miércoles, 25 de enero de 2012

Los otros creyentes


David Santamaría del Río - Luis Santamaría del Río
Los otros creyentes. El hecho religioso no católico en la provincia de Zamora.
Ed. Semuret. Zamora, 2011. 278 páginas.
ISBN: 978-84-88954-98-5
Precio: 15 euros.

Sinopsis


¿Cómo viven su religión los musulmanes en Zamora? ¿En qué creen los testigos de Jehová? ¿Desde cuándo hay protestantes en nuestra provincia? ¿Cuáles son las diferencias entre las comunidades evangélicas? ¿Quiénes forman parte de estas confesiones? ¿Hay grupos esotéricos? ¿A qué se dedican?

En este libro se detallan la llegada a Zamora, el devenir y la actualidad de las minorías religiosas y espirituales, sus doctrinas y prácticas, y la realidad sociológica de esta población, después de un largo período de investigación que incluye la sociología, las teologías y la historia.


Trabajo realizado con una Beca a la Investigación del Instituto de Estudios Zamoranos “Florián de Ocampo” (XX edición, año 2005).

Índice

+ Introducción

La perspectiva sociológica del hecho religioso
Secularización y pluralismo religioso
El pluralismo religioso en España
Los otros creyentes de Zamora
Objeto del estudio y metodología


+ Introducción a la reforma protestante en España y en Zamora

+ La Iglesia Española Reformada Episcopal

1. Origen e historia. Su recorrido en Zamora
2. Doctrina y ritos

+ Las Asambleas de Hermanos


1. Origen e historia. Las Asambleas de Hermanos en España. Su recorrido en Zamora
2. Doctrina y ritos
3. Composición sociodemográfica y relaciones entre miembros
4. Coordinación organizativa. Economía. Disciplina
5. Evangelización y entrada al grupo
6. Entorno social e institucional
7. Futuro


+ Las Asambleas de Dios

1. Origen e historia. Las Asambleas de Dios en España. Su recorrido en Zamora
2. Doctrina y ritos
3. Composición sociodemográfica y relaciones entre miembros
4. Coordinación organizativa. Economía. Disciplina
5. Evangelización y entrada al grupo
6. Entorno social e institucional
7. Futuro


+ La Iglesia Evangélica de Filadelfia


1. Origen e historia. Las Iglesia Evangélica de Filadelfia en España. Su recorrido en Zamora
2. Doctrina y ritos
3. Composición sociodemográfica y relaciones entre miembros
4. Coordinación organizativa. Economía. Disciplina
5. Evangelización y entrada al grupo
6. Entorno social e institucional
7. Futuro

+ Los Adventistas del Séptimo Día

1. Origen e historia
2. Doctrinas y ritos
3. Organización y prácticas
4. Presencia en Zamora



+ Los testigos de Jehová


1. Origen e historia. Los testigos de Jehová en España. Su recorrido en Zamora
2. Doctrina y ritos
3. Composición sociodemográfica y relaciones entre miembros
4. Coordinación organizativa. Economía. Disciplina
5. Evangelización y entrada al grupo
6. Entorno social e institucional
7. Futuro

+ El islam

1. Origen e historia. El islam en España. Su historia en Zamora
2. Doctrina y ritos
3. Situación social
4. Práctica religiosa


+ El Centro de Estudios del Autoconocimiento

1. Historia, creencias y prácticas
2. Testimonio de un antiguo miembro
3. Actualidad y actividades en Zamora

+ Maitreya


1. Doctrina
2. Meditación de transmisión y difusión del advenimiento de Maitreya. Situación en Zamora

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Temor en el planeta



WASHINGTON (AP) — El Sol está bombardeando la Tierra con radiación proveniente de la erupción solar más grande que se ha producido en más de seis años, y se anticipa que el proceso continuará hasta mediados de semana.

La erupción solar ocurrió aproximadamente a las 04.00 GMT del lunes y la radiación está impactando en nuestro planeta con tres efectos distintos en tres momentos diferentes, dijo el Centro de Predicción de Meteorología Espacial de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA).

La radiación incide sobre todo en los satélites y los astronautas en el espacio. Puede causar problemas de comunicación a los aviones en vuelos transpolares (los que atraviesan el polo norte), según un físico del Centro, Doug Biesecker.

La radiación de la tormenta del domingo llegó a la Tierra una hora después, y probablemente continuará hasta el miércoles. Los niveles son considerados intensos, pero ha habido otras tormentas más fuertes. Es la más intensa en cuanto a radiación desde mayo de 2005.

La radiación —en forma de protones— llega desde el Sol a 150 millones de kilómetros por hora.

"Todo el volumen del espacio entre aquí y Júpiter está lleno de protones y uno no se libera de ellos así sin más", comentó Biesecker. Es por eso que los efectos se prolongarán un par de días.

Entonces (en los tiempos del fin) habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Los hombres quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca." (Lucas 21:25-27).

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Siempre que vemos eventos que trascienden la tierra, que no pueden ser controlados por los seres humanos, las antenas proféticas deben ponerse en atención todos los hijos de Dios que vehementemente esperan su retorno. La mayoría de las profecías relacionadas con el sol y la luna tienen una conexión extremadamente fuerte con la hora de la "Gran Tribulación".

Por ejemplo, en Apocalipsis se nos dice:

"Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto, la luna entera se volvió toda como sangre" (Apocalipsis 6:12).

No lo estoy afirmando, pero no veo lo ostentoso de hacer la siguiente declaración. "En mi opinión, estos sucesos, los que los científicos han calificado como ""enormes llamaradas dirigidas directamente a la Tierra en tan poco espacio de tiempo era algo sin precedentes (...) que es como una anomalía estadística..." no son más que cumplimiento parcial de esta profecía de Lucas 21.

Y finalmente, lo que más me gusta es lo siguiente:

"Entonces (cuando estas señales sucedan) verán al Hijo del hombre que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca." (Lucas 21:25-27).

Yo te daré reposo



Dios le ha prometido un glorioso reposo a su pueblo, un reposo que incluye paz y seguridad para nuestra alma. El Señor ofreció este maravilloso descanso al pueblo de Israel. Dicho descanso significa una vida abundante de gozo y victoria, sin temor, culpa o condenación. Hasta el tiempo de Jesús, ninguna generación de creyentes caminó completamente en esta bendita promesa. ¿A
qué se debe esto? La Biblia deja muy claro que ello es resultado de la incredulidad. “Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.” (Hebreos 3:19).

Por su incredulidad, el pueblo de Dios - durante el periodo de reyes y profetas de la generación de David- experimentó una vida miserable, llena de dudas, temor y sin paz. En cada generación el reposo fue prometido pero éste fue rehusado -éste nunca fue adquirido ni comprendido.

De ahí que cuando leemos Hebreos 4, encontramos que esta gloriosa vida de fe aún no ha sido reclamada: “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios” (versículo 9).También leemos que: “...puesto que falta que algunos entren en él. . ." (versículo 6). La Biblia amonesta a los creyentes del día de hoy con la siguiente advertencia: “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo
alcanzado.” (versículo 1). Miles y miles de creyentes sostienen que han sido llenados con el Espíritu de Dios, no obstante pocos han entrado en su promesa de reposo. Muchos son envueltos por vientos y olas doctrinales, conducidos por agitación y culpa, y sin seguridad en lo que Cristo Jesús dijo, “Yo te daré descanso pues mi yugo es fácil y ligera mi carga.” (ver Mateo 11:28-30).

Mi oración es que hoy usted entre en el reposo que Dios tiene para usted.
¡Tómelo por fe y recíbalo pues éste es un regalo gratuito de parte de Dios!






