El 16 de marzo en una rara ocasión, el papa Benedicto
XVI habló públicamente, al conceder una entrevista a Avvenire, el
diario de la Conferencia Episcopal Italiana, en la que habló de una “profunda
crisis de dos caras” con la que la Iglesia se enfrenta a raíz del Concilio
Vaticano II.
El papa Benedicto también refuta tanto la idea del
“cristiano anónimo” desarrollada por Karl Rahner, así como la idea
indiferentista de que todas las religiones son igualmente valiosas y útiles
para alcanzar la vida eterna.
“Incluso menos aceptable es la solución propuesta por
las teorías pluralistas de la religión, para lo cual todas las religiones, cada
una a su manera, serían vías de salvación y, en este sentido, debe considerarse
equivalente en sus efectos”, dijo. En este contexto, también alude a las ideas
de exploración del ahora fallecido cardenal jesuita, Henri de Lubac, sobre
supuestamente “sustituciones vicarias” de Cristo que ahora tienen que ser
nuevamente “reflexionadas”.
Toda lengua en la creación testificara, no que Mahoma
es señor, ni Alá, ni los millones de dioses hindúes, pero que Jesucristo es el
único Cordero de Dios. Esta es la controversia central de esta guerra. Sin
embargo, no se equivoque: la guerra presente no es por un nombre. Es por la
divinidad de Jesús, el Señor resucitado.
En el libro de Josué capítulo 2, se narra la historia
de una mujer que era ramera… su nombre era Rahab. : cometió muchos pecados (v. 1):
su oficio le acarreaba tales obligaciones.
Rahab una mujer con discernimiento:
(Jos.2.4-9)
Ella discernió que los que estaban con ella no eran
hombres que venían por ella, ellos tenían una misión específica y ella decidió
acoplarse a ellos y POR LA FE los recibió en su casa (He.11.31).
Rahab una mujer determinada: (Jos.2.9
y 2.11)
Ella dijo: “yo sé que Jehová os ha dado esta
tierra…” ella reconoció el PODER DE DIOS y CREIA en él, ella
dijo:“porque Jehová vuestro Dios, es Dios arriba en el cielo y abajo en la
tierra” fue UNA DECLARACION DE FE.
Rahab una mujer desenvuelta: (Jos.2.12-21)
Supo hacer un trato con ellos, se enfocó en su familia
no solamente en ella y obtuvo el favor de Dios.
Tuvo un gran privilegio (vv. 1–8): hospedó a los
mensajeros de Dios y sin duda oyó de su boca las cosas que Dios había hecho con
el pueblo de Israel (Mt. 10:40–42).
Reconoció un gran peligro (vv. 10–11): se hallaba en una ciudad cuyos habitantes habían sido condenados por Dios y reconoció que el juicio se acercaba. Todos los pecadores deben reconocer que caerá sobre ellos en mayor o menor grado (Ro. 3:23).
Hizo una gran petición (vs. 12–13): pidió la salvación no sólo para ella, sino para toda su familia. Es lo que todos los seres humanos necesitan (Ro. 10:12 y 13), y en muchos casos la salvación propia incluye la familia (Hch. 16:31).
Creyó una gran promesa (vv. 14–21): creyó la palabra de los mensajeros y cumplió las condiciones impuestas sin perder tiempo (v. 21). El cordón de grana ha sido considerado como un símbolo de la sangre de Jesucristo (1 P. 1:19 y 1 Jn. 1:7–9). Hoy en día hay personas que se avergüenzan de mencionar la sangre de Cristo como medio de redención, pero el símbolo es usado de muchas maneras en el Antiguo Testamento y las palabras de Cristo en la institución de la Santa Cena, así como las alusiones de los apóstoles, no pueden ser negadas. Es natural que la sangre es un símbolo, pero es un nombre que debe ser honrado precisamente por lo que significa.
Reconoció un gran peligro (vv. 10–11): se hallaba en una ciudad cuyos habitantes habían sido condenados por Dios y reconoció que el juicio se acercaba. Todos los pecadores deben reconocer que caerá sobre ellos en mayor o menor grado (Ro. 3:23).
