jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Va a seguir D. Julian Callado?






El laissez faire, laissez passer no cabe ante determinadas situaciones. Reconozco que puede ser muy cómodo pero no le han hecho arzobispo para comodidades.

¿Va a seguir callado el arzobispo de Santiago en cuya diócesis se va a celebrar el XVI Foro de Encrucillada con la monja Teresa Forcades. Aunque la benedictina sostenga tesis morales en abierta contradiccción con la Iglesia?. Acude también Pagola, y será presentado por Torres Queiruga, de doctrina más que sospechosa. Como bien dice D. francisco de La Cigoña: “ El callar ante todo termina estallando en las narices del silente”. Y le quedan chamuscadas.” Y sigue diciendo “No falta quien dice que el obstáculo a que la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española se pronuncie sobre el teólogo compostelano es precisamente Julián Barrio. No tenemos prueba fehaciente de que sea así pero me consta que así dicen algunos”.


¿Un párroco de Mondoñedo-Ferrol, de conocidos antecedentes, tiene también bula?
Este es el programa trapallento:


XXVI Foro Encrucillada NOVEMBRO DO 2011


Será o 5/11/2011. Contamos con:


• José Antonio Pagola (Unha espiritualidade centrada en Xesús),
• Teresa Forcades (O feminino na espiritualidade) e
• Luís González-Carvajal Santabárbara (Espiritualidade e praxe cristiá).




• Título do Foro:


Por unha nova espiritualidade


Horario:


09:30: Presentación: María Cancelo
10:00: J.A. Pagola. Presenta: Andrés
11:30 descanso
12:00 T. Forcades. Presenta: Miguélez
13:30: Celebración. Carme Soto e Marisa.
16:00: L. Carvajal. Presenta: Pedro
17:30: Mesa redonda cos tres relatores, moderada por Pilar Wirtz.


¿Y qué será eso de la "celebración"? Lo que celebrariamos muchos es que los obispos implicados dijeran algo.

Una de las enfermedades más horripilantes y difundidas en la Iglesia de hoy es el letargo de los Guardianes de la Fe de la Iglesia. No estoy pensando aquí en aquellos obispos que son miembros de la “quinta columna”, que desean destruir la Iglesia desde adentro, o transformarla en algo completamente diferente. Estoy pensando en los obispos mucho más numerosos que no tienen esas intenciones, pero que no hacen ningún uso de la autoridad cuando es el caso de intervenir contra teólogos o sacerdotes heréticos, o contra prácticas blasfemas de culto público. O cierran los ojos y tratan, al estilo de las avestruces, de ignorar tanto los tristes abusos como los llamados al deber de intervenir, o temen ser atacados por la prensa o los mass-media y difamados como reaccionarios, estrechos de mente o medievales. Temen a los hombres más que a Dios. Se les pueden aplicar las palabras de San Juan Bosco: "El poder de los hombres malos reside en la cobardía de los buenos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario