martes, 28 de febrero de 2017

La adoración Cristiana


 
Sabemos que los primeros cristianos guardaban la presencia Real de Cristo (reserva eucarística) para los enfermos. Entonces en ese intertanto entre la misa y llevarlo, la gente empezó a Adorar esa presencia Real, antes de llevarla a los enfermos. Esto nos muestra además el vínculo entre Adoración y Eucaristía. ¿Cómo vas vivir la Eucaristía sin haberle antes adorado? Porque la adoración nos lleva a Jesús en la Eucaristía.
La adoración aporta ante todo llegar a la intimidad con el Señor y ahondar tal intimidad. Para ningún adorador Jesús es un extraño. La adoración permite vivir más intensamente, con mayor participación, las celebraciones eucarísticas. 
Quien adora encuentra paz, una paz desconocida para el mundo. Son muchísimos los testimonios en ese sentido. Personas que nunca pisaron una iglesia y que de pronto por alguna circunstancia o porque el Señor las atrajo entraron a la capilla de adoración y encontraron la paz para ellos desconocida, la que sólo puede dar el Señor. 
Ya San Juan Pablo II en su encíclica Ecclesia de Eucharistia decía: “