J. Calles (Com. Neocatecumenal) desea que el Sr. Pikaza sienta y camine con la Iglesia
J J Calles dice a Pikaza: "Espero y deseo que el documento conclusivo del próximo Sínodo de los Obispos sobre la familia a celebrar el próximo otoño ayude al señor Pikaza a sentir y caminar con la Iglesia y su Evangelio sobre el amor, el matrimonio y la familia cristiana"
J J Calles dice a Pikaza: "Espero y deseo que el documento conclusivo del próximo Sínodo de los Obispos sobre la familia a celebrar el próximo otoño ayude al señor Pikaza a sentir y caminar con la Iglesia y su Evangelio sobre el amor, el matrimonio y la familia cristiana"
Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. ¡Pueblo mío, los que te guían te engañan y tuercen el curso de tus caminos!” (Isaías 3:12) Aquel que no case en el sistema creado será excomulgado, acusado de hereje, rebelde, maldecido y atado y se le estigmatiza de tal manera que sea rechazado por los demás miembros de la organización. Este espíritu de fariseo (hipócrita) está vivo hoy más que nunca produciendo: Orgullo, autosuficiencia, legalismo el cual antepone a toda otra consideración, la aplicación de las leyes creadas bajos sus propios estándares y no los estándares divinos. Anótadlo.
Aquellos que te rechazan, aquellos que te abandonan por la verdad tienen una razón fuerte. Te ven como una amenaza contra algo muy querido por ellos. Tu vida separada es una reprensión a su intolerancia . Pablo escribió a Timoteo: Ya sabes que todos los de la provincia de Asia me han abandonado (2 Timoteo 1:15). Pablo se había entregado por completo a esta misma gente, declarándoles todo el consejo de Dios. Él estaba sin culpa delante de ellos; santo, sin reprensión. Él fue rechazado por las iglesias en Asia y sus propios hijos espirituales lo evitaban. Cómo reacciona el justo cuando es rechazado, echado fuera, apedreado? Jesús reaccionó, como un cordero no abrió su boca. No pidas fuego del cielo sobre aquellos que abusan de ti. ¿No sería mejor dejar que los defrauden? (1 Cor. 6:7). Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos;(1 Cor. 4:12). Ora por los que te usan despiadadamente.
El diálogo es un deber ser, una meta, es algo que se construye en el tiempo y en el acontecer histórico; y decidir quedar al margen es –parafraseando a san Agustín– como querer estar fuera de la Iglesia El diálogo requiere una profunda espiritualidad que hace al hombre capaz como hizo Jesucristo, de perseverar en su fe en el amor de Dios también cuando todo parece desmoronarse. El diálogo, en fin, requiere una entrega total de sí mismo a imitación de Cristo. De ahí que la espiritualidad cristiana sea en el fondo una espiritualidad del diálogo “se debería escuchar ante todo a Dios y a Cristo antes de escuchar al hombre, y continuar escuchando mientras se escucha al hombre, Cristo es continuamente nuestro maestro y nuestro modelo; contemplándole, escuchándole, uno se pregunta sin cesar: ¿cómo ve Él al otro? ¿Qué es lo que El desea dar a este hombre? ¿Y que le ha dado ya antes de este encuentro?
Estás personas son miedosas del mundo, del avance, de la alegría, de la simpatía. Son seres impuros que custodian una pureza que nunca tuvieron porque no la saben recibir de quien se la puede ofrecer: el delincuente y ateo, el creyente y la puta; el niño y el hombre arrugado. Su verdad es la verdad de los ignorantes y necios y con su cultura mal llevada, inútil carga, van por la vida dando lecciones a los que lo leen.
Tiene razón Pikaza cuando dice:"El cristianismo no es un "dogmario" (religión de dogmas), ni un "ideario" (suma de ideas), sino el relato poderoso de la vida de Jesús, asumida y recreada por los creyentes... Sin ese imaginario (símbolo real), sin la figura concreta del Jesús que camina con los hombres y les cura, que sufre con ellos y les ama... el cristianismo se habría convertido en gnosis intimista o sistema doctrinal y administrativo (como algunos, quizá, pretenden, sin darse cuenta de que así lo acaban destruyendo).
No tengo más tiempo para profetas arrogantes, con estilo propio que pelean o amenazan o echan maldiciones a diestra y siniestra. Cuando Semei estaba sobre en el monte tirándole piedras a David mientras retrocedía de Jerusalén y de Absalón, el capitán del ejército dijo, ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Dejadle que maldiga, que Jehová se lo ha dicho. Quizá mirará Jehová a mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy. (2 Sam. 16:6, 9-10, 12). Por lo menos en el Blog de Xabier Pikaza se habla de diálogo.
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