David Wilkerson



lunes, 23 de enero de 2012

Toorres Queiruga: la resurrección sin el resucitado


El padre Carlos Miguel Buela, I.V.E., es sacerdote desde el 7 de octubre de 1971. Desde el comienzo de su sacerdocio se avocó con ahínco a la pastoral juvenil, con la convicción de que la Iglesia se ocupa de los jóvenes “no por táctica sino por vocación”.
Ha fundado el “Instituto del Verbo Encarnado” y el Instituto “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, rama femenina de la Familia religiosa “del Verbo Encarnado”. Ambos institutos cuentan con rama contemplativa y activa y a 26 años de fundación tienen más de 1500 miembros misionando en los cinco continentes. Su carisma es la prolongación de la Encarnación del Verbo en todas las manifestaciones del hombre y su fin específico la evangelización de la cultura.

Entre sus libros encontramos Jóvenes hacia el tercer milenio, libro que ya lleva la quinta edición y fue premiado en la Feria Internacional del Libro como «mejor libro sobre Religión y Espiritualidad».También es autor del Catecismo de los jóvenes, Modernos ataques contra la familia, María de Luján. El misterio de la Mujer que espera; Fátima. Y el sol bailó; Sacerdotes para Siempre, Pan de vida eterna y Cáliz de eterna salvación, y de numerosos artículos publicados en diversas revistas. Incansable predicador y gran propulsor de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

1. La resurrección sin milagro

Para el idealismo moderno y el progresismo cristiano, la resurrección surge de la idealización póstuma de Jesús muerto. La gloria nace de una derrota. De este modo se altera la narración evangélica para la cual la fe nace de la percepción real del Resucitado, de Aquel que ha derrotado a la muerte. Así dice Andrés Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, recientemente traducido al italiano [2] , en la frase de portada que comenta el texto: «No solamente la resurrección no es un milagro, sino que ni siquiera es un acontecimiento empírico. Y la fe en la resurrección no depende del hecho de que se acepte o rechace la realidad histórica del sepulcro vacío». El opúsculo es interesante en la medida en que es la expresión culminante de una tendencia que, después de Bultmann, se ha vuelto hegemónica en los estudios exegéticos y teológicos: según la cual la resurrección es una piedra errante, un peñasco errático que la crítica debe quitar para hacer comprensible al hombre moderno el contenido de la fe cristiana. Es la enseñanza progresista que expresa el nuevo gnosticismo cristiano.

a. No a la interpretación de siempre

Pretenden que no se dé una lectura realista de la resurrección y que sólo se admita la interpretación “simbólica”, negando así la fe católica en la resurrección. En una singular inversión de los procesos cognitivos la fe no presupone el sepulcro vacío y la experiencia tangible del Resucitado; al contrario, es el Cristo resucitado que “aparece” en cuanto tal sólo en la precomprensión de la fe. De este modo una parte conspicua de la literatura teológica –la que da por descontado la oposición entre el “Cristo histórico” y el “Cristo de la fe”– abandona la posición realista y se encuentra, necesariamente, con el punto de vista idealista. Para éste no es la realidad, lo que acontece concretamente, lo que mueve y explica la “persuasión”; al contrario, es la “visión del mundo”, la fe preliminar, la que hace que sean evidentes, “visibles”, hechos que de otro modo no subsisten. La fe, privada de toda racionabilidad, ya no es “juicio” sino “pre-juicio” que “ve” de manera deforme de la realidad, lugar de una experiencia “mística”, afectiva, idealizante. La fe idealiza, gracias a la mediación imaginativa, su objeto. En el caso del cristianismo esto significa que Cristo “aparece” como el resucitado en la fe, gracias a la fe. Fuera de la fe hay sólo el ‘misterio’ de una tumba vacía, de un cadáver desaparecido. Un problema que no le interesa a la fe, para la cual lo que importa es solamente el Cristo ideal, divino. La resurrección no necesita la carne de Jesús de Nazaret, su persona singular; basta la idea, el símbolo del Hombre-Dios. La fe vive de la idea, no de la realidad.

Este presupuesto, verdadero y propio a priori conceptual, es patente en el texto de Torres Queiruga. Para el filósofo de Santiago de Compostela las adquisiciones «irreversibles» de la exégesis y de la cultura actual hacen que ya no se pueda concebir «la presencia activa de Dios como una injerencia puntual, es decir, física y comprensible para los sentidos, en la trama del mundo» [3] . Una definición perfecta de la Encarnación que el autor suprime con una simple tachadura de su pluma. Al igual que Bultmann, para quien es «mitológica la concepción en que lo no-mundano, lo divino, aparece como mundano y como humano, el más allá como el más acá» [4] , tampoco para Torres Queiruga Dios puede obrar sensiblemente en este mundo. Por esto «el tratamiento de la resurrección de Jesús como “milagro” –el más espectacular– ha desaparecido definitivamente de los tratados serios. Hasta tal punto que incluso en los tratados más “ortodoxos” puede leerse la afirmación que la resurrección no sólo no es un milagro, sino que ni siquiera es un acontecimiento “histórico”» [5] . La “experiencia” del Resucitado debe alejar toda presencia de tipo empírico. «Si el Resucitado fuera tangible o comiera, necesariamente estaría limitado por las leyes del espacio, es decir, no habría resucitado. Y lo mismo sucedería si fuera visible» [6] . Pensar diversamente significaría someterse al «imperialismo del principio empirista» [7] , hacer imposible «la racionabilidad razonable de la fe en la resurrección» [8] .

b. Según el A., los discípulos ni lo vieron ni lo tocaron, sólo lo imaginaron

Para el autor «los discípulos no vieron con sus ojos al Resucitado ni lo tocaron con sus manos, porque esto era imposible estando él fuera del alcance de sus sentidos» [9] . Lo que ellos “vieron” «no puede conservar ninguna relación material con un cuerpo espacio-temporal» [10] . Por lo demás, «ni siquiera para la vida en el espacio-tiempo puede tomarse sin más el cuerpo como soporte de la identidad», ni «se ve qué es lo que podría aportar la transformación (?) del cuerpo muerto, es decir, del cadáver» [11] . Para el “idealista” Torres Queiruga la “realidad” de Cristo resucitado no presupone su realidad sensible, corpórea, sino que se funda en la subjetividad del creyente, en las «experiencias psíquicas, de visualizaciones o imaginaciones de convicciones íntimas. Convicciones que pueden tener un referente real –el místico en su visión se conecta realmente a Cristo- sin que lo sea la forma en que se presenta» [12] . La “visión” presupone la experiencia interior, la condición personal y ambiental peculiar, a partir de la cual la «mediación imaginativa» [13] –que el autor evoca citando a Kant– se concretiza dando forma al objeto de su aspiración. En el caso de los discípulos, «dentro de la cultura del tiempo, abierta a las manifestaciones extraordinarias y empíricas de lo sobrenatural, podía funcionar con toda naturalidad el esquema imaginativo de la resurrección como una especie de vuelta a la vida» [14] . Los discípulos creyeron verlo porque estaban predispuestos a ello por un contexto, un ámbito espiritual. Dentro de este horizonte el elemento decisivo, la chispa, la provoca la experiencia fundamental de la muerte de Jesús: «El contexto vivísimamente emotivo causado por el drama del Calvario» [15] . Es aquí, en el drama de la desaparición del ser querido, donde madura «lo que podríamos llamar kantianamente el “esquema imaginativo” para comprender la resurrección como ya acontecida» [16] . En el contexto mesiánico-escatológico de Israel la muerte de Jesús provoca un vacío desgarrador, una experiencia de dolor que empuja hacia su resolución. La cruz de Cristo se “transmuta” en la resurrección: «La resurrección tiene lugar en la misma cruz» [17] . Cristo, el muerto, vuelve a la vida en la fe. Torres Queiruga sigue a la letra, sin citarlo, a Rudolf Bultmann: «Cruz y resurrección como acontecimiento “cósmico” son todo uno» [18] . La resurrección no es un acontecimiento real que sigue a la muerte de Jesús en la cruz. Es, simbólicamente, la transfiguración ideal de Cristo inducida por la experiencia trágica de su fin. Con una forma paradójica, que está en el centro del modelo idealista, la ausencia produce la presencia, el vacío da lugar a una plenitud, la privación se trueca en victoria. Esto requiere que se quite de la cruz el aspecto de escándalo, en sentido paulino: el Hijo de Dios colgado en lo que para los modernos es la horca. Este aspecto sería, en los Evangelios, una construcción literaria, no un elemento histórico. Torres Queiruga reconoce que «una costumbre inveterada, que se apoya con fuerza en la letra de los Evangelios, ha llevado a ver la cruz como un lugar de “escándalo”, que decretaba el fin de la fe de los discípulos, los cuales a este punto huyeron, negando y traicionando a su Maestro. Para explicar la recuperación de la fe por parte de los discípulos tuvo que suceder algo extraordinario y milagroso que, con su evidencia irrefutable, los devolvió a la fe. Este algo sería la resurrección, que así obtiene una auténtica “demostración” histórica. No cabe negar que el tema tenga su fuerza, y de hecho sigue siendo el más corriente en los tratados en uso. Sin embargo, una reflexión más atenta ha mostrado, cada vez con más claridad y mayor aceptación entre los estudiosos, su naturaleza de “dramatización” literaria de corte apologético» [19] . Comprobaría esta conclusión el hecho de que la «hipótesis de una traición o de una negación resulta profundamente incomprensible e injusta para con los discípulos» [20] . Estos traicionaron a Jesús en el momento de la prueba suprema, fueron ingratos y sin corazón. Algo inadmisible para el autor. Por otra parte, el escándalo es válido para los romanos, no para los judíos: «Los criminales de Roma eran los héroes del pueblo sometido por ella» [21] .

