La desigualdad de los ingresos en los hogares se sitúa en España alrededor del promedio de la OCDE: por debajo de EEUU, Italia, Portugal y Reino Unido, pero por encima de Alemania y Francia. La desigualdad ha disminuido desde mediados de los años 80, contrariamente a lo ocurrido en la mayoría de los países de la OCDE. El ingreso medio del 10% de la población española con mayores ingresos era en 2008 alrededor de 38.000 euros, es decir 11 veces mayor que el del 10% de la población española con menores ingresos, que tenía un ingreso medio de 3.500 euros.
La diferencia de salarios entre el 10% más alto y el 10% más bajo ha disminuido en España un 20% entre el 1994 y el 2008. En el mismo período, ésta se ha incrementado prácticamente en todo el resto de los países de la OCDE.
La tasa de paro alcanza así su nivel más alto de la serie histórica comparable, que arranca en 2001. Remontándose más atrás, utilizando series no comparables, no se alcanzaba un porcentaje de esta naturaleza desde el primer trimestre de 1994, cuando la tasa de paro se situó en el 24,55% (su valor más alto desde 1976).
Durante el primer trimestre se destruyeron 374.300 puestos de trabajo (-2,1%), con lo que el número de ocupados alcanzó la cifra de 17.433.200 personas, su nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2003.
El descenso de la ocupación ha sido casi tres veces superior entre los varones, con 278.300 empleos menos, que entre las mujeres (96.000 menos), si bien el aumento del desempleo en el trimestre les ha afectado de manera similar, con 183.700 parados más en el caso de los varones y 182.200 mujeres más en paro.
En comparación con el mismo periodo del año pasado, el paro se incrementó en el primer trimestre en 729.400 desempleados, un 14,8%, mientras que los empleos destruidos alcanzan los 718.500 (-3,9%).
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