viernes, 13 de abril de 2012

Torres Queiruga sigue negando las apariciones del resucitado

Hacia años que algunos esperábamos lo que finalmente ha acontecido.
La CEE ha publicado una “Notificación sobre algunas obras del Prof. Andrés Torres Queiruga”. El resumen de la notificación que ha ofrecido la CEE indica cuáles son los errores de Queiruga en los tres libros que han sido examinados. El teólogo gallego se aparta de la fe católica en:


- La clara distinción entre el mundo y el Creador, y la posibilidad de que Dios intervenga en la historia y en el mundo más allá de las leyes que Él mismo ha establecido.
- La novedad de la vida en el Espíritu que Cristo nos alcanza, con la consiguiente distinción entre naturaleza y gracia, entre creación y salvación. Así como, la necesidad de la gracia sobrenatural para alcanzar el fin último del hombre.
- El carácter indeducible de la Revelación, mediante la cual Dios ha dado a conocer al hombre su designio salvífico, eligiendo a un pueblo y enviado a su Hijo al mundo.
- La unicidad y universalidad de la Mediación salvífica de Cristo y de la Iglesia.
- El realismo de la resurrección de Jesucristo, en cuanto acontecimiento histórico (milagroso) y trascendente.
- El sentido genuino de la oración de petición, así como el valor de la intercesión y mediación de la Iglesia en su oración por los difuntos, especialmente en la Eucaristía.
- La distinción real entre el momento de la muerte personal y el de la Parusía, entendida ésta como culminación y plenitud de la Historia y del mundo”.
Como verán ustedes, no es “moco de pavo” lo que está en juego. Son doctrinas fundamentales para la fe católica. Pero muchas también lo son para el resto de las iglesias y comunidades eclesiales no católicas. La notificación podría ser suscrita por todos los obispos ortodoxos. Y también por la inmensa mayoría de los protestantes evangélicos, salvo en la cuestión de la oración por los difuntos y algún matiz en el tema de la gracia.
En otras palabras, no es que Queiruga se sitúe fuera de la fe católica. Es que, en esos puntos, se aleja de cualquier cosa que merezca llamar el nombre de fe cristiana.
Por lo que declara, no piensa variar en nada. Es más acusa a los redactores de no tener ningún fundamento para esa condena, y que él expone la Fe (católica se entiende) fielmente en lenguaje actual y más etc, sobre todo de autoalabanza "una obra como la mía..".

Al hereje se le define por ser pertinaz en afirmar herejías, y este hombre sigue erre que erre.

Pues esas cosas también deberían de ponerse en los documentos, que si insiste caerá en técnica herejía.

Muy bonito lo de la caridad y bla, bla, bla pero habría que recordar la clara llamada de Benedicto XVI a "sacar la vara" con tanta pederastia espiritual.

La primera Caridad es con las ovejas, a las que siguen dejando por millones en manos de estos lobos.

Ese es el primer orden de la Caridad, con los más indefensos.

Torres Queiruga sabe perfectamente que ataca montones de asuntos dogmáticos, lo sabe tan bien como los Obispos, y lo suyo es un pulso soberbio. Las doctrinas que pone en duda son bien graves, y lo hace conscientemente y a propósito.

Al menos con Lutero muchas cosas no estaban todavía definidas magisterialmente como tema cerrado, pero con TQ eso ni cuela.

Así que menos cuentos por favor y menos diplomacia absurda.

No quieren ser católicos, no quieren para nada al Magisterio, pues que se vayan como hombres o que les echen como reprobados.
Sr Queiruga: Desde la perspectiva de la teología de la revelación, el acercamiento a otras religiones plantea múltiples interrogantes: ¿existe una revelación de Dios en las otras religiones? ¿qué relación existe entre la revelación de Dios en Cristo y su manifestación en las religiones no cristianas? ¿qué valor tienen sus libros sagrados. Como ha escrito D´Costa, "la teología de las religiones propia y principalmente se ocupa de la cuestión de la revelación"
El cristianismo anuncia a Jesucristo, el Logos divino encarnado. Su universalidad no es una propiedad que nosotros, cristianos, podamos atribuirle orgullosamente. La suya es la universalidad de Dios, la concreta universalidad del Dios único que libremente ha querido entrar en la historia humana, otorgándole así a una pequeña porción del espacio y del tiempo un valor y un significado único, universal y absoluto. Por la Encarnación, el Todo se da en el fragmento, lo divino en la humanidad del Redentor, la verdad absoluta en la contingencia histórica de Jesús de Nazaret, el Señor.

