Pedro Sánchez, primer aspirante
a La Moncloa que se declara abiertamente "ateo"
https://www.elplural.com/2014/09/25/pedro-sanchez-primer-aspirante-a-la-moncloa-que-se-declara-abiertamente-ateo
El socialismo trata de llegar a
un mundo justo, donde los seres humanos nos desarrollemos plenamente y
vivamos libre y fraternalmente. Pero lo hace partiendo de unas filosofías
radicalmente ateas, lo mismo en su versión marxista que anarquista. Se basa en
un materialismo total, con lo que olvida algo tan fundamental como el
elemento espiritual del ser humano. No tiene un fundamento último en el que
apoyar su ética y su moral. De la religión ve solamente una jerarquía defensora
de un orden social totalmente injusto, no atiende a que todo el Evangelio
empuja a vivir de una manera muy distinta, con unos valores muy cercanos al
ideal socialista. Cristo y Santiago se expresaron a favor de los pobres con más
fervor y más sentido de la justicia de lo que lo hicieron Marx y Engels con 20
siglos de retraso.
Cuando el hombre pretende construir un mundo
sin Dios, construye un mundo inhumano.
Cuando los hombres se creen en posesión del
secreto de una organización social perfecta, que haga imposible el mal, la
política se convierte en una “religión secular”, que cree ilusoriamente que
puede construir el paraíso en este mundo.
No se da ninguna respuesta suficiente a las
exigencias de justicia y de libertad cuando se deja de lado el problema de la
muerte. Todos los muertos
de la historia fueron engañados si solamente un difuso futuro traerá algún día
la justicia sobre la tierra. No significa para ellos ninguna ventaja cuando se
dice que han colaborado a la preparación de la liberación y que, por tanto, ya
han entrado en ella. Realmente no han participado de ella, sino que han salido
de la historia sin haber obtenido justicia. La medida de la injusticia en este
caso sigue siendo infinitamente mayor que la medida de la justicia. Por este
motivo, un pensador tan coherentemente marxista como Adorno ha dicho que, si
aquí tiene que haber justicia, tendría que haber justicia también para los
muertos. Una liberación que encuentra en la muerte su límite definitivo no es
una liberación real. Sin una solución al problema de la muerte, todo lo demás
resulta irreal y contradictorio.
Por eso la fe en la resurrección de los muertos es el punto a partir del cual se puede pensar en una justicia para la historia y puede llegar a ser razonable una lucha por la justicia
Por eso la fe en la resurrección de los muertos es el punto a partir del cual se puede pensar en una justicia para la historia y puede llegar a ser razonable una lucha por la justicia
6 preguntas que Pedro Sánchez se debería de
hacer.
1. Si no hay Dios, “las grandes preguntas”
quedan sin ser respondidas. ¿Cómo respondemos a las siguientes interrogantes?:
¿Por qué hay algo en vez de nada? Esta pregunta fue
preguntada por Aristóteles y Leibniz , sin embargo, con diferentes respuestas.
Pero es una duda histórica.
¿Por qué hay vida inteligente y consciente en este
planeta? ¿Hay algún significado para la vida? Si hay un significado, ¿Qué tipo
de significado es y cómo es encontrado? ¿La historia humana guía a alguna parte
o todo es en vano dado que la muerte es simplemente el final?
¿Cómo vienes al entendimiento del bien y del mal, de lo
correcto y lo incorrecto, sin un indicador trascendente? Si esos conceptos son
meras construcciones sociales, u opiniones humanas, ¿De quién es la opinión en
la que confiamos para determinar lo que es bueno o malo, lo correcto o lo
incorrecto?
Si estás contento con el ateísmo, ¿Cuáles circunstancias
te servirían para hacerte abrir a otras respuestas?
2. Si rechazamos la existencia de Dios,
quedamos con una crisis de significado. Así que, ¿Por qué no vemos a más ateos
como Jean Paul Sartre, o Friedrich Nietzsche, o Michel Foucault?
Esos tres filósofos, que además abrazaron el ateísmo,
reconocieron que en la ausencia de Dios, no había significado trascendente más
allá de los propios intereses, placeres y opiniones de uno. Esta crisis de
significado en el ateísmo es retratada en el libro de Sartre, Nausea.
Sin Dios, hay una crisis de significado, y estos tres
pensadores, entre otros, nos muestran un mundo de simplemente cosas, lanzado al
espacio y tiempo, yendo a ninguna parte, significando nada.
3. Cuando las personas han abrazado el
ateísmo, los resultados históricos pueden ser horribles, tales como en los
regímenes de Stalin, Mao y Pol Pot. ¿Quién vio la religión como el problema y
trabajó para erradicarla? En otras palabras, ¿Qué grupo de acciones son
consistentes con compromisos particulares de creencias?
Puede argumentarse que esos comportamientos — lo de los
regímenes mencionados— son más consistentes con las implicaciones del ateísmo.
Sin embargo, ¡estoy muy agradecido de que muchos de los ateos que conozco no
viven las implicaciones de sus creencias fuera de ellos mismos como otros lo
hicieron!
Puede argumentarse que las ideologías socio-políticas (de
estas dictaduras) pueden ser muy bien el funcionamiento de un grupo particular
de creencias , creencias que proponen el estado ideal como un estado ateo.
4. Si no hay Dios, los problemas del mal y el
sufrimiento no son resueltos de ninguna manera. Así que, ¿Dónde está la
esperanza de redención o el significado para aquellos que sufren?
El sufrimiento es tan trágico sin Dios, porque no hay
esperanza de justicia definitiva o del sufrimiento siendo retratado con
significado o trascendente, redentor o redimible.
En el ateísmo no hay Dios al que podamos tratar de
culpar, pero tampoco hay un Dios al que buscar por fortaleza, significado
trascendente o alivio. ¿Por qué buscaríamos el alivio al sufrimiento sin una
moral objetiva fundamentada en un Dios de justicia?
5. Si no hay Dios, nosotros perdemos el
estándar genuino por el cual criticamos a las religiones y a las personas
religiosas. Así qué, ¿Cuál es la opinión que más importa?
¿Cuál será la voz escuchada? ¿De quién son los gustos y
preferencias que serán honrados? A la larga, las opiniones y gustos humanos no
tienen más peso que el que les damos, y de cualquier forma, ¿Quiénes somos
nosotros para darles significado? ¿Quién es quién para decir que mentir, o
hacer trampa, o el adulterio o el abuso infantil están mal, realmente mal?
¿De dónde vienen esos estándares?
Por supuesto, nuestras sociedades pueden hacer esas cosas
“ilegales” e imponer penas o consecuencias para lo que no es aceptable
socialmente, pero las culturas humanas tienen en diversas épocas, legalmente o
socialmente, desacuerdos sobre todo, desde creer en Dios hasta creer que la
tierra gira alrededor del sol; desde esclavitud hasta matrimonio interracial,
desde poligamia hasta monogamia. Gustos humanos, leyes surgidas de la opinión y
la cultura, difícilmente son árbitros de Verdad de los cuales podamos depender.
6. Si no hay Dios, nuestra existencia no
tiene sentido. ¿Cómo explicamos los deseos y anhelos humanos de trascendencia?
¿Cómo explicamos incluso las preguntas humanas sobre
significado y propósito, o incluso pensamientos internos como “por qué me
siento vacío”?
¿Por qué tenemos hambre de lo espiritual y cómo
explicamos esos anhelos si nada existe más allá del mundo material?
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