El
cristianismo no sostiene la resurrección como una entre muchas doctrinas de su
creencia. Sin fe en la resurrección, no habría cristianismo en absoluto”
Esta
prueba de que Jesús es Dios es la más grande de todas. Nada igual es proclamado
en ninguna de las otras “religiones” ni
ningún otro milagro cuenta con tanta evidencia histórica que lo confirme:
Jesucristo
se levantó de los muertos a un cuerpo transformado, al tercer día de haber
fallecido. Se apareció a más de 500 en un mínimo de 8 ocasiones diferentes,
durante un período de 40 días. Conversó con ellos, dejó que le tocaran, les
cocinó un desayuno. Este milagro cobra mayor importancia por cuanto fue
predicho en el Antiguo Testamento y por el mismo JESÚS
Ya que
entendemos que el Nuevo Testamento
proporciona información histórica exacta, lo que tenemos que hacer ahora es
examinar la EVIDENCIA y responder a las objeciones que algunos han presentado.
EL
ANTIGUO TESTAMENTO PREDIJO LA RESURRECCIÓN.
En
declaraciones específicas como en inferencias lógicas.
Se sabe que David murió y fue enterrado, y el apóstol
Pedro aplicó este pasaje a la resurrección de Cristo cuando decía: “No dejarás
mi lama en el Hades, ni permitirás que tu santo vea corrupción” Salm 16:8-11,
citado en Hech 2:5
Igualmente
por inferencia lógica:
Está la doctrina clara que el Mesías habría de morir:
Salm 22; Isaías 53, y también está la enseñanza que tendría un reino político
eterno, desde Jerusalén: Isaías 9:6; Dan 2:44; Zac 13:1 No se puede reconciliar
estas doctrinas si el Mesías que muere no es resucitado de los muertos...
Únicamente por su resurrección pueden cumplirse las profecías relativas al
reinado mesiánico.
JESÚS
PREDIJO SU PROPIA RESURRECCIÓN.
“Destruid este templo, y en
tres días lo levantaré” Jn 2:18-22
“Como estuvo Jonás... así
estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches“ Mt 12:40
“La señal del profeta Jonás”
Mt 12:39, 16:4
“Jesús comenzó a enseñar que
era necesario...” Mr 8:31
“Tengo poder para ponerla (su
vida) y tengo poder para volverla a tomar” Jn 10:18
“Desde entonces comenzó Jesús
a declarar...” Mt 16:21
Mt 17:9; 22,23; 26:32; 9:10; Lc 9:22-27
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