La cruz de Cristo, en la óptica totalmente positiva perfilada por Torre Queiruga, no es lo que aleja, el lugar de la soledad. Todo lo contrario, es el punto coagulante de la fe: «La crucifixión, con el horrible escándalo de su injusticia, aparece como el más decisivo catalizador para comprender que lo sucedido en la cruz no podía ser el final definitivo» [22] . La cruz no es un punto de huida, sino de “cambio”. Conclusión obligada, la de Torres Queiruga, en la medida en que entre la muerte de Jesús y la fe de la Iglesia naciente no sucede nada. El idealismo, como filosofía del no-acontecimiento, comporta un cortocircuito por el que la fe debe preceder al acontecimiento, no seguirlo. El argumento según el cual los discípulos huyen, aterrados y desmoralizados, tiene una “fuerza propia”, como reconoce el autor, y, sin embargo, no puede admitirse. El vacío debe producir lo lleno, la muerte hacerse idea del Resucitado, y no generar escándalo, huida, desorientación. De otro modo sería “apologética”, no historia. En su efectualidad el muerto es una bandera, el símbolo de una vida que no podía acabar.

Todo lo cual es ‘tomar el rábano por las hojas’, poner el carro adelante y los caballos atrás. Es un axioma que operari sequitur esse. Es negar el principio de no-contradicción afirmar que esse sequitur operari, como lo es hacer del primo posterior, o de lo posterior primo. Como sería que el A. comiera por el ano y defecara por la boca.

2. En la órbita del perverso e impío pensamiento hegeliano

a. La revelación inmanente

Es singular que Torres Queiruga cite varias veces a Kant –por la mediación imaginativa de la fe– y no cite en cambio a Hegel. Es singular porque su reflexión se sitúa, de manera perfecta, dentro del horizonte especulativo idealista, siguiendo su cristología a la hegeliana, con discordancias que, por el tema tratado, son totalmente marginales [23] . Como para Hegel, también para el filósofo español, la revelación «no consiste en la irrupción de algo exterior, sino en el descubrimiento de una presencia que, quizás ignorada o tal vez presentida, ya está dentro y trata de darse a conocer» [24] . El cristianismo concierne a la ontología, no a la historia. Revela lo que está presente desde siempre, aunque velado, en la interioridad del yo; es una relación inmanente, no inducida desde fuera. «No es que en un determinado momento Dios “entra” en el mundo para revelar algo con una intervención extraordinaria. Él siempre está presente y es activo en el mundo, en la historia y en la vida de los individuos, y siempre está tratando de hacer conocer su presencia, para que consigamos interpretarla de manera correcta» [25] . Por esto «lo que hace falta no es que el sol comience a brillar, sino que tengamos limpias y abiertas las ventanas» [26] . La Revelación no es Dios que se “revela”, puesto que lo hace siempre, sino el descubrimiento humano «que constituye revelación en sentido estricto» [27] . Torres Queiruga deshistoriza radicalmente el cristianismo. Lo resuelve en una estructura ideal, en una concepción gnóstico-panteísta según la cual el Dios-en-el-mundo anhela hacerse cognoscible perforando el velo de sombra de la humana ignorancia. El Cristo histórico, como en Hegel, es solamente la “ocasión” del despertarse, en la conciencia, del conocimiento del Cristo ideal. A la par de Sócrates Él es la “comadrona” cuya arte mayéutica trae a la luz al Dios-en-nosotros según la «rica y profunda tradición del magister interior» [28] .

b. Negación de la dimensión empírica de la fe

Esta perspectiva, la idea de una revelación inmanente, respecto a la cual el Cristo histórico es solamente una provocación contingente, aclara el segundo punto de contacto entre Hegel y Torres Queiruga: la negación de la dimensión empírica de la fe. En sus Lecciones sobre la filosofía de la religión Hegel distingue una doble fe: la fe exterior y la fe interior. La fe “exterior” se basa en el Cristo histórico, en su persona y autoridad. Para Hegel, sin embargo, ésta es una fe limitada, contingente. Es «un modo exterior, accidental de la fe. La fe verdadera y propia reposa en el espíritu de verdad. La otra aún concierne a una relación con la presencia sensible inmediata. La fe verdadera y propia es espiritual, está en el espíritu: tiene por fundamento la verdad de la idea» [29] . Respecto a ella «la fe exterior, pues, ha de ser considerada sólo como un medio para alcanzar la verdadera fe; en cuanto exterior está sometida a la contingencia y el espíritu alcanza su verdad no según la contingencia, sino según el libre testimonio» [30] . La fe interior descansa sobre la idea eterna, sobre el ideal inmanente del espíritu, no sobre los milagros o sobre una revelación empírica. Esta es la fe que, según el idealista Hegel, “produce” la idea del Hombre-Dios, transforma al muerto en un resucitado. La fe interior realiza la metamorfosis del Cristo histórico, un utopista judío con un mensaje revolucionario, en el Cristo “teológico”, divino. Gracias a ella la figura de Jesús de Nazaret es destinada a la memoria, al pasado, a la primera aparición no espiritual de lo divino.

c. La sublimación de la derrota de la Cruz

El término que media el paso entre las dos imágenes de Cristo, la empírica y la ideal y es el tercer elemento que une la cristología de Torres Queiruga a la hegeliana– es la muerte de Cristo. La muerte es la resurrección: este topos de la cristología idealista, desde Hegel a Bultmann, es el verdadero nudo en torno al cual se mueve gran parte de la exégesis histórico-crítica. Es un nudo que se sustenta, a nivel especulativo, sólo si vale la aserción de la dialéctica, según la cual lo positivo procede necesariamente de lo negativo. Como escribe el propio Torres Queiruga: «El pensamiento moderno, tanto filosófico como teológico, sabe de la capacidad reveladora de este tipo de experiencia, pues la propia contradicción interna de la misma obliga a buscar la síntesis superior que la reconcilie» [31] . En el caso de la muerte de Jesús «sólo la resurrección y la exaltación permitían superar este terrible contraste, que amenazaba con hundirlo todo en lo absurdo» [32] . De la muerte, de lo negativo, surge la necesidad de lo positivo. Una necesidad ideal: Cristo resucita en la idea, en la concepción de la comunidad, en la fe interior. No en la realidad factual. De ese modo, como escribe Hegel: «Esta muerte es el punto central en torno al cual gira todo, en su concepción reside la diferencia entre la concepción exterior y la fe, es decir, la mediación con el espíritu» [33] . Resulta, como consecuencia, que la fe auténtica se funda en la muerte de Jesús, no en su resurrección, surge del Cristo muerto, no del Cristo resucitado. El Cristo resucitado no funda la fe, es más bien “fundado”, idealizado por la fe. El idealismo, que subyace en la oposición entre el Cristo de la fe y el Cristo de la historia, cambia los términos con que, en la concepción de la Iglesia, se presenta la relación entre fe y realidad. En la medida en que el Resucitado presupone ya la fe en el Hombre-Dios, esa fe debe surgir, necesariamente, de la sublimación de una derrota. El cristianismo, como dogma, surge de la idealización de un fracaso, no del empirismo joaneo basado en lo que fue «visto, oído, tocado con la mano».