Es la paradoja cristiana; la paradoja de la Encarnación, de un Dios que escandaliza no por su lejanía, sino por su novedosa e inesperada proximidad. Una proximidad tan inaudita que capacita a un grupo de hombres para ser, en medio de la sociedad y de la historia, portavoces de Dios, oráculos de su palabra, instrumentos de su salvación. Aquí, en la Encarnación, se juega el ser o no ser del cristianismo, el ser o no ser de la Iglesia. Éste es, por antonomasia, el articulo stantis aut cadentis Ecclesiae.
El señor Queiruga También defiende los abusos litúirgicos de las Romaxes Gallegas.
Joseph Ratzinger escribió un texto que es totalmente indispensable para conocer todo lo relacionado con la liturgia. Su título es “El espíritu de la liturgia” y lleva, digamos, por subtítulo, “Una introducción”.
Pues bien dice muchas cosas importantes que desmontarían con toda facilidad las manipulaciones que pueden producirse en la celebración de la Santa Misa. En concreto, cuando habla de las “grandes formas rituales” que constituyen las culturas, se refiere a la forma de puesta en práctica de las mismas: “La no arbitrariedad es un elemento constitutivo de su misma esencia. En ellos se expresa el hecho de que en la liturgia me espera algo que no hago por mí mismo, entro en contacto con algo mucho más grande y que, en última instancia, su origen en la Revelación” (Página 189 de la edición, 3ª, 2005, de Edicilas ediciones Cristiandad)

Las denominadas Romaxes que se llevaban a cabo en Galicia donde, se buscaba, una “alternativa” al rito llamado “oficial” como si en la liturgia pudiera distinguirse entre lo que está establecido y lo que cada cual pudiera hacer según su gusto.
Sabemos que tales distracciones litúrgicas no caben en la que lo es católica. Y esto no es por gusto de una supuesta oficialidad sino porque, de otra forma, sería como hacer, cada cual, de su capa un sayo.

Y es que una cosa es la liturgia y otra, muy distinta, la paraliturgia.
Sr Queiruga: C.S Lewuis (Miracles, The Macmillan co.. 1947) dice: “En los primeros días del cristianismo un “apóstol era primeramente y por sobre todo un hombre que reclamaba ser testigo ocular de la resurrección. Solamente pocos días después de la crucificación, cuando se nombraron dos candidatos para llenar la vacante creada por la traición de Judas, el requisito de ello era que habían conocido personalmente a Jesús, antes y después de su muerte, y podían ofrecer evidencia de primera mano respeto de la resurrección al dirigirse al mundo exterior (Hechos 1,22). Unos pocos días más tarde, San Pedro, predicando el primer sermón cristiano, reclama lo mismo – “A ese Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos” (Hechos 2:32). En la primer a Epístola a los Corintios San Pablo fundamenta su reclamación al apostolado sobre la misma base - ¿No soy apóstol? . ¿No he Visto a Jesús el Señor nuestro”

Considerando el valor de Lewis, si fuera cierta la opinión que considera todas las apariciones de Cristo como meras alucinaciones, entonces el valor del oficio apóstolico sería nulo.

Si es cierto, significa, en palabras de Gresham Machem, “… que la Iglesia cristiana está fundada sobre una experiencia patológica de ciertas personas del primer siglo de nuestra era. Significa que si hubiese habido un buen neurólogo al cual hubiesen podido consultar pedro y los otros, nunca hubiese habido una Iglesia cristiana” (Citado por E. F. Kevan, the Resurectión of Christ)

J.N.D. Anderson, hablando de la credibilidad del testimonio apostólico que habrá de permanecer o caer por la valide de su testimonio.

