No habla de especulaciones ni de oídas. Richard Cohen, psicoterapeuta dedicado a ayudar a personas que experimentan atracción sexual por otros de su mismo sexo, vivió en carne propia el problema de la homosexualidad durante decenios. La homosexualidad no tiene principalmente una base genética o biológica, sino que es un trastorno psicológico de la identidad sexual ...
Se llama Richard Cohen y durante 30 años fue homosexual activo. Recuerda que de niño su padre se mostraba violento y gritaba a todas horas mientras que su madre se agarraba a él. «Yo me sentía muy distante respecto a él y demasiado próximo a ella». Con 17 años tuvo su primera experiencia sexual: «Conocí a un hombre que me invitó a su casa. Nunca anteriormente había hecho algo semejante. Cuando llegamos a su apartamento comenzó la seducción. Estaba nerviosísimo, pues todo aquello era nuevo para mí. No sabía que dos hombres pudieran hacer lo que él me hizo aquel día. Mi cuerpo y mi alma se sintieron rasgados en dos. Después, deje su piso y comencé a llorar. Me sentía ultrajado y decepcionado. Buscaba cercanía, un lugar seguro para abrazar y ser abrazado. Lo que experimenté me pareció como una violación». Cohen había entrado de lleno en el mundo gay. Así estuvo durante años aunque un rintintín de su interior le decía que no era feliz, que podía cambiar de vida. Intentó varias veces abandonar la practica de la homosexualidad, pero sin mucho éxito. Cada fracaso era un nuevo tormento. Hasta que por fin inició un largo camino en el que descubrió que nadie nace con una orientación homosexual. Tras mucho estudiar comprobó que «no existen datos científicos que indiquen una base genética para las atracciones hacia las personas del propio sexo». «No hay nada gay (alegre) -señala Cohen- en el estilo de vida homosexual. Está lleno de tristezas y, muy a menudo, consiste en una búsqueda interminable de amor a través de relaciones de coependencia».
Richard Cohen comenzó a buscar la raíz de sus deseos homosexuales y descubrió heridas emocionales en su interior que no habían sanado. En traumas infantiles y, sobre todo en su caso, en la búsqueda del amor paterno no correspondido. Desde entonces ha ayudado como psicoterapeuta a miles de personas a sanar las emociones dañadas a través de la «Fundación Internacional para la curación». Acaba de publicar en España «Comprender y sanar la homosexualidad», un libro para el debate, pero no al estilo de Crónicas Marcianas de tú eres un cerdo y tú una marrana... sino procurando orillar prejuicios o intolerancias, para reflexionar serenamente con cordura e inteligencia sobre algo muy importante para miles de personas.
Richard Cohen comenzó a buscar la raíz de sus deseos homosexuales y descubrió heridas emocionales en su interior que no habían sanado. En traumas infantiles y, sobre todo en su caso, en la búsqueda del amor paterno no correspondido. Desde entonces ha ayudado como psicoterapeuta a miles de personas a sanar las emociones dañadas a través de la «Fundación Internacional para la curación». Acaba de publicar en España «Comprender y sanar la homosexualidad», un libro para el debate, pero no al estilo de Crónicas Marcianas de tú eres un cerdo y tú una marrana... sino procurando orillar prejuicios o intolerancias, para reflexionar serenamente con cordura e inteligencia sobre algo muy importante para miles de personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario