Es uno de los comentarios más escuchados en los últimos tiempos en España: “Tal y como están las cosas, me extraña que la gente aún no haya salido aarrasar con todo”.
La “gente”, claro, son los demás porque quien lo dice suele expresar una mezcla de estupefacción, deseo implícito y temor a que estalle la violencia.
¿Por qué no ha estallado la violencia en España? Todos hablamos de la crisis pero no nos ha afectado a todos por igual.
Este clarificador gráfico indica que son los más desfavorecidos –el 30% menos pudiente- el que más ha mermado sus ingresos y su calidad de vida. Es decir, los parias… “Y los parias no suelen hacer las revoluciones –explica Florentino Moreno, profesor de Psicología Social de la Universidad Complutense-.
La historia nos demuestra que han sido las clases medias y los burgueses los que han encabezado las revoluciones, generalmente cuando sus expectativas se han visto frustradas. No fue el lumpen el que tomó La Bastilla, sino los comerciantes. De hecho, en los países más pobres, como los africanos, nunca se han producido revueltas políticas violentas”.
El factor frustración es troncal en la eclosión de la violencia colectiva. Según el modelo propuesto por Hugh Davis en 1962, un detonante de la violencia sería la “privación progresiva”, es decir el inconformismo creciente de un individuo posterior a la prolongada espera para obtener algo: “No solo estoy mal sino que me comparo con mis propias expectativas”.
“Es más probable que ocurra una revolución cuando a una época prolongada de crecimiento social y económico siguen períodos cortos de reveses agudos –explica la teoría de Davies- “… la gente aprende a esperar mejorar continuas”.
“Existen varios factores que explican la relativa paz social en España –respondeFlorentino Moreno-. Por un lado, la dispersión de la identidad social. Se han desdibujado conceptos como el sentimiento de pertenencia a una clase, muy fuerte en conflictos anteriores. A esta dispersión social hay que sumar una dispersión geográfica”.
“En relación con lo anterior, ha tenido lugar un largo proceso dehiperpsicologización de la población: nuestro problema es solo nuestro. Cada cual tiene que buscar su propia salida”.
“Un tercer factor –prosigue Moreno- es la percepción de que no se han agotado las alternativas no violentas: la violencia se ejerce por cambiar mucho, no por cambiar un poco”.
En el mismo sentido se aplica la deslegitimización de la violencia como herramienta de cambio en las últimas décadas, un zeitgeist opuesto al que se vivía en los años 70 y 80: “No existe nadie ahora mismo que tenga un discurso que justifique la violencia como reacción a la violencia del sistema. Con la posible salvedad de Negri, la violencia se considera un recurso último y muy devaluado”.
Cuando la violencia amenaza con llegar a las calles, el Estado y su brazo armado, la Policía, ejercen un “eficaz control social preventivo”, apunta Elena Ayllón, del mismo departamento de Psicología Social de la UCM: “La Policía está trabajando con mucha perspicacia para localizar y desactivar los posibles focos de conflicto antes de que estalle la violencia. Los líderes son reprimidos o bien las demandas de los colectivos más beligerantes son satisfechas”, explica. En caso de que esto falle, la violencia está “muy penalizada”, como demuestra el endurecimiento del Código Penal que ultima el ministro Gallardón.
Por último, pero no por ello menos importante, es la existencia de un “factor precipitante” –el último de los seis factores contemplados por el sociólogo Dinam Smelser en su modelo de 1962-, una chispa que prenda el combustible de la indignación, como fue el apaleamiento de Rodney King por la policía, que desembocó en los mayores disturbios del siglo XX en Estados Unidos o la muerte de dos adolescentes de origen africano en París, que desencadenaron una violentísima revuelta en Francia en el verano de 2005.
Iñaki Berazaluce
Los atracadores, que comenzaron a disparar a los mossos, están detenidos. Uno de ellos resultó herido
Dos atracadores y una patrulla de Mossos d'Esquadra protagonizaron un tiroteo este sábado por la noche de este sábado después de que los agentes detectaran a los ladrones saliendo de un supermercado de la ronda del Guinardó de Barcelona y éstos les dispararan.
Los dos ladrones pudieron ser detenidos y como consecuencia del tiroteo uno de los delincuentes ha resultado herido leve en una pierna por uno de los disparos, han confirmado fuentes de la policía catalana.
Fuentes de los Mossos d'Esquadra han asegurado que los hechos se produjeron sobre las 20:30 horas de ayer, cuando una patrulla de paisano de la policía autonómica tuvo constancia de un posible atraco en un supermercado situado en el número 210 de la Ronda del Guinardó que estaba a punto de cerrar.
Cuando los atracadores salieron del supermercado y advirtieron la presencia policial, abrieron fuego contra los agentes de la policía autonómica. A partir de ahí se inició un tiroteo entre ambas partes que acabó con uno de los atracadores herido leve de bala en una pierna, y finalmente los asaltantes fueron detenidos.
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