Yo creo que el evangelio debe ser acompañado del poder y de la manifestación del Espíritu Santo - ¡obrando milagros, demostrando que el evangelio es verdadero!
Pablo sostuvo con firmeza, “y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder” (1 Corintios 2:4). En griego aquí se refiere a tener “prueba.” Pablo está diciendo, “Yo predico el evangelio con prueba.
¡Dios y el Espíritu Santo me respaldan con señales y prodigios! Hebreos 2:4 dice que Dios en efecto confirmó el mensaje de Pablo con señales y prodigios: “testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.”
Los creyentes del Nuevo Testamento tenían una oración: “mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús” (Hechos 4:30). Estos apóstoles fueron por todas partes predicando el evangelio completo.
“Sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.” (Hechos 2:43). “Por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo... Los que creían en el Señor aumentaban más, gran número de hombres y de mujeres... ” (Hechos 5: 12, 14).
Pablo sostuvo con firmeza, “y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder” (1 Corintios 2:4). En griego aquí se refiere a tener “prueba.” Pablo está diciendo, “Yo predico el evangelio con prueba.
¡Dios y el Espíritu Santo me respaldan con señales y prodigios! Hebreos 2:4 dice que Dios en efecto confirmó el mensaje de Pablo con señales y prodigios: “testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.”
Los creyentes del Nuevo Testamento tenían una oración: “mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús” (Hechos 4:30). Estos apóstoles fueron por todas partes predicando el evangelio completo.
“Sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.” (Hechos 2:43). “Por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo... Los que creían en el Señor aumentaban más, gran número de hombres y de mujeres... ” (Hechos 5: 12, 14).
He aquí uno de los versículos que resumen todo lo anterior -que demuestra que un evangelio predicado por completo debe incluir señales y prodigios: “Sin embargo, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con valentía, confiados en el Señor, el cual daba testimonio de la palabra de su gracia, concediendo que se hicieran por las manos de ellos señales y prodigios” (Hechos 14:3). Este versículo habla sobre los apóstoles que ministraron con audacia durante mucho tiempo, predicando gracia y arrepentimiento, y posteriormente, Dios les concedió que ejecutaran señales y prodigios con sus manos.
De la iglesia de los últimos días se dirá “ Ellos saliendo, predicaron en todas partes, ayudándolos el Señor y confirmando la palabra con las señales que la acompañaban” (Marcos 16:20). Esto es lo que Dios tiene previsto para nosotros.
Los milagros de la iglesia de los últimos días serán genuinos, indisputables, innegables, y aún así, éstos no serán muy conocidos. Sin embargo, éstos serán realizados por manos de santos ordinarios y separados a quienes Dios conoce y que tienen intimidad con Jesús.
Estos creyentes emergerán de closet secreto de oración -un pequeño ejército preparado, lleno de fe y con ningún otro deseo más que el hacer la voluntad de Dios y de glorificarle. Ellos no tendrán miedo y serán poderosos en oración.
¡Ellos abrirán naciones enteras al evangelio y Dios confirmará Su Palabra a través de maravillosos milagros!
De la iglesia de los últimos días se dirá “ Ellos saliendo, predicaron en todas partes, ayudándolos el Señor y confirmando la palabra con las señales que la acompañaban” (Marcos 16:20). Esto es lo que Dios tiene previsto para nosotros.
Los milagros de la iglesia de los últimos días serán genuinos, indisputables, innegables, y aún así, éstos no serán muy conocidos. Sin embargo, éstos serán realizados por manos de santos ordinarios y separados a quienes Dios conoce y que tienen intimidad con Jesús.
Estos creyentes emergerán de closet secreto de oración -un pequeño ejército preparado, lleno de fe y con ningún otro deseo más que el hacer la voluntad de Dios y de glorificarle. Ellos no tendrán miedo y serán poderosos en oración.
¡Ellos abrirán naciones enteras al evangelio y Dios confirmará Su Palabra a través de maravillosos milagros!
David Wilkerson
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