3. Una muerte incomprensible y una fe sin resurrección

El idealismo histórico-crítico, basado en la dialéctica de lo negativo, hace difícil no sólo la comprensión de la resurrección –obra de “visionarios”–, sino también la de la muerte de Cristo. Si Jesús no fue condenado a muerte por haberse proclamado Dios, ¿por qué fue crucificado? Se niega la autoproclamación divina en nombre de la oposición entre el Cristo histórico y el Cristo de la fe. Solamente la comunidad de los creyentes diviniza a Jesús que de por sí nunca se concibió como Dios. Para explicar el motivo de la condena no queda otra alternativa que la hipótesis política: Jesús como posible zelote que, peligroso para el orden romano, fue crucificado. Es el leitmotiv del Jesús “judío” que guía la Inchiesta su Gesù de Corrado Augias y Mauro Pesce [34] . Una prueba más de una investigación, curiosa y a veces no banal, que, sin embargo, no consigue, por los presupuestos una vez más idealistas, aportar nada nuevo. El Jesús judío no cristiano [35] de Augias-Pesce es un utopista, cercano al grupo de Juan Bautista, caracterizado por una confianza total en Dios y por una atención especial por los últimos. Un radical, pero sin utopía social organizada, que, más allá del tono y del testimonio, no muestra nada original, en la moral, respecto de la ley hebrea. ¿Por qué, entonces, este soñador, impolítico e inofensivo, fue condenado a muerte? Pesce declara que el poder romano no condenó a muerte a Jesús por motivos religiosos, sino políticos. Las responsabilidades de los miembros de Sanedrín son obra de la reconstrucción, posterior, de los redactores de los Evangelios, filorromanos. Pero ¿cuáles son los motivos políticos por los que Jesús fue condenado? Se trata de sospechas sobre la naturaleza de un movimiento, surgidas en quien «no ha captado las intenciones reales de la acción de Jesús. Por parte de los romanos se trató de un burdo y grave error de valoración política» [36] . Una consideración sorprendente de verdad, que deja pendiente los motivos de la condena a muerte de Jesús. Motivos, que por lo demás, no conciernen, y también esto resulta extraño, a sus discípulos. Igualmente misteriosa es la resurrección, que no fue afirmada por testigos oculares sino por videntes que “veían” dentro de los esquemas cultural-religiosos de Israel. Es asimismo enigmático, en el libro Inchiesta su Gesù, el nacimiento del cristianismo. Pesce no está de acuerdo «con la idea de que el cristianismo nace con la fe en la resurrección de Jesús, ni que nazca gracias a Pablo […]. Pablo como Jesús, no es un cristiano, sino un judío que permanece en el hebraísmo» [37] . El cristianismo nacería, más tarde, en la segunda mitad del siglo II en un proceso de helenización de la posición originaria hebrea. Respecto a Hegel y a Torres Queiruga, Augias y Pesce añaden otra fractura que hace que sea aún más enigmático el nacimiento de la fe cristiana. En el marco hegeliano el cristianismo está mediado por la muerte de Jesús, cuyo producto es la idea del resucitado. En Inchiesta su Gesù surge mucho después de la visión de la resurrección, fruto no de la fe sino de una tardía elaboración teológico-filosófica de impronta helenística. Lo que permanece firme es el topos dominante: la fe no se funda en la resurrección, la precede o la sigue sin tener ninguna relación con ella. Un planteamiento que, en vez de simplificar el problema, lo complica enormemente. Si el Cristo histórico es que el describen Augias y Pesce, un judío observante que carece de originalidad, no se entiende cómo puede ser «el hombre que ha cambiado el mundo». No se comprende por qué fue condenado. Si este hombre terminó su vida derrotado, no se comprende, para quien no acepta la necesidad lógica de la dialéctica, cómo de un muerto puede surgir, en la primitiva comunidad, la fe en un vivo. No se comprende, por último, cómo el “Cristo de la fe” puede prescindir de la resurrección, sea real o imaginaria, y formarse sólo en el siglo II, como pretende Pesce. Un destino singular para el racionalismo histórico-crítico: nacido con la intención de dar claridad al contexto, consigue delinear un cuadro de conjunto lleno de zonas de sombra y saltos en el vacío. El modelo idealista demuestra todos sus límites. Partiendo del prejuicio que el hecho no puede haber acontecido –que Dios no puede hacerse hombre y resucitar de la muerte– debe justificar la fe como idealización. Pero así la narración evangélica se vuelve incomprensible. Si las descripciones del Cristo resucitado constituyen el gran enigma, para el lector antiguo y moderno, su anulación, sin embargo, produce una serie de interrogantes sin respuesta. El Cristo “histórico” se vuelve incomprensible. Hallado, arqueológicamente, bajo los estratos de la fe, aparece como un soñador, radical e ingenuo al mismo tiempo, que no motiva el incendio que embistió la historia. Las conclusiones del racionalismo crítico –sacar a un vivo de un muerto, una revolución espiritual de un utopista análogo a muchos más– son profundamente irrazonables. El fracaso de esta postura es la premisa “crítica” para una reanudación de una postura realista que no tiene la pretensión de demostrar el dogma, sino la de reconocer que va contra toda evidencia racional, humana, afirmar que la vista desolada de un crucificado pueda generar la idea, gloriosa, de un resucitado.

El A. no cree en la Revelación, no cree en Dios Omnipotente y Omnisciente, no cree en la Encarnación, no cree en la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo… y es un perfecto sofista. Todo un ejemplo de lo que no debe ser un teólogo católico. Sólo y únicamente suma a favor de la ideología gnóstica.




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[1] Seguimos, libremente, a Massimo Borghesi, 30Días, n. 10, 2006, 56-65.

[2] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, tr. it., Edizioni La Meridiana, Molfetta (Ba) 2006. El texto, del que no se indica el original español, es una síntesis de la obra mayor, Repensar la resurrección. La diferencia cristiana en la continuidad de las religiones y de la cultura, Trotta, Madrid 2003.

[3] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, cit., p. 8.

[4] R. Bultmann, Neues Testament und Mythologie. Das Problem der Entmythologisierung der neutestamentlichen Verkündigun, Herbert Reich Verlag, Hamburg-Bergsted 1948, tr. it., Nuovo Testamento e mitologia. Il problema della demitizzazione del messaggio neotestamentario, en: R. Bultmann, Nuovo Testamento e mitologia, Queriniana, Brescia 1973, p.119.

[5] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, cit., p. 8.

[6] Ibid., p.42.

[7] Ibid., p. 48.

[8] Ibid., p. 47.

[9] Ibid., pp. 46-47.

[10] Ibid., p. 49.

[11] Ibid., p. 54. De manera idéntica Kant afirma: «A la razón no le interesa arrastrar en la eternidad a un cuerpo que (admitido que la personalidad se asiente en la identidad del cuerpo) debe siempre, por purificado que sea, estar compuesto por la misma materia que se encuentra en la base del nuestro organismo y a la que el hombre mismo no se ha unido nunca durante la vida; ni se comprende qué puede tener en común con el cielo esta tierra calcárea de la que está formado el hombre »(I. Kant, La religione nei limiti della semplice ragione, tr. it. in: I. Kant, Scritti morali, Utet, Turín, 1970, p. 457, nota a). [Jamás fue cadáver el cuerpo muerto de Jesús, porque estuvo siempre unido a su única Persona divina, la del Verbo].