El profesor Wilbor Smith dice, “ La más satisfactoria definición de visión que he encontrado es por Weiss: “ el significado científico de este término es que toma lugar un acto aparente de visión para el cual no hay un objeto exterior correspondiente. El nervio óptico no ha sido estimulado por ondas exteriores de luz o por vibraciones del éter, sino que ha sido excitado por una causa fisiológica puramente interna. Al mismo tiempo la impresión sensorial de visión es aceptada por la persona que experimenta la visión tan completamente como si fuera totalmente “objetiva” cree plenamente que el objeto de su visión está verdaderamente delante de el” (Johanes Weiss: The History of Primitive Christiany.)

La experiencia de los discípulos no fue de meras visiones; el testimonio del Nuevo Testamento se opone a tal hipótesis.

Los hombres sujetos a alucinaciones nunca llegan a ser héroes morales. El efecto de la resurrección de Jesús en las vidas transformadas fue continuo y la mayoría de estos testigos sufrieron la muerte por proclamar la verdad.

Las vestiduras fúnebres son también una evidencia de la resurrección.
Jn 20:3-9
El texto original sugiere que los lienzos yacían no tirados desordenadamente en la tumba, sino donde había estado el cuerpo, y que había un hueco donde había estado el cuello de Cristo, y que el sudario que había cubierto su cabeza, no estaba con los lienzos, sino aparte , como si el cuerpo hubiese sido simplemente retirado de él. Se señala que cuando Pedro y Juan vieron esto no necesitaron testimonio de hombres ni de ángeles, sencillamente vieron y creyeron. El cuerpo desapareció, pero las vestiduras fúnebres no. ¿Qué vio Juan que le hizo creer?
Él vio los lienzos (tendidos o desplomados pero sin el cuerpo)
El sudario aparte, no que fuese lanzado, sino separado de los lienzos por un espacio considerable.
Este sudario no estaba aplastado, sino enrollado.

El sudario no yacía desplomado como los lienzos y Juan nos lo hace notar continuaba enrollado en un lugar aparte, el hecho de que esté aparte es la separación del resto de los lienzos, de alguna manera se enfatiza en el texto que estaba en la posición original como si el Señor se hubiera desvanecido de sus envolturas, quedando estas en la misma posición, sin que nada de las especias hubieran caído amontonadas...

Si alguien hubiera robado el cuerpo lo robaría íntegramente, sin pararse a intentar lo imposible, dejar los vendajes en ese estado de total integridad...

Fue visto por más de quinientas personas en doce ocasiones diferentes; Jesús era de carne y hueso Lc 24:39, comió pescado 42,43, y desafió a los escépticos para que lo tocaran y vieran v.39
Esta clase de contacto imposibilita la sugerencia de que era un espíritu o una ilusión.

1. A María Magdalena Jn 20:11
2. A otras mujeres Mt 28:9,10
3. A Pedro Lc 24:34
4. A dos discípulos Lc 24:13-32
5. A diez apóstoles Lc 24:33-49
6. A Tomás y a los otros apóstoles Jn 20:26-30
7. A siete apóstoles Jn 21
8. A todos los apóstoles Mt 28:16-20
9. A todos los apóstoles Hech 1:4-9
10. A quinientos hermanos 1ª Cor 15:6
11. A Santiago 1ª Cor 15:7
12. A Pablo 1ª Cor 15:7


Pablo desafía a cualquiera que dude de esta veracidad , sencillamente a que pregunte a cualquiera de los testigos que estaban todavía vivos 1ª cor 15:6.

Y lo cierto es que los enemigos de Cristo no refutaron la resurrección, con la ocasión de la predicación de Pedro en el día de Pentecostés, únicamente callaron, ¿Por qué? Por cuanto sabían que la evidencia del sepulcro vacío era una realidad que podía ser comprobada por cualquiera.

Las vidas transformadas de los discípulos son una evidencia de la resurrección.

Santiago, el hermano de Jesús, antes menospreciaba todo cuanto Jesús defendía, ahora él mismo se describe como “siervo de Dios y del Señor Jesucristo.”
Santiago 1:1

Todos con la excepción de Juan murieron en el martirio.

Las vidas transformadas de millones de hombres y mujeres a lo largo de casi 2.000 años de historia corroboran la veracidad de la resurrección de Cristo.

Más sobre una supuesta alucinación.

