministro de finanzas ruso Alexéi Kudrin. Después de estas palabras, los analistas se acordaron inmediatamente de la Guerra del Golfo. En aquel entonces los precios subieron un 130% en tan sólo 7 meses, principalmente debido a la reducción de las reservas de la OPEP. Una análoga situación de déficit en las reservas petrolíferas podría repetirse ahora, pero con nuevas expectativas respecto a la espiral de precios. La oferta de "crudo" tiene que crecer al mismo ritmo que la demanda. De no ser así, el precio de US$ 200 por barril se convertiría en una perspectiva bastante realista. Un pronóstico parecido fue publicado a finales del año pasado por el Ministerio de Energía de USA. El consumo mundial de petróleo, según los especialistas estadounidenses, crecería desde los 84 millones de barriles en 2009 hasta casi 111 millones en 2035.
Los precios mundiales seguirían aumentando constantemente y alcanzarían los US$ 200 el barril hacia 2035 Hoy en día hay muchas posibilidades de que se cumpla este pronóstico. El Ministerio de Energía de USA está seguro de que, fundamentalmente, el aumento de la extracción de petróleo en el mundo estará garantizado por tan sólo 3 países, a saber: Brasil, Rusia y Kazajstán, ninguno de los cuales forma parte de la OPEP. Son ellos los que, según los expertos norteamericanos, tienen posibilidades de aumentar la extracción de petróleo, que se ve favorecida por la llegada de nuevas inversiones y las mejoras en las infraestructuras. La palabra clave en este caso son las inversiones. Sin inversiones externas el gobierno de Rusia no puede esperar un aumento rápido del volumen de extracción del petróleo. La estrategia energética del Kremlin supone que la extracción de petróleo“por nuestros propios medios” desde 2005 aumente tan sólo 13%–14% hacia 2035, es decir de 470,2 millones de toneladas a 535 millones. Los consumidores mundiales de petróleo tienen sólo dos alternativas: invertir ahora mismo en el sector petrolero o pelearse mañana en la bolsa por el “oro negro” cuyo precio subirá con celeridad.
El aumento en los precios del petróleo podría también provocar una inflación a largo plazo que empujaría hacia la "zona roja" mercados en vías de desarrollo como la India, China, Corea o la Argentina. Las más afectadas serán las industrias que dependen del petróleo: el sector energético, la metalurgia, la química y la agricultura. Los alimentos se encarecerán aún más, lo cual implicará un aumento de la pobreza. Por lo tanto, para los países en desarrollo se hace muy realista la perspectiva de que se produzcan graves perturbaciones en el desarrollo de la economía: conflictos internacionales e internos así como crisis de divisas e incluso suspensiones de pagos. A largo plazo, los economistas hablan de dos escenarios básicos para el desarrollo. El primero es una nueva crisis económica mundial. La lógica es muy simple.
La economía mundial acaba de entrar en una fase de aumento cauteloso de la actividad después de los golpes causados por la crisis financiera de 2008. Sin embargo, los altos precios del petróleo incrementan los costos de producción. Según las valoraciones de Torsten Slok de Deutsche Bank Securities, un aumento constante en los precios del petróleo hasta los US$ 110 por barril reduciría el crecimiento del PIB mundial en un 0,4% en 2011, mientras que un aumento de hasta US$ 150 le restaría un 2%. Sería una amarga píldora que conllevaría inevitablemente a la depresión del sector petrolero que, por un tiempo, haría descender la fiebre del petróleo y devolvería una cierta estabilidad a la economía. Por ejemplo, los especialistas del Centro de Desarrollo adjunto a la Escuela Superior de Economía en Moscú advierten en su pronóstico económico hasta 2030 que, dado que la economía mundial presenta un desarrollo cíclico, existe el peligro de una nueva crisis en 2018, así como en 2028. Si la crisis vuelve, la caída de la producción acarreará la vuelta a los precios anteriores del petróleo. Así que lo que le espera a la economía mundial, según este escenario, es una carrera en círculos sin fin.
El otro panorama es más optimista. Se trataría de un nuevo salto tecnológico y una paulatina sustitución del petróleo hasta 2035 por fuentes alternativas de energía. "La próxima década será la del gas", asegura Mijaíl Krutijin, analista principal de la revista "Prospección y extracción". "Su papel podría aumentar mucho, tanto en la generación eléctrica como en la industria automovilística", considera el conocido experto ruso. El aumento del precio del petróleo impulsará a las empresas petroleras y gasísticas a invertir mucho en la prospección y extracción, incluyendo los proyectos de la costa ártica de Rusia, poco rentables hasta la fecha. En esta carrera vencerá el que llegue el primero a este nuevo Klondike mundial.
La crisis financiera es el escenario económico perfecto para que entre ese líder carismático "anticristo" que "solucionará temporalmente la crisis", tomará el poder MUNDIAL por SORPRESA con halagos, lisonjas y se engrandecerá sobre todo, colmará con honores y recompensas a los que le reconozcan, por PRECIO repartirá la tierra. EL CRACK FINANCIERO A LA VISTA (Hageo 2:6-9), LA PIEDRA PESADA ES JERUSALÉN, ¡EL JUICIO ES PARA TODAS LAS NACIONES! (Zacarías 12:3)
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