[12] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, cit., p.42.

[13] Ibid, p. 65.

[14] Ibid, p. 41.

[15] Ibid., p. 23.

[16] Ibid.

[17] Ibid., p. 53. Este disparate ya nos lo enseñaba un profesor del Seminario en la década del 60.

[18] R. Bultmann, Nuovo Testamento e mitologia. Il problema della demitizzazione del messaggio neotestamentario, cit., p.165.

[19] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, op. cit., pp. 26-27. El subrayado es nuestro.

[20] Ibid., p. 26.

[21] Ibid., p. 29.

[22] Ibid., p. 30.

[23] Sobre la cristología hegeliana véase M. Borghesi, La figura di Cristo in Hegel, Studium, Roma 1983; Idem, L’età dello Spirito in Hegel. Dal Vangelo “storico” al Vangelo “eterno”, Studium, Roma 1995.

[24] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, op. cit., p. 59.

[25] Ibid., p. 36.

[26] Ibid., p. 36.

[27] Ibid., p. 37.

[28] Ibid., p. 38.

[29] G.F.W. Hegel, Lezioni sulla filosofia della religione, tr. it., 2 vols., Zanichelli, Bolonia 1974, vol.II, pp. 388-389.

[30] Ibid., vol.I, p. 283.

[31] A. Torres Queiruga, La risurrezione senza miracolo, cit., p. 30. Subrayado nuestro.

[32] Ibid., p. 31.

[33] G.F.W. Hegel, Lezioni sulla filosofia della religione, cit., vol.II, p. 372.

[34] C. Augias – M. Pesce, Inchiesta su Gesù. Chi era l’uomo che ha cambiato il mondo, Mondadori, Milán, 2006.

[35] Cf. Ibid., pp. 221 y 237.

[36] Ibid., pp.168-169.

[37] Ibid., p. 201.

http://www.padrebuela.com.ar/biografia.asp

lunes, 16 de enero de 2012

Fallece Manuel Fraga


MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente fundador del Partido Popular Manuel Fraga ha fallecido sobre las 22.30 horas de este domingo a los 89 años en su domicilio de Madrid. El expresidente de la Xunta de Galicia ha muerto por una parada cardiaca al no recuperarse de una afección respiratoria que venía arrastrando desde hace algunos días, confirmaron a Europa Press fuentes próximas a la familia.

El pasado 2 de septiembre anunció que no repetiría como senador ni iría en las listas del PP de las elecciones del 20 de noviembre tras 60 años dedicados a la política en activo.

El empeoramiento de su salud le impidió asistir al pleno celebrado el pasado septiembre en la Cámara Alta en la que se debatió la reforma de la Constitución que fijaba un techo al gasto público de las administraciones. Fraga fue ponente y 'padre fundador' de la Carta Magna de 1978.

Tras una operación de cadera el pasado mes de abril, consecuencia de una caída doméstica, su estado de salud era delicado y el exsenador se desplazaba en silla de ruedas y seguía la actualidad política desde su domicilio madrileño.

Manuel Fraga comenzó su carrera política en 1951 llegando a ser ministro de Información y Turismo y embajador en el Reino Unido. También fue vicepresidente y ministro de gobernación en el primer gobierno bajo reinado de Juan Carlos I, presidido por Carlos Arias Navarro.

En 1976 fundó Alianza Popular y colaboró en la redacción de la Constitución Española. Años después, en 1989, refunda AP que pasa a ser Partido Popular y del que se haría cargo José María Aznar, que fue designado candidato a la presidencia del Gobierno.

Manuel Fraga presidió la Xunta de Galicia desde 1990 hasta 2005. Desde 1990 era presidente honorífico del Partido Popular y desde 2006 senador designado por el Parlamento gallego
.

domingo, 15 de enero de 2012

Rusia: La posibilidad de una guerra entre EEUU e Irán es real


Rusia considera real el peligro de una guerra entre Estados Unidos e Irán, declaró el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia (CSR), Nikolái Pátrushev.

"Existe la posibilidad de escalada militar en el conflicto, al que los americanos son empujados por Israel", apuntó Pátrushev, que lamentó que la tensión en torno a Irán no se rebaje.

Según el jefe del CSR, Washington se vale de todos los medios posibles para reforzar su dominio económico y militar en el mundo, para lo cual estima necesario convertir a Teherán en un socio fiable, algo que, a juicio de Pátrushev, sólo sería posible derrocando el régimen de los ayatollahs.

"En este momento Estados Unidos consideran a Irán como su principal problema. Quieren reconvertir a Teherán de enemigo a socio y cambiar el régimen que allí gobierna. Para lograrlo emplea el bloqueo económico y ayuda a las fuerzas opositoras", dijo.

Pátrushev, sin embargo, reconoció que tampoco los iraníes tienen mucho interés en resolver el problema que existe en torno a su política nuclear y las tensiones originadas por ésta, a pesar de los esfuerzos en este sentido de países como Rusia, China o la India.

El pasado 9 de enero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) certificó que Irán ha iniciado el enriquecimiento de uranio hasta cerca del 20 % de pureza en la instalación de Fordo, a 160 kilómetros de Teherán.

Teherán ha amenazado con bloquear el estrecho de Ormuz, vital

para el abastecimiento mundial de petróleo por soportar más de un tercio del transporte de este combustible hacia los mercados, si Estados Unidos y sus aliados continúan adelante con sus sanciones en represalia por su programa nuclear.

El secretario del CSR manifestó que Irán podría cumplir con sus amenazas.

"No se puede descartar que los iraníes puedan cumplir con su amenaza de bloquear la exportación del petróleo arábigo por el estrecho de Ormuz si se emprenden acciones de fuerza contra ellos", indicó Pátrushev.

El secretario del CSR reiteró que no hay pruebas de que Irán tenga intención de desarrollar armamento nuclear.

"Llevamos muchos años escuchando que los iraníes tendrán la bomba atómica prácticamente la semana que viene. El componente militar del programa iraní, sin embargo, no se ha demostrado por nadie", aseveró Pátrushev.

El político ruso recordó, además, que Washington y algunos países de la OTAN dan por hecho el peligro nuclear de Irán, hasta el punto de justificar el despliegue del escudo antimisiles en Europa para protegerse de Teherán, instalación militar que provoca a su vez otro conflicto entre Moscú y las potencias occidentales.

Al mismo tiempo, Patrushev desaconsejó a la Unión Europea (UE) seguir el ejemplo de Estados Unidos y vetar el petróleo iraní en sus mercados, medida que acordaron de manera inicial los Veintisiete la semana pasada.

"Si la UE sigue a EEUU y aprueba un embargo a las compras del petróleo iraní, lleva al extremo el régimen de sanciones a Teherán, los primeros perjudicados serán los europeos. En un escenario de agravamiento de la crisis de la deuda esta decisión provocará situaciones difíciles en el terreno socioeconómico", señaló.EFE

http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Oriente_Medio/42339/

sábado, 14 de enero de 2012

Científicos Atómicos dicen que el reloj del Juicio Final ha avanzado


Armas nucleares, proliferación y falta de acción continua sobre el cambio climático», han decidido avanzar la maquinaria un minuto hasta las 23.55. Simbólicamente, representa que la humanidad está a cinco minutos de la hecatombe.

Por Nínro Ruíz Peña



(NoticiaCristiana.com). El simbólico reloj del fin del mundo, calculado por un grupo de científicos fue adelantado ayer martes un minuto, después de que el grupo citara avances insuficientes en la reducción de las armas nucleares y el cambio climático.

“El motivo es el mayor riesgo de un posible desastre nuclear o una catástrofe causada por el cambio climático”, según ha anunciado el grupo de científicos que regula el “Boletín de los Científicos Atómicos”.


Este reloj, situado en la Universidad de Chicago y creado en 1947 por un grupo de científicos preocupado por el posible estallido de una guerra nuclear, se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo.

