La ministra de Vivienda francesa, la ecologista Cécile Duflot, reclamó hoy un shock de solidaridad a quienes poseen edificios vacíos para ayudar a las personas que viven en la calle durante el invierno, entre ellos la Iglesia católica, a quien urgió a recibir a los sin techo bajo amenaza de expropiar temporariamente sus espacios inutilizados.
Necesitamos un verdadero shock de solidaridad. Espero que no sea necesario demostrar autoridad. No entiendo por qué la Iglesia Católica no comparte nuestros objetivos de solidaridad, dijo Duflot, uno de los dos ecologistas del gobierno socialista del presidente Francois Hollande, al diario Le Parisien.
La Iglesia forma parte de las personas morales a las que el Estado puede requisar. Parece que el arzobispo de París posee varios edificios casi vacíos. Acabo de escribirle una carta para ver cómo se pueden utilizar esos locales, agregó la dirigente durante la entrevista con el periódico.
Con el frío del invierno es más dramática la situación de las personas sin hogar. El ministro Duflot quiere apoderarse de los edificios vacíos, incluso las de la Iglesia. Y la polémica estalló.
La difícil situación de las personas sin hogar es aún más dramático con la llegada del invierno y las heladas. Así Cécile Duflot, ministro francés responsable de la política de vivienda ha indicado que se está preparando para aprovechar edificios vacíos, los bienes públicos, sino también privados, para albergar a los sin techo. Y ahora, en la mira de la exponente de los Verdes es sobre la Iglesia Católica.
En una entrevista con el diario Le Parisien, el Duflot dice que los edificios de la Iglesia posee en París y en otras partes del país están vacíos. Y así, esta institución estará sujeta a las solicitudes de los edificios en beneficio de las personas sin hogar, que se espera antes de fin de año:
"Espero que no tengamos que intervenir con ellos de una manera autoritaria - dijo -. No podría decir si la Iglesia no compartían los mismos objetivos de nuestra solidaridad"
Profecías de la Beata Ana Catalina Emmerich
«Vi una muchedumbre innumerable de desgraciados oprimidos, atormentados y perseguidos de nuestros días en varios lugares, y vi siempre que se maltrataba por ello a Jesucristo en persona. Estamos en una época deplorable en la que no hay ya más, refugio contra el mal: una densa nube de pecado pesa sobre el mundo entero, y veo a los hombres hacer las cosas más abominables con una tranquilidad y una indiferencia completas.(...)Vi todo esto en varias visiones mientras que mi alma era conducida a través de diversos países sobre toda la tierra» (CC.89)«Vi nuevos mártires, no del tiempo presente (1820, año de la visión) sino del tiempo que vendrá.(...) Sin embargo veo que se les oprime ya» (AA.III.112)
Vi en una ciudad, una reunión de eclesiásticos, de laicos y de mujeres, los cuales estaban sentados juntos, comiendo y haciendo bromas frívolas, y por encima de ellos una nube oscura que desembocaba en una planicie sumergida en las tinieblas. En medio de esta niebla, vi a Satán sentado bajo una forma horrible y, alrededor de él, tantos acompañantes como personas había en la reunión que ocurría debajo. Todos estos malos espíritus estaban continuamente en movimiento y ocupados en empujar al mal a esta reunión de personas. Ellos les hablaban a la oreja y actuaban sobre ellos de todas las maneras posibles. Estas personas estaban en un estado de excitación sensual muy peligroso y ocupados en conversaciones ociosas y provocantes. Los eclesiásticos eran de esos que tienen como principio: «Hay que vivir y dejar vivir. En nuestra época no hay que estar aparte ni ser un misántropo: hay que alegrarse con los que se alegran». (AA.II.488)
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