Es interesante destacar aquí, ante la sugerencia de que lo que vieron los discípulos fueran alucinaciones, que científicamente está demostrado que “los hombres sujetos a alucinaciones nunca llegan a ser héroes morales. Sin embargo el efecto de la resurrección de Jesús fue continuo, y la mayoría de estos discípulos testigos, sufrieron la muerte por predicar esta verdad.

Es imposible que dos personas tuviesen la misma alucinación al mismo tiempo, e igualmente imposible que unas 500 personas de estado mental y temperamento promedio, en número variados, en tiempo diferentes, y en situaciones muy variadas experimentaran toda clase de impresiones sensoriales, táctiles, auditivas y visuales, y que todas estas estuvieran basadas en una supuesta alucinación colectiva.

Las alucinaciones generalmente están restringidas a un tiempo y lugar en que ocurren, precisan de una atmósfera nostálgica, o en una ocasión en la que se adopte una postura reminiscente, exigen que la gente tenga un espíritu ansioso, que es la causa de que su deseo llegue a ser el padre del pensamiento...., pero ninguno de estos casos se aplica a la realidad de Cristo resucitado. Ellos no entendían la resurrección, fueron sorprendidos por esta realidad, anunciada con anterioridad pero incomprensible en aquel entonces.

Las apariciones en realidad fueron contra la voluntad de los discípulos

La teoría de alucinación no es plausible pues contradice ciertas leyes y principios a los cuales deben conformarse las visiones, de acuerdo con los psiquiatras.

Sólo cierta clase particular de personas tiene alucinaciones. Están los que uno describiría como “super- sensibles”, son altamente imaginativos y muy nerviosos.
Las apariciones que hizo Cristo no estuvieron restringidas a personas de una constitución psicológica especial.

Hubo variedad de estados de ánimo:

“ María Magdalena estaba llorando”

“ las mujeres estaban temerosas y sorprendidas”

“Pedro estaba lleno de remordimientos”

“ Y Tomas de incredulidad”

“La pareja de Emaux estaba preocupada por los eventos de la semana..”
Es imposible desechar estas revelaciones del Señor como alucinaciones de mentes desquiciadas.

Las alucinaciones están ligadas en el subconsciente del individuo a sus experiencias particulares del pasado.

Heinrich Kluerer en Psychopathology of perception cita a un famoso neurobiólogo: (Raoul) Mourge, en su trabajo fundamental sobre neurobiología de las alucinaciones, llegó a la conclusión de que la variabilidad e inconstancia representan las características más constantes en los fenómenos alucinatorios y sus derivados para él, la alucinación no es un fenómeno estático sino esencialmente un proceso dinámico, la inestabilidad del cual refleja la misma inestabilidad de los factores y condciones asociados con su origen (Neurobiología de l hallucinación, Bruxelles, lamertin.

Entoces es imposible, entonces, que dos personas tuviesen la misma alucinación al mismo tiempo.

Las apariciones que hizo cristo fueron vistas por muchas personas.

Fue visto por más de quinientas personas en doce ocasiones diferentes; Jesús era de carne y hueso Lc 24:39, comió pescado 42,43, y desafió a los escépticos para que lo tocaran y vieran v.39

Esta clase de contacto imposibilita la sugerencia de que era un espíritu o una ilusión.

13. A María Magdalena Jn 20:11
14. A otras mujeres Mt 28:9,10
15. A Pedro Lc 24:34
16. A dos discípulos Lc 24:13-32
17. A diez apóstoles Lc 24:33-49
18. A Tomás y a los otros apóstoles Jn 20:26-30
19. A siete apóstoles Jn 21
20. A todos los apóstoles Mt 28:16-20
21. A todos los apóstoles Hech 1:4-9
22. A quinientos hermanos 1ª Cor 15:6
23. A Santiago 1ª Cor 15:7
24. A Pablo 1ª Cor 15:7
Pablo desafía a cualquiera que dude de esta veracidad , sencillamente a que pregunte a cualquiera de los testigos que estaban todavía vivos 1ª cor 15:6.

Y lo cierto es que los enemigos de Cristo no refutaron la resurrección, con la ocasión de la predicación de Pedro en el día de Pentecostés, únicamente callaron, ¿Por qué? Por cuanto sabían que la evidencia del sepulcro vacío era una realidad que podía ser comprobada por cualquiera.