“Hace dos años, parecía que los líderes mundiales lidiarían con las verdaderas amenazas globales que enfrentamos. En muchos casos, esta tendencia no ha continuado o se ha invertido”, dijo el grupo de científicos atómicos.

La última vez que el reloj del Juicio Final, movió sus manecillas fue en enero de 2010, cuando los científicos retrasaron las agujas un minuto desde los cinco a los seis minutos antes de la medianoche. Las perspectivas eran buenas. Sin embargo, «frente a los avances insuficientes en la reducción de armas nucleares y la proliferación y la falta de acción continua sobre el cambio climático», han decidido avanzar la maquinaria un minuto hasta las 23.55. Simbólicamente, representa que la humanidad está a cinco minutos de la hecatombe.

Por esa razón, el Boletín de los Científicos Atómicos, ha movido la manecilla del reloj un minuto más cerca de la medianoche, de vuelta a la hora que marcaba en el año 2007».

En sus primeros 60 años, el reloj ha tenido 18 movimientos, que dependerían especialmente en sus primeros años por la actividad nuclear de las potencias. Las agujas del reloj han estado en varias ocasiones muy cerca de la medianoche, lo que significa estar muy cerca del día del desastre.

El peor momento fue en 1953, cuando se colocaron a dos minutos de las cero horas a raíz de la primera explosión de una bomba de hidrógeno por parte de Estados Unidos. La Guerra Fría tuvo uno de sus momentos más críticos durante el mes de octubre de 1962, con Rusia instalando misiles nucleares en territorio cubano. Durante la duración del conflicto, el reloj no registró cambios, y se mantuvo en doce minutos. Otro punto crítico fue durante 1984, cayendo a tres minutos debido a un aumento en la carrera armamentista entre ambas potencias, mientras que en 1991 alcanzó su punto más alejado gracias al tratado START de reducción de armamento nuclear entre Estados Unidos y Rusia.

El Boletín (www.thebulletin.org) es una publicación fundada en 1945 por científicos de la Universidad de Chicago que ayudaron a desarrollar las primeras armas atómicas en el Proyecto Manhattan
.

viernes, 13 de enero de 2012

Al punto de la locura



"Los que descienden al mar en naves y hacen negocio sobre las grandes aguas, han visto las obras del Señor y sus maravillas en lo profundo. Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso que encrespó las olas del mar. Subieron a los cielos, descendieron a las profundidades, sus almas se consumían por el mal. Temblaban y se tambaleaban como ebrios, y toda su pericia desapareció. "(Salmo 107:23 -. 27).

En este salmo, la expresión "y toda su pericia desapareció" nos habla de marineros que no encuentran su sabiduría de hombres de mar; que están en la cubierta del barco en un mar agitado por la tormenta, donde las olas gigantes llevan la nave hasta el cielo y luego la dejan caer hasta el fondo; donde los fuertes vientos lanzan el barco hacia adelante y hacia atrás, y ellos se tambalean por la cubierta como borrachos.

Las velas del barco están rasgadas y andrajosas. Poderosas olas, una tras otra, se estrellan contra la cubierta. Los marineros tienen que luchar sólo para mantenerse de pie. Parece ser que los marineros han llegado a su final y se encuentran en total desesperación. Están indefensos, vulnerables ante el poder de la naturaleza, no pueden detener la tormenta. Son incapaces de
salvarse a sí mismos.

Estos marineros han llegado al estado de ánimo conocido como “al punto de la locura.” Esta enfermedad afecta a todos los cristianos en un momento u otro. Simplemente significa: "Perder o agotar cualquier planeación o ejecución posible que conlleve a una salida a un conflicto." En resumen, no hay escape, no hay ayuda, no hay liberación, mas que en Dios mismo.

"En su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de su aflicción. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado."(Salmo 107:28-30).

¿Cuándo fue detenida la tormenta para los marineros en el Salmo 107?
¿Cuándo Dios los llevó al puerto seguro que deseaban?
Primeramente, los marineros llegaron al punto de la locura y renunciaron a toda esperanza o ayuda humana. Ellos dijeron: "No hay manera de que podamos salvarnos a nosotros mismos. ¡Nadie en la tierra nos puede sacar de esto! "

Segundo, ¡ellos clamaron al Señor en medio de sus problemas y recurrieron
solamente a Él!




David Wilkerson

jueves, 12 de enero de 2012

Carta de SACERDOTE CATOLICO AL NEW YORK TIMES




Querido hermano periodista:

Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.

Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.
Me da un gran dolor por el profundo mal que personas, que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.

Pero ¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en México mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas. Que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...
No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio.
Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años.
No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.
La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura…
Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido.
Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza.
Eso lo hará noble en su profesión.

En Cristo,

P. Martín Lasarte sdb
"Mi pasado Señor, lo confio a tu Misericordia; Mi presente a tu Amor; Mi futuro a tu Providencia"

miércoles, 11 de enero de 2012

¿SON ESTOS SÓLO ENSAYOS PARA LO QUE VIENE UNA VEZ INICIE LA GRAN TRIBULACIÓN?


Ley Marcial en EE.UU?, Finalmente la Bestia con cuernos de Cordero comienza a hablar como Dragón.

Blog Profecía Descubierta El año empezó en USA con la aprobación National Defense Authorization Act (NDAA), una ley que, en términos generales, permite a las autoridades militares detener a cualquier estadounidense en cualquier parte del mundo sin especificar los cargos que se le imputan ni el tiempo de detención, basándose únicamente en la sospecha de terrorismo. En otras palabras, imponiendo una ley marcial en todo el mundo.



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El año nuevo comenzó en USA, al menos en materia legal, con la aprobación por parte del presidente Barack Obama de una medida netamente totalitaria y dictatorial, propia de un gobierno represivo. Se trata de la National Defense Authorization Act (NDAA), una ley que, en términos generales, permite a las autoridades militares detener a cualquier estadounidense en cualquier parte del mundo sin especificar los cargos que se le imputan ni el tiempo de detención, basándose únicamente en la sospecha de terrorismo. Asimismo, la interrogación y persecución de los sospechosos también carece de límites precisos, por lo cual la tortura y otros procedimientos afines podrían volverse totalmente legales.

Aunque se dice que Obama quiso vetar la NDAA por el evidente abuso que implica a las garantías civiles más elementales de todo ciudadano, al final dio su beneplácito, aunque “con serias reservas”: “Quiero aclarar que mi administración no autorizará la detención militar indefinida y sin juicio de ciudadanos estadounidenses. De hecho creo que hacer en esto rompería con nuestras más importantes tradiciones y valores que tenemos como nación. Mi administración interpretará la sección 1021 [de la ley] asegurándose que cualquier detención autorizada se llevará a cabo conforme a la Constitución, las leyes de guerra y todas las leyes aplicables”, declaró Obama en un comunicado al respecto. El diario El País informa que el presidente tuvo que firmar la ley “porque la finalidad general de esa norma es financiar en parte a las tropas y la guerra de Afganistán”.

Por otro lado, activistas y abogados en pro de las libertades civiles se mostraron decepcionados por la actuación del presidente Obama, pues creían que con él habían quedado atrás los excesos en que incurrió la administración Bush en su “guerra contra el terror”; confían además en que esta ley pueda derogarse por medio de otros recursos como la apelación ante la Suprema Corte.

George W. Bush y Obama, ambos en su momento, demandaron que la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF) del 2001, les daba el poder para que los militares detengan a la gente por el simple hecho de sospechar de estar asociada con al-Qaeda u otras organizaciones relacionadas, sin acusarlos por el tiempo que dure la “guerra contra el terror”. No importaba si el sospechoso era un extranjero, un ciudadano de USA, o un residente legal. Tampoco importaba si la ofensa alegada era cometida dentro o fuera de USA. El campo de batalla abarcó el mundo entero.

