Carácter literario de la
obra.
Seguramente la
característica más peculiar de este evangelio son los discursos en los que el
evangelista reúne gran parte de la enseñanza de Jesús.
Sermón
de la Montaña (5,7); sus últimos versículos dicen así “Al
terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque
les enseñaba con autoridad y no como los escribas (7, 28, 29)
Discurso
Apostólico (c 10); su fórmula conclusiva es la siguiente: “cuando
Jesús acabó de dar instrucciones a sus
doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades (11,1)
Discurso
parabólico (c13) El evangelista encierra el discurso en estas
palabras: “cuando Jesús acabó estas parábolas partió de allí” (13, 53)
Discurso
eclesial o del gobierno de la Iglesia (18) esta colección de
dichos de Jesús termina del modo siguiente: “cuando acabó Jesús estos
discursos, partió de galilea y vino a la región de Judea” (19,1)
Discurso
escatológico (24, 25); su conclusión dice: “cuando acabó
Jesús todos estos discursos dijo a sus discípulos... (26,1)
Se
considera la obra de Mateo como el evangelio doctrinal por excelencia, pues en
él se recoge la enseñanza de Jesús de forma más sistemática que en los sinópticos
de Lucas y marcos, y además viene presentada con una mayor solemnidad.
Las recomendaciones e
indicaciones de Jesús ocupan sólo cuatro versículos en Marcos. Pues bien, en Mateo estas instrucciones de Jesús
forman un verdadero discurso, son treinta y ocho versículos (Mt 10). Es claro que el primer evangelista
consideró más adecuado reunir aquí todos los otros dichos de Jesús referente a
la misión apostólica, no sólo aquellos
que se referían a la predicación de los doce en Galilea.
Esto resulta evidente si
leemos los versículos donde Jesús les
anuncia que serán perseguidos: durante el ministerio público de Jesús los
apóstoles no fueron azotados en las sinagogas
ni comparecieron ante gobernantes y reyes ni fueron asesinados. Estos
sucesos ocurrieron después de la resurrección de Jesús, cuando comenzó la
difusión del cristianismo. Es fácil deducir que Mateo, encontrando estos dichos
en lugares diferentes, los reuniera para confeccionar un discurso sobre la
misión de los apóstoles.
Otra
de las características de este evangelio son los pasajes dedicados a la
infancia, donde afirma la concepción virginal de Jesús.
Estos relatos están narrados
desde la perspectiva de José, y pueden tener su origen en los círculos de la
familia de aquel que tuvo en la tierra la responsabilidad paterna de Jesús.
Este evangelio mateano de la infancia nos transmite sucesos que sólo conocemos
por él: visita a los magos, matanza de
los inocentes, huida de Egipto. En cuanto a los relatos en general, las
características más significativas son: brevedad, sin nombres propios, sin anécdotas o notas pintorescas, poco
visuales, hieratismo, claridad de composición por eso, el estilo es formal,
utilizando giros y fórmulas de transición repetidas a lo largo del libro: “en
aquel tiempo” “entonces” “desde entonces”. La composición del libro tiene la
finalidad de que sea leído públicamente.
Por otro lado, Mateo
tiene interés en mostrar que Jesús es el Mesías prometido en el Antiguo
Testamento; por ello, cita o hace referencia a numerosos pasajes
veterotestamentarios donde identifica el cumplimiento de lo anunciado en la
vida, pasión y muerte de Jesús de Nazaret. Su evangelio contiene unas cincuenta
citas de estos textos sagrados y más de doscientas cincuenta alusiones o
paralelos verbales con el texto del Antiguo Testamento. La mayoría de las referencias
veterotestamentarias son introducidas con la formula “… para que se cumpliera
lo dicho por el profeta” Dichas referencias y citas no sólo son signo del gran
acontecimiento que tenía el evangelista de los libros sagrados judíos, sino
sobre todo que escribe para cristianos procedentes del judaísmo.
En
cuanto al esquema geográfico y cronológico del primer evangelio es el mismo que
aparece en Marcos.
Los
recursos literarios utilizados por mateo son de estilo semítico.
Las inclusiones consisten en repetir palabras o expresiones al comienzo
y final de un relato o sección para
llamar la atención sobre el contenido. Así, en el llamado evangelio de la
infancia, Jesús es presentado como “Dios con nosotros” (Emmanuel), y al final del
evangelio se subraya esta presencia a lo largo de la historia: “yo estoy con
vosotros todos los días”
Los paralelismos: se han clasificado según tres tipos: sinonímico,
antitético y sintético. El más frecuente es el antitético: “lo que ates en la
tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos”
Los quiasmos un paralelismo en forma de X: “quien quiera salvar su vida
la perderá; pero aquel que la pierda por mí, la encontrará.”
Las palabras nexo: ayudan a retener en la memoria las sentencias no
asociadas por su contenido, recuérdese la repetición del término
“bienaventurados” al comienzo del Sermón de la Montaña. Las agrupaciones numéricas, que facilitan la memorización; caben
destacar el número 7, que aparece en las parábolas, las peticiones del
Padrenuestro, las veces que hay que conceder el perdón. Los ayes contra los
escribas y fariseos el número 3; los tres grupos de catorce antepasados en el
grupo de la genealogía de Jesús, tres tentaciones, tres clases de obras buenas;
el número 5: cinco grandes discursos, cinco mandamientos llevados a su
plenitud, cinco clases de enfermos curados por Jesús.
Las
repeticiones de fórmulas que sirven para destacar la importante y
resaltar la unidad, ej: “engendró” o las famosas antítesis del sermón de la
Montaña: “habéis oído que se dijo” “pero yo os digo”
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