Las vidas transformadas de los discípulos son una evidencia de la resurrección.

Santiago, el hermano de Jesús, antes menospreciaba todo cuanto Jesús defendía, ahora él mismo se describe como “siervo de Dios y del Señor Jesucristo.”
Santiago 1:1

Todos con la excepción de Juan murieron en el martirio.

Las vidas transformadas de millones de hombres y mujeres a lo largo de casi 2.000 años de historia corroboran la veracidad de la resurrección de Cristo.

Thorburn declara: “ es absolutamente inconcebible que unas quinientas personas, de estado mental y temperamento promedio, en números variados, en tiempos muy diferentes, y en situaciones muy variadas, experimenten toda clase de impresiones sensoriales – visuales, auditivas, táctiles- y que todas estas experiencias estuvieran basadas enteramente en alucinación subjetiva. Decimos que esto es increíble, pues si se aplicara una teoría semejante a cualquier otro hecho histórico que no fuese de carácter “sobrenatural” sería rechazada como una explicación ridículamente insuficiente”

Theodore Christilieb ( modern Doubt and Christiam Belief, p 493) dice:

“ No negamos que la ciencia pueda contarnos respecto de casos en los cuales asambleas enteras vieron visiones al mismo tiempo; pero donde se ha presentado, tal caso, siempre ha estado acompañado de una excitación mórbida de la vida mental, así como una coordinación corporal mórbida, especialmente por afecciones nerviosas. Ahora, aún cuando uno o varios de los discípulos hubiesen estado en condición mórbida, eso no nos justificaría para pensar que todos estaban en esa condición. Ellos eran, con seguridad, hombres de más variados temperamentos y constituciones. Y sin embargo, se supone que uno después de otro cayeron en esta condición mórbida; no solamente las excitadas mujeres, sino que aún pedro, ese fuerte y duro pescador que con seguridad estaba tan lejos del nerviosismo como ninguno, Santiago, los dos caminaban hacia Emaús, y continuando de este modo hasta el sobrio y dudoso Tomás, sí, y los once al mismo tiempo, y aún más de quinientos hermanos juntos. La suposición es que todos estos cayeron súbitamente en una especie de auto-sugestión, y eso debe notarse, en los tiempos y lugares más diferentes, y durante las más variadas ocupaciones (en la mañana junto a la sepultura; en conversación en el camino; en el círculo confidencial de amigos que trabajaban en el lago); en los cuales sus lindes mentales han sido con seguridad muy diversos y su tendencia a las visiones muy desigual. ¿Y podían ellos, todos, haberse puesto de acuerdo para anunciar al mundo estas visiones como apariciones CORPORALES del Cristo resucitado? Y si así fuera, ¿podría tratarse puramente de auto-gestión y de engaño intencional? Con seguridad, uno u otro de ellos debe haberse preguntado después seriamente si la imagen que había visto era una realidad. Schleiermacher dice con mucha certeza,, “Quienquiera suponga que los discípulos se engañaron a sí mismos y confundieron lo interno por lo externo, los acusa de una debilidad mental de tal naturaleza como anular la validez de la totalidad de su testimonio concerniente a Cristo, y crea la impresión de que Cristo mismo, cuando escogió tales testigos, no sabía lo que había en el hombre. O, si el mismo hubiese deseado y ordenado que aquellos confundieran las apariencias internas por las percepciones externas, habría sido autor de error, y se produciría una confusión de todas las ideas morales, si esto fuera compatible con su alta dignidad”

Según dos destacados psiquiatras, L. E Hinisie y J. Shatski (Psiqchiatric dictionary, Oxfor University 1948) “ (una ilusión es) una percepción erronea, una falsa respuesta a un estímulo sensorial.. Pero en un individuo normal esta falsa creencia generalmente trae el deseo de verificar a menudo otro sentido, u otros sentidos pueden acudir al rescate y hacer saber que todo ha sido meramente una ilusión” P 26/280

Las apariciones que Cristo hizo no podían ser apariciones “erroneas”
Wibur Smith escribe referente a las observaciones de Lucas. Le describe como “un hombre acostumbrado a considerar científicamente cualquier asunto que tenga bajo estudio. Lucas dice al comenzar su segundo libro, los Hechos de los Apóstoles, que nuestro señor se mostró vivo después de su pasión “con muchas pruebas indubitables” o m´s literalmente, “ en muchs pruebas”