Al interpretar el AUMF de esta manera, ambos gobiernos fueron más allá del lenguaje de la ley. En sus propias palabras, el AUMF solo autoriza “al presidente… a utilizar toda la fuerza necesaria y apropiada contra aquellas naciones, organizaciones, o personas que él determine planearon, autorizaron, estuvieron comprometidos, o ayudaron a los ataques terroristas que ocurrieron el 11 de septiembre del 2001, o albergaron a tales organizaciones o personas [...] con el fin de prevenir cualquier acto futuro de terrorismo internacional contra los Estados Unidos [cometidos] por tales naciones, organizaciones o a personas”.

Es muy claro que el uso del poder está restringido a la gente implicada en el 9/11 y a quienes los protegieron. Sin embargo, bajo la novedosa teoría de la autoridad constitucional de la rama ejecutiva, esto se convirtió en un virtual cheque en blanco.

El AUMF tampoco hace ninguna referencia a la detención indefinida o a entregar a los ciudadanos y los residentes legales a los militares, en lugar de hacer cumplir la ley civil, cuando ellos son meramente sospechosos de participar en actividades de clasificación incierta tales como “fuerzas asociadas” o de“apoyo” en la comisión de actos beligerantes.

Sin importar la ausencia de un lenguaje relevante [en la ley], los gobiernos de Bush y de Obama exigieron amplios poderes que son una burla para la Constitución de USA y la Quinta Enmienda de los Derechos Civiles en particular.

Ahora estos poderes han sido establecidos formalmente en el papel. Irónicamente, el gobierno de Obama hizo alusión a un veto del proyecto de ley a causa de que, en su versión original, incluía restricciones a su autoridad. Continuando con la filosofía de Bush, de que bajo la Constitución la rama ejecutiva tiene poderes virtualmente ilimitados, Obama se opuso a cualquier intrusión del congreso sobre sus prerrogativas, incluso si solo codificaba la autoridad ya demandada y ejercitada.

Por ejemplo, una sección requería que la rama ejecutiva entregara a los militares a una persona sospechosa de terrorismo. Observe que esto incluso incluiría a los individuos que se resisten a la ocupación norteamericana de Afganistán o al bombardeo en Sudán o Somalia. Podría también incluir a cualquiera que inocentemente dio dinero a una entidad de caridad que no sabía que tenía cierta conexión con una organización “asociada”. Pero al gobierno de Obama no le gustaba que le requieran hacer esto. En cambio, prefiere tenerlo como una opción. Al final, al gobierno se le concedió el poder de utilizar cortes civiles, pero solo después de presentar una renuncia de dicho privilegio con el congreso.

La sección de esta ley dice que dentro de la autoridad militar está incluido la “detención bajo la ley de la guerra sin juicio hasta el final de las hostilidades”. Esta sección, sin embargo, exime a los ciudadanos norteamericanos capturados dentro del país.

La sección siguiente se aplica a los ciudadanos norteamericanos y a otros residentes legales. Aunque dice explícitamente que el gobierno no es requerido entregarlos a los militares, puede hacerlo si lo desea. Obama se opuso con éxito a una prohibición en esta sección contra la detención militar de los ciudadanos norteamericanos.

Como uno de sus defensores, el Senador Lindsey Graham, dijo de la disposición: “La declaración de autoridad para detener se aplica a los ciudadanos norteamericanos y señala al mundo como el campo de batalla, incluyendo a la nación”. Esto no debe sorprender: Obama ya demando la autoridad para matar a norteamericanos sin el debido proceso.

La intención de Obama de firmar el NDAA nos dice exactamente donde está parado él sobre los Derechos Civiles. Como Human Rights Watch lo puso: “El Presidente Obama entrará en la historia como el presidente que implementó la detención indefinida sin juicio en la ley de USA”.

Enlace:

http://www.urgente24.com/noticias/val/19192-123/usa-arranca-el-ano-bajo-una-virtual-ley-marcial.html

El Espíritu ayudador


Cuando nuestro corazón por fin se abre; cuando hacemos un alto en el desazonante disgusto y náusea de nosotros mismos; cuando la aparente soledad en desamparo y lejanía de Dios se torna en autentica venida de Dios; cuando finalmente en el sosiego del corazón se alza el clamor: Padre nuestro, ¿somos de verdad los que nos atrevemos a decir a Dios tan tremendas palabras? ¿Quién nos ayuda a orar? ¿De dónde tomamos el aliento y la fuerza para orar?

Una primera fuente de esta fuerza nos es ya bien clara; hablamos de Dios en unión con Jesucristo su Hijo, Nuestro Señor. Él, el que adora al Padre en espíritu y en verdad, porque descansa como Unigénito en el corazón del Padre de eternidad, nos ha invitado a nosotros, sus hermanos en carne y en espíritu, a invocar con Él, confiados y audaces, al eterno Dios vivo y verdadero, al Dios de los tremendos juicios, al Dios de toda incomprensibilidad; nos ha enseñado a invocarle y llamarle nuestro Padre. Y así podemos ya en Cristo y en la Iglesia, como hermanos de Cristo, hablar a Dios sin que nos haga morir de espanto un tal atrevimiento. Porque el Hijo, como mensajero del Padre, ha hablado con nosotros, y como hermano nuestro ha hablado con el Padre; por eso podemos nosotros orar.

Si el Hijo con su palabra, más aún, como Palabra del Padre, no hubiera descendido hasta nosotros; si no hubiera orado sobre nuestros montes y en nuestros valles, con nuestras alegrías y nuestras lágrimas, tendríamos siempre el temor de que nuestra voz de plegaria fuera absorbida por la silenciosa incomprensibilidad que nos rodea y domina, y a la que no sabríamos qué nombre dar. Mas ahora decimos confiados: “Padre nuestro” “Abba”, “Padre amado”, es indeciblemente más verdadero que toda metafísica sobre Dios que pone al hombre en una conveniente distancia respecto de Él, cuando en verdad su amor, volcado en el Hijo y en la santa comunidad de sus hermanos, ha saltado hace mucho la infinita distancia entre Él y nosotros y nos ha tomado en su corazón. Nuestro primer apoyo en la oración estriba, así pues, en que la oración se hace con Cristo en la Iglesia.

Pero no es eso todo. Además oramos en el Espíritu de Dios. Procuremos profundizar más y más esta idea. Queremos decir dos cosas. Primero: Hay un lugar en nuestro corazón en que mora el Santo Espíritu de Dios. Segundo: este Espíritu de Dios ora en nosotros y con nosotros.
Este Espíritu de Dios, en lo más humano del hombre, en el corazón; este santo Espíritu, más profundo que toda maldad abismal; este Espíritu fuerte que mora en nosotros aun detrás de todas nuestras flaquezas, ora en nosotros, interpela por nosotros con gemidos inenarrables. No es sólo el Dios ante el que nos arrodillamos; obra también Él en nosotros, con nosotros, por nosotros. Y lo hace precisamente cuando nosotros obramos lo más decisivo de nuestra vida: la oración.

Como nuestro corazón vence en profundidad a la tesura del día claro, así es nuestra oración más profunda que el pensamiento infantil y simple que cruza por nuestro seco cerebro; más espléndida que nuestro pobre sentimiento, que como un pequeño musgo vegeta penosamente en el endurecido suelo de nuestro corazón.

Cuando oramos se elevan las palabras de la oración como águilas que vuelan en las alas del Espíritu por la inmensidad sin límites de los dominios de Dios, sin desfallecer hasta llegar allí donde Él y su corazón son una misma cosa. Cuando oramos, entonces es lo que estamos diciendo, y lo que nuestro diminuto yo percibimos de ello, es como un último eco lejano de la llamada de Dios, con la que se llama Él a sí mismo, el Espíritu al Padre, en nosotros; un eco de la auto-afirmación con la que el incondicionado se sustenta en sí mismo de eternidad en eternidad.