Hizo una gran petición (vs. 12–13): pidió la salvación no sólo para ella, sino para toda su familia. Es lo que todos los seres humanos necesitan (Ro. 10:12 y 13), y en muchos casos la salvación propia incluye la familia (Hch. 16:31).
Creyó una gran promesa (vv. 14–21): creyó la palabra de los mensajeros y cumplió las condiciones impuestas sin perder tiempo (v. 21). El cordón de grana ha sido considerado como un símbolo de la sangre de Jesucristo (1 P. 1:19 y 1 Jn. 1:7–9). Hoy en día hay personas que se avergüenzan de mencionar la sangre de Cristo como medio de redención, pero el símbolo es usado de muchas maneras en el Antiguo Testamento y las palabras de Cristo en la institución de la Santa Cena, así como las alusiones de los apóstoles, no pueden ser negadas. Es natural que la sangre es un símbolo, pero es un nombre que debe ser honrado precisamente por lo que significa.
Rahab había oído de los milagros hechos a favor de
Israel, y se había convencido de que Dios era el Dios verdadero. Y cuando se
vio con los espías decidió, aun a costa de su propia vida, que su parte sería
con Israel y su Dios. La salvación de esta mujer demuestra que aun cuando Dios
esté preparando el juicio, Él se agrada de cualquier persona que”le teme y hace
justicia” (Hch 10.35), es decir, cualquiera que lo hubiera intentado habría
escapado de la destrucción. La historia de Rahab nos muestra todo lo que Dios
puede hacer en la vida de una persona: de idólatra a creyente, de enemiga a
colaboradora, de pecadora a santa.
Rahab siendo quien era mostró
ser más sabia que muchas mujeres “decentes”, su discernimiento la llevó a
distinguir lo santo de lo profano, sabía que detrás de esta situación ESTABA
DIOS, SU PLAN, LA OPORTUNIDAD DE SU VIDA. Y por eso escondió a
los espías.
Ella declaró por la fe el
poder de Dios, “en nuestra boca está el poder de la vida y de la
muerte” (Pr.18.21) ella escogió la vida, porque de acuerdo a lo que hablo es lo
que creo, debo hablar las promesas de Dios y no poner palabras
negativas en mi boca, ella reconoció que Dios había hecho grandes milagros
entre su pueblo, ella conocía más de Jehová que muchos de los israelitas.
Tuvo una fe genuina y la demostró a través de sus obras
Ahora mismo, la iglesia ecuménica apartada está corriendo
hacia los brazos de la estrategia de Satanás para una iglesia mundial.
Eventualmente, esta iglesia unificada va a incluir a todas las religiones
mayores del mundo: catolicismo, griega ortodoxa, islamismo, budismo, hinduismo
y hasta el protestantismo. Y Satanás llevara a cabo un simple conformismo entre
las religiones para traer esta unidad. ¿Qué los unirá? El nombre de Jesús.
La integridad y la belleza en la fe exigen la
integridad y la belleza de la vida moral, y esto exige a su vez la integridad y
la belleza de la adoración pública". (Mons. Schneider - Enero 2016)
“Ví una fuerte oposición entre dos Papas, y ví cuan
funestas serán las consecuencias de la falsa iglesia; ví que la Iglesia de
Pedro será socavada por el plan de una secta. Cuando esté cerca el Reino
del Anticristo, aparecerá una religión falsa que estará contra la unidad
de Dios y de su Iglesia. Esto causará el Cisma más grande que se haya visto en
el mundo”. (Ana Catalina Emmerick)
“Vi también a dos papas conversando… vi
las desastrosas consecuencias de esta falsa iglesia que se extendía
por todas partes. Había herejías de todo tipo en la ciudad [de
Roma] . Los clérigos de esta ciudad eran cada vez más tibios, grandes
tinieblas la envolvían… Entonces la visión me hizo contemplar lo que iba a
pasar en otras partes. Comunidades católicas enteras eran oprimidas,
acosadas, confinadas y privadas de su libertad. Muchas iglesias acabaron
estando cerradas, por todas partes grandes sufrimientos, guerras y
derramamiento de sangre. Una turba salvaje e ignorante se entregó a actos
violentos. Pero esto no duró mucho tiempo. ” (13 mayo 1820)
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