El candidato 'popular' de Getafe pide el voto en bolsitas que contienen preservativos.
La imagen resulta impensable hace años. Pero el PP quiere demostrar que es un partido que se adapta a los tiempos, al igual que su merchandising político.
El paso al frente lo ha protagonizado Juan Soler, alcalde de Getafe y candidato del PP a la reelección en el Ayuntamiento de este municipio madrileño.
El rostro del diputado regional Juan Soler, alcalde de Getafe y candidato del PP a repetir en el Ayuntamiento, en el interior de una bolsita transparente del tamaño de dos cajas pequeñas de cerillas unidas por el costado. Sobre su cabeza y arropado por un fondo azul PP el eslogan de su campaña: «Sensibilidad y eficacia». En la parte trasera, ademas de un «vota Juan Soler», el regalito contiene un condón.
Los condones se repartieron el pasado viernes durante el desarrollo de la vigésima edición de la 'Zombie Survival', que se incluye dentro de los denominados 'World Real Game's. Desde la candidatura de Juan Soler indicaron que se van a entregar también durante toda la campaña y, sobre todo, a partir del próximo jueves que es cuando Getafe da el pistoletazo de salida a sus fiestas patronales con la bajada de la virgen.
Fuente: Infovaticana
Sin embargo podemos ver las incoherencias del PP con otra noticia tomada de un diario de levante:
El grupo popular rechazó ayer en la comisión de Sanidad de las Corts una proposición no de ley de Esquerra Unida que reclamaba al Consell el reparto gratuito de preservativos entre los jóvenes en centros de ocio, institutos, universidades y otros lugares frecuentados por éstos. Ángela Barceló, del PP, rechazó que Sanidad haga una "distribución masiva" de condones y defendió que éstos ya se reparten gratuitamente en centros de lucha contra el Sida, de planificación familiar o en programas de distribución de jeringuillas. Marina Albiol (EU) acusó al PP de estar atada a "los mandatos de la jerarquía Católica.
En el 2009 los jóvenes del PP también reparten condones contra el bipartito:
La iniciativa es casi revolucionaria en un partido que hace nada alentaba manifestaciones multitudinarias en pro de la familia, frente a los matrimonios homosexuales y que llegó a personarse en los juzgados contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Cierto que Feijóo nunca quiso sumarse a las algaradas del ala más a la derecha del partido. Pero tampoco se había significado en contra. Y cuando amagó con hacerlo, los sectores más ultras del PP -y sus medios afines- se le volvieron en contra.
Después de emplearse en renovar las caras de sus candidaturas, Feijóo parece ahora decidido a matar al padre. Su antecesor, Manuel Fraga, nunca toleró las bromas con la educación sexual. En vísperas de sus últimas autonómicas, un reportero de Caiga quien Caiga disimuló un preservativo mientras chocaba su mano. Al darse cuenta, el presidente de la Xunta lo despreció y soltó una de esas frases para animar la campaña y alejarse, un poco más, del votante joven. "Nunca he utilizado uno y prometo morirme sin hacerlo", espetó. De hecho, el veterano senador los considera "una telaraña para el contagio y una barrera para el placer".
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