Smith continúa; “… la misma especie de evidencia en la cual la ciencia moderna y aun los psicólogos insisten tanto para determinar la realidad de cualquier asunto que se tenga bajo consideración es la clase de evidencia que se nos presenta en los Evangelios referente a la resurrección de nuestro sEñor Jesús, es decir, las cosas que se ven con el ojo humano. A esto es a lo que llamamos evidencia empírica” p 58/389,390

Sparrow- Simson continua: “Y primeramente en cuanto al sentido de la vista. Este naturalmente el primero, puesto que es la forma inicial de conseguir su atención. En los Evangelios se les describe por medio de varis expresiones:

“Jesús les salió al encuentro” Mateo 28:9

“ Le vieron, pero esta experiencia debe ir incluida
A los que dudaban. Mateo 28:17

“Le reconocieron” Lucas 24:31

“Pensaban que veían un espiritu” Lucas 24:37
“Mirad mis manos y mis pies, yo mismo soy;
Palpad y ved; porque un Espíritu no tiene carne ni huesos,
Como veis que yo tengo. Y diciendo
Esto les mostró las manos y los pies Lucas 24, 39 40

Les mostró las manos y el costado Juan 20:20

“Se regocijaron viendo al Señor” Juan 20:20

“Si no viere en su mano la señal de los clavos” Juan 20:25

“Porque me has visto” Juan 20:29
¿Acaso Pablo no llegó a creer en la resurrección de Jesús basándose simplemente en una aparición? Tampoco en este caso las cosas son tan sencillas, a monos que pasemos por alto el testimonio de Hechos, debemos concluir entonces que la tumba vacía de Jesús, y la reiterada insistencia en que su cuerpo NO SE HABÍA DESCOMPUESTO, fueron de importancia central y fundamental en la predicación y en la vida de los cristianos a los que pablo HABÍA ESTADO PERSIGUIENDO.

De la misma manera, la historia del encuentro con María con Jesús en Juan 20, 11-18 incluye el a menudo desconcertante “NO ME TOQUES”
¿A QUÉ CONCLUSIÓN PODEMOS LLEGAR?

“Los discípulos no eran crédulos, sino más bien cautelosos, escépticos y “tardos de corazón para creer”. No eran susceptibles a alucinaciones. Ni habrían quedado satisfechos con visiones extrañas.

TJ Thorburn escribe que las alucinaciones nunca han “estimulado a la gente a asumir una obra de gran magnitud, y, mientras han estado en este empeño, a llevar vidas de la más rigida y constante auto-negación, y padeciendo todavía. En una palabra… somos constreñidos a concordar con el Dr Danday, quien dice, “ninguna aparición, ninguna mera alucinación de los sentidos, ha logrado jamás mover el mundo P 65/136


5 comentarios:

  1. Magnífico artículo. ¡Gracias!

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  2. Vamos a ver si este señor fue cura y un buen teologo por que dice tantas mentiras, si Jesus no resucito porque nos vamos a confesar, se consagra, y todos los rituales,etc....no lo entiendo que clase de teologo es.

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  3. Buena entrada en tu blog. Muy buena entrevista, aunque la entrevistadora se olvidó peinar. Y hasta el propio TQ se sorprende con su apariencia desaliñada. Estas ideas de TQ son paralelas con los testigos de Jehová.

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  4. GRACIAS, por vuestra ignorancia, eso confirma que sois ignorantes y de primer orden, para cualquiera que conozca la biblia y los evangelios ¿donde se manifiesta la gerarquia y el poder de la verdad absoluta de Rouco y cia.? ¿en que se semejan las acciones y modo de vida de algunos obispos españoles al modo de vida que predican? Para su conocimiento D.Andres Torres Queiruga es reconocido a nivel internacional por autoridades eclesiales (con mas luces y menos envidias) que las españolas. En este nuestro pais alzamos a personajes como el Sr. Quico Arguelles y ninguneamos a autores excelentes como Queiuga

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    1. Al cien por cien deacuerdo con el ultimo comentario, entiendo que quieres decir "KIKO ARGUELLO" y "QUEIRUGA"

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