viernes, 4 de marzo de 2016

José Arregí y el aborto


 
Entrevista a  José Arregí

Arrregí
“las instituciones y movimientos vascos que trabajan por la paz”
¿la paz… contra la vida de seres humanos en su momento de desarrollo intrauterino?
Arregui:
“… intérprete… de las ciencias”
Es el viejo truco de revestir de científico lo que es ideología, como veremos a continuación.
Arregui:
“… nos queda el evangelio”
Pues sí, podríamos hablar de Jesús de Nazaret, que era judío. Y de que los judíos no eran abortistas, a diferencia de los paganos.
Arregui: 
“… en toda la Biblia no se dice nada sobre el aborto…”
El judaísmo es una religión que prohíbe hasta el onanismo ¿A quién quiere engañar?
Arregui:
“… no identifican al embrión con una persona humana”
El embrión humano es un ser humano. Es un ser porque existe. Y es de la especie humana porque su código genético es el del individuo humano y no porcino ni de ninguna otra especie. Y es persona, según define el diccionario. Porque es un individuo de la especie humana, y lo es desde un punto de vista biológico.
Arregui:
“… no lo consideran asesinato”
Asesinar es matar a alguien de forma intencionada. Podemos reescribir el diccionario, pero cambiar las palabras no hace que cambien los hechos.
Y ahora viene lo que ocurre cuando alguien quiere disfrazar de científico lo que es pura ideología para beneficiar a unos en contra de otros.
Arregui:
“los datos científicos impiden afirmar que el cigoto de un día sea un niño (el ADN no basta para ser persona)”
Cualquier biólogo, incluso cualquier bachiller, sabe que esto es falso. Con solo abrir cualquier tratado de Biología, en sus primeros capítulos, sabemos que el ciclo vital de cualquier individuo de cualquier especie, de reproducción sexual, comienza con la fusión de los gametos. Es decir, con la formación del cigoto. El señor Arregi puede estudiarse el tema, o al menos leer, en cualquier tratado de zoología, como el Barnes o en cualquier tratado de Botánica, como el Strasburger. Y documentarse antes de opinar.
Arregí:
“el embrión de 12 días (que puede convertirse en dos, o dos en uno),”
Es cierto que el embrión humano, en sus primeros días, puede desdoblarse para formar dos seres humanos. Nadie puede entender que esto sea argumento válido para matar. O ¿quizás los hermanos gemelos no tienen derecho a vivir? También son personas.
Arregui:
“el de 3 semanas, carente todavía de actividad cerebral, o incluso el de 8 semanas, carente aún de órganos plenamente formados, posean la misma cualidad humana que un feto de cuatro meses o que un niño ya nacido.”
No hace falta ser catedrático de embriología para saber que el desarrollo del ser humano es un continuum desde que se produce el cambio cualitativo con la formación del nuevo individuo en la concepción, comienzo de su ciclo vital. Desde ese momento, ese individuo se alimenta y respira para desarrollarse y cambiar progresivamente su aspecto, expresando los genes que lleva. Esto será así en todas las etapas de su ciclo vital: embrión, feto, neonato, lactante, niño, adolescente, joven, adulto, anciano. Les damos distintos nombres porque los seres humanos necesitamos clasificar, analizar, diferenciar, incluso los procesos dinámicos continuos. A las tres semanas de vida intrauterina ya tenemos un encéfalo diferenciado de la médula espinal. El señor Arregi también, mientras tranquilamente se alimentaba y respiraba, sin hacer nada y sin que esto lo convirtiera en algo distinto de lo que ya era. Por supuesto, los órganos se van formando a lo largo de la vida intrauterina. Y también en nuestra vida extrauterina. Nuestros órganos sexuales se van desarrollando hasta edad juvenil. Nuestro cerebro se va desarrollando hasta la edad adulta. ¿Esto quiere decir que podemos “abortar” a alguien que no haya llegado a la madurez sexual o mental? ¿Alguien piensa que esto es una barbaridad? ¿Podría uno creer que en nombre de la ciencia y del progreso un médico americano de origen irlandés, en pleno siglo XX, promulgaba, no solo la castración eugenésica, sino también matar niños enfermos sin posibilidad de curación hasta los cinco años de edad para que no fueran una carga para sus padres y para la sociedad?  (Robert Foster Kennedy, 1942). ¿Quién y con qué criterio se autootorga la autoridad para investir de cualidad y dignidad humana a un niño cuando ya ha nacido y para quitársela al niño que ha cumplido cuatro meses de vida intrauterina? ¿Será don Dios Arregi?
Arrqgí:
“Podrá llegar a ser niño, pero aún no lo es. Como una bellota podrá convertirse en un frondoso roble, pero no es un roble.”
De nuevo se equivoca desde un punto de vista científico. En la bellota, está el roble en forma embrionaria. Solo necesita alimentarse, a partir de los nutrientes que lleva la bellota y el suelo, humedad, calor y luz del sol, para crecer hasta adquirir el aspecto de ejemplar adulto de roble. De nuevo, remitimos al señor Arregi a cualquier tratado de Botánica, el Strasburger o cualquier otro. Informarse antes de opinar, para no confundir a las gentes con falsedades.
Arregí:
“el 50% de los embriones acaban en abortos de manera "natural" en las 12 primeras semanas”
Es la estrategia de mezclar verdades con falsedades. Muchos seres humanos mueren durante su vida intra o extrauterina. A unos, los matan y a otros no. Que unos seres humanos, ya sean embriones, fetos, niños, adolescentes, adultos o ancianos, mueran por enfermedad o causa natural, no nos da derecho a matar a otros seres humanos, aprovechándonos de que no se pueden defender.
Arregí:
“no pueden exigir que el código penal considere todo aborto como crimen”
Esta es su opinión. Yo puedo opinar que “abortar” o “eutanasiar” o “interrumpir la vida” o “el desarrollo” de los varones de la edad del señor Arregi no debería ser considerado un crimen. Cada cual puede opinar lo que más le conviene. Hay madres que han matado a sus hijos en su primer año de vida extrauterina, algunas por situaciones de dramática desesperación. Otras, como en el caso de Asunta Basterra, matan hijas de mayor edad. ¿Por qué considerarlo como un crimen? ¿Por qué no se otorga a esas madres su derecho a decidir sobre la vida de sus hijos? Hay quienes exigen igualdad de derechos: el derecho a la vida que se niega a los seres humanos abortados.
Arregí:
“Y no deben olvidar que las restricciones legales apenas conseguirán que disminuyan los abortos, pero que solo las ricas podrán abortar con garantías para su propia salud, yéndose al extranjero.”
Quizás se deba empezar por dejar de desinformar a las madres. Dejar de decirles mentiras. Que sepan que, cuando abortan, matan a un ser humano, que es su propio hijo. Y darles todo el apoyo psicológico, social y económico que necesiten. Eso es Cristianismo y eso es Reino de Dios: Servicio y apoyo al débil.
Arregí:
 “El aborto es casi siempre un dilema y a menudo un drama, cuando dos vidas entran en conflicto insoluble. Y es ante todo la propia mujer la que tiene el sagrado derecho y deber de decidir en conciencia. Y a la Iglesia le toca estar a su lado, sea cual fuere su decisión.”
Cuando dos vidas entran en conflicto, el cristiano debe apoyar al débil. Y en este caso, está claro cuál es: el que muere. La mujer no tiene derecho, y mucho menos sagrado, de matar a nadie, y mucho menos a su propio hijo. A la Iglesia le toca estar con la madre y con su hijo. A favor de los dos. Y nunca en contra del más pequeño. Eso es anticristiano y antihumano.

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