Me gustaría
destinar unas pocas líneas a hacer algo que no es muy habitual, que es
agradecer la labor que desarrollan los profesionales que trabajan en la tercera
planta de pediatría del hospital Arquitecto Marcide de Ferrol. Las enfermeras
así como los técnicos en cuidados de enfermería, sois el corazón del cuidado de
la salud. Tan importante es su trabajo como el de los médicos pero, sin
embargo, muchas veces olvidamos que sin su labor, nada sería posible. La
inmensa mayoría de enfermeras y enfermeros están donde están porque aman su
trabajo, aman ayudar y aliviar los dolores de los demás. Su pasión por el
cuidado hace de su profesión un arte. Para ello se requiere una gran devoción y
una dura preparación que exige una dedicación total y profunda. La enfermería
es mucho más que un oficio, es un desempeño profesional en el que conviven el
conocimiento, corazón, fortaleza y humanitarismo.
Por todo
esto hoy este reconocimiento va por todas vosotras. Por cada uno de esos
enfermeros y enfermeras que nos apoyan y que día tras día os mantenéis firmes en la pelea para que todos tengamos a
nuestro alcance una asistencia sanitaria de calidad.
Las personas
que se dedican al ejercicio de la enfermería son almas de corazón y de cuidado
que pasan por nuestra vida. Son almas a las que les es suficiente un minuto
para dejar una huella que se mantiene por toda una eternidad en nosotros. ¡Gracias
por ser nuestros ángeles protectores!
En ocasiones
no nos damos cuenta del esfuerzo que realizan los profesionales de la sanidad
pública y de la sensibilidad con la que abordan cuestiones que desconocemos
hasta que nos tocan de cerca. No debe ser fácil atender cada día a familias que
llegan nerviosas porque no saben muy bien qué le pasa a sus seres queridos y
desean que les atiendan y les curen lo antes posible.
No todas las
actividades humanas exigen de quien las practica tanta elevación moral como la
medicina. Ello se debe a que los médicos trabajan con lo más preciado que
tienen los seres humanos, su vida y su salud. De ahí la importancia que la
ética profesional ha tenido siempre en medicina, al menos desde los orígenes de
la tradición médica en tiempo de los hipocráticos. De hecho la ética del
Juramento Hipocrático, no ha sido solo el santo y seña de la moral médica
durante 25 siglos, sino también el canon y guía de todas las demás éticas
profesionales.
Desde hace
unas semanas mi padre ha estado ingresado en el hospital de Ferrol, Arquitecto
Marcide. ¡Desde el primer día le han tratado genial!
La Doctora
Tamara Caínzos Romero ha sido un
encanto. Un personaje irrepetible, la bondad personificada, la entrega a los
demás como un servicio vocacional innato a su persona. Excelente profesional,
que brinda al paciente una atención integral, transmitiendo además de
excelentes cuidados médicos, confianza, cercanía y cariño. Somos unos
privilegiados por disponer de una sanidad pública y gratuita y de profesionales
que dan lo mejor de sí mismos para ayudar a la gente.
El
asesoramiento, trato, interés y atención depositada durante todo el proceso ha
sido inmejorable. Así como también mencionar a todo el personal de la tercera
planta. La sensación es estar en manos de un equipo humano muy profesional. “Un
buen médico debe escuchar como un sacerdote, razonar como científico, actuar
como un héroe y hablar como una persona normal.” Albert Schweitzer. La empatía es una forma de conocimiento y
aproximación al otro, un intento de ponerse en el lugar de la otra persona. En
la relación médico-paciente es además un valor, una actitud y una
habilidad que ha sido llamada LA
QUINTAESENCIA DEL ARTE DE LA MEDICINA.
Ser
agradecido siempre es de buena educación y demuestra lo que sentimos por esas
personas que dan sus vidas por nosotros, pero cuando pasamos por una enfermedad
y los profesionales de la salud nos tratan, nos cuidan con cariño y arriesgan
sus vidas, además de aliviar o curar nuestros dolores o los de algún familiar,
necesitamos tener las mejores palabras para enviarles frases de agradecimiento
a médicos y enfermeras por todo su esfuerzo.
Sé que mi
padre tiene todavía un largo camino por delante de revisiones, controles, de
sentirte siempre en la cuerda floja, pero con personas como usted todo es más fácil.
Gracias
doctora Tamara Cainzos por dedicar su vida a tratar de ganar la batalla en los
días que pensábamos lo peor… por su profesionalidad, por su exquisito trato
humano y su gran capacidad para transmitir tranquilidad. Personas como usted
hacen que el mundo sea un poco mejor, nos devuelven la confianza en el ser
humano.
Sin más que
añadir y deseándole lo mejor en la vida a usted y a sus seres queridos, me
gustaría despedirme con tres palabras: gracias, gracias y gracias.
José Carlos
Enríquez Díaz
Emocionante y sincero. Te he aplaudido con lágrimas.
ResponderEliminarMe alegra que el artículo pueda servir para animar a los que estáis en primera línea en estos tiempos de Covid tan difíciles. -el aplauso es para vosotros. Merecéis eso y mucho más....
EliminarQue bonita carta. Soy enfermera, así que le doy las gracias por sus palabras.
ResponderEliminarPero sobre todo quería decirle que estoy totalmente de acuerdo con las palabras que le dedica a Tamara Cainzos hace unos años trató a una familiar y sin duda estamos super agradecidos porque ella ayudó a que todo saliera bien.
Muchas gracias por el reconocimiento a la labor de enfermería,nos ayuda a seguir trabajando bien día a día.
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