Reconoce ¡oh hombre! La dignidad de tu oración. Cuando crees y proclamas que eres partícipe de la naturaleza divina, también crees y proclamas que tu oración no es simplemente la oración de un hombre, del hombre que hay en ti, sino juntamente del Espíritu de Dios que está en ti. Ni tu mismo adviertes las cosas asombrosas que se realiza en tu corazón cuando comienzas a decir: Padre nuestro.

Suena aún esto en tus oídos como algo pobre, desvaído, árido, acaso como algo presuntuoso. Hasta podrá parecerte que lo poquito de tu corazón que ya has logrado recuperar no acompaña a estas palabras. Mas en realidad no es así. Si el Espíritu de Dios esta en ti, y sí lo está (o ¿es que no somos bautizados y profesamos la fe y el amor a Cristo?), cierto es que habla Él en nosotros. Y si escuchas más atentamente (mejor, no escuches, ora; esto es lo único importante, ya tendrás una eternidad para escuchar, pero no tienes más que un tiempo para orar) percibirás algo así como una suave, dulce y lejana melodía que viene de aquellas profundidades, donde la propia alma canta al unísono con los coros de la eternidad, y habla al unísono con la Palabra del eterno amor, de modo que no podría distinguirse quien habla si la Esposa o el Espíritu.

Nosotros no sabemos pedir convenientemente, el Espíritu lo sabe, y esto basta. El grito de nuestro corazón puede parecernos que se ahoga sin ser oído en el silencio mortal del Dios que calla; el Espíritu, en cambio, clama seguro y perceptible por encima de los abismos de la nada que nos separan del Eterno, y esto basta. Si el único escudriñador de las últimas profundidades escudriña nuestros corazones y penetra con su mirada hasta lo más íntimo, no temamos. No encontrará allí el último fondo, nuestro propio vacío, ni los intranquilizadores genios de los profundos, ni, en fin, los mil disfraces con que de continuo nos engañamos a nosotros mismos, hasta el punto de no saber ya lo que somos. Encontrará allí a su Santo Espíritu. No oirá, al auscultar el latido de nuestro corazón, la infinita palabrería vana que se derrocha en el mercado de nuestro corazón, ni los desazonantes crujidos de titanes encadenados en los profundos calabozos. Oirá los inenarrables gemidos de su propio Espíritu, que intercede ante Dios por sus Santos. Y lo oirá como si fuera nuestro gemido, como acento que se desprende de las caóticas disonancias de nuestra vida, en polifónica sintonía ahora con el Altísimo.

El Espíritu es nuestro ayudador en la oración. Si nosotros nos cansamos de orar, Él no se cansa. Si nos invade una infinita desazón en la oquedad de nuestro corazón y de nuestra oración, Él permanece dichoso en el imperecedero frescor matutino del júbilo con que de continuo magnifica al Padre. Si retrocedemos de espanto ante la secreta incredulidad, que como veneno mortífero parece querer infiltrarse en las mismas palabras de la oración antes de haber salido del todo del corazón, Él habla palabras que no son ya fe, porque son lo creído mismo en visión. Si lucha en nuestra oración la secreta desesperación del corazón con la seguridad y confianza tantas veces excitada artificialmente, Él ora a sí mismo en nosotros, e implora la inconmovible seguridad del eterno Dios. Si nuestro “yo te amo” dicho a Dios suena tantas veces mortecino a nuestro corazón, y sentimos allí detrás al acecho el secreto temor de que el deber duro del amor al prójimo se cambie de pronto en nuestro interior en loco odio a alguien a quien tenemos que amar, Él ora en nosotros y con nosotros, y entona, orando, el cantar del amor, que ha trascendido ya todo deber y toda ley para convertirse en un puro y abundante éxtasis en el amado Dios.

Él ora en nosotros, cuando nosotros oramos. El Espíritu es ayudador nuestro en la oración, no simplemente porque nos asiste y ayuda en aquella vivencia nuestra que es el orar, sino, más aún porque en gracia de esa ayuda, nuestra oración es infinitamente más que simple oración nuestra. Porque Él ayuda, es nuestra oración un trozo de melodía que resuena por todo el cielo, un vaho de incienso que sube oloroso hasta los eternos altares del cielo ante la presencia del Dios Trino.
El Espíritu de Dios ora en nosotros. Éste es el más santo consuelo de nuestra oración.
El Espíritu de Dios ora en nosotros. Ésta es la más alta prez de nuestra oración.
El Espíritu de Dios ora en nosotros cuando nosotros sintonizamos con su oración. Ello significa para nosotros un nuevo pero dichoso, deber de orar efectivamente, de orar con constancia, de orar y no desfallecer.
Él ora en nosotros. Ésta es la indeficiente fuerza de la oración.
El ora en nosotros. Éste es el inagotable contenido de todas nuestras plegarias, que brota de las vacías cisternas de nuestro corazón.
Él ora en nosotros. Éste será el futuro de eternidad de la oración dicha en este tiempo.

Nuestro orar queda así consagrado por el Espíritu Santo. Hagamos un alto interiormente antes de comenzar a orar. Y cuando el hombre interior ha recobrado el sosiego, y en este sosiego silencioso todas las fuerzas del ser se conjugan suave y libremente, y de los hontanares del alma ascienden mansamente, según la santa disposición, las aguas de la gracia y empapan lo que nuestro espíritu y voluntad hacen al ponerse a orar, dejemos entonces hablar al Espíritu del Padre y del Hijo. No le oímos. Y sabemos, con todo, en fe, que Él ora en nosotros; ora con nosotros y para nosotros. Y que su palabra repercute en las profundidades de nuestro corazón y en el corazón del Padre.
Dejamos al Espíritu hablar.
Y en estremecida reverencia y en suave amor, hacemos eco a sus palabras.
Hablamos con Él y como Él

Oramos.

viernes, 6 de enero de 2012

UNA NUEVA EXCUSA PARA EVENTUALMENTE OBLIGAR A TODOS A LLEVAR UNA MARCA SIN LA QUE NO SE PODRÁ COMPRAR NI VENDER


La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha adelantado que el Gobierno aprobará en breve un Plan General de Control Tributario por el que espera recaudar 8.171 millones de euros en 2012, y que se centrará fundamentalmente en la lucha de la economía sumergida y los paraísos fiscales.
Al término de la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha indicado que una de las novedades que incluirá el plan será limitar el uso de efectivo en determinadas transacciones financieras para aflorar parte de la economía sumergida que se lleva a cabo a través de estas operaciones.
Sáenz de Santamaría ha destacado que esta medida ya la han puesto en práctica Francia e Italia para frenar compras con dinero negro, en las que se emplean billetes de gran cantidad.
El plan de prevención del fraude fiscal operará en tres ámbitos: la intensificación en el lucha contra los incumplimientos tributarios, la mejora del control en la fase recaudatoria y la colaboración de la Agencia Tributaria con los organismos fiscales de las comunidades autónomas y la Seguridad Social.
Asimismo, el Gobierno ha anunciado que trabajará para analizar "la información elaborada por países que han dejado de ser paraísos fiscales, como Andorra, Panamá, Bahamas y Antillas holandesas".


Consumo eléctrico y tarjetas de crédito


Sáenz de Santamaría también ha adelantado que el plan intensificará el control sobre ciertos sectores --que no especificó-- más ligados a la economía sumergida, en los que se pondrá el foco en datos como el consumo eléctrico o el uso de terminales de tarjetas de crédito.
En fase recaudatoria, se adelantará la intervención de los órganos de recaudación en los procedimientos de gestión tributaria y se fomentará la adopción de medidas cautelares desde el inicio del procedimiento.
La mayor colaboración entre administraciones tributarias del Estado y las comunidades autónomas, incluidas las haciendas forales, para el intercambio de información, así como la potenciación de la vigilancia aduanera o las normas 'antiabuso' son otros de los pilares en los que se basará el nuevo plan de prevención del fraude.

"¡Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en la frente o en la mano, él también beberá del vino del furor de Dios que ha sido vertido puro en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y delante del Cordero. El humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y no tienen descanso ni de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni cualquiera que recibe el 666." (Apocalipsis 14:9-11)