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martes, 28 de mayo de 2013

El Burro

                                                                                

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal rebuznó fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo qué hacer.
Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burrodel pozo.
Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle.
Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y deseperó horriblemente.
Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.
El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio…
Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble : Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra.
Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra… el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba.
Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos. Usa la tierra que te echan para salir adelante
Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,.
2 Corintios 12:10
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Fuente: renuevodeplenitud.com

jueves, 25 de abril de 2013

La salvación empieza en esta vida



La conclusión final, del análisis sobre la relación entre vida y salvación, es que  nuestra fe en la salvación eterna y definitiva, que Jesucristo nos concedió, no puede de ningún modo marginar y menos olvidar que la salvación cristiana empieza en está vida. Y esto es de tal modo importante que la salvación de la “otra” vida se plantea y se resuelve en la medida en que se plantea y se resuelve acertadamente la salvación en “esta” vida y para “esta” vida. Desde este punto de vista, se puede y se debe decir que la salvación acontece, ante todo, en la vida. Y, por lo tanto, se tiene que manifestar en defender la vida, potenciar la vida, dignificar la vida y lograr que la gente viva más feliz. Eso tiene una implicación inmediata en el compromiso y la lucha por lograr que vivan con más seguridad y dignidad los que tienen la vida más amenazada y más atropellada: en definitiva los pobres, los débiles, las víctimas de la historia.
           
Cuando hablamos de salvación nos referimos a la salvación de los pecados, que Cristo nos consiguió con su muerte. Tal afirmación, por supuesto, es central en nuestra fe. Porque la “justificación” (dikaicosyne), que Dios nos concedió, consiste esencialmente en el perdón y la rehabilitación de los que estábamos perdidos a causa del pecado (Rom 1, 16-17;4,13 17.21 Gal3,6-9). Lo que pasa es que cuando se habla de pecado y de sus consecuencias, mucha gente piensa solamente en las consecuencias que eso tiene en la “otra” vida, osea en la posibilidad de infierno y perdición eterna. Y non se piensa como es debido, en las consecuencias que el pecado tiene, en primer lugar, en está vida. Y, además nunca se nos tendría que ir de la cabeza la cantidad de dolor, sufrimiento, humillación y desgracias que ocasionan precisamente los pecados de los hombres, es decir, el mal que los seres humanos se causan a sí mismos y nos causamos los unos  a los otros precisamente porque pecamos.
           
La salvación Cristiana es, por supuesto, la salvación del pecado. Pero, precisamente por eso, es salvación, no solo eterna, sino también histórica. Es decir salvación que actúa y se tiene que poner de manifiesto en está vida, concretamente en la defensa y dignificación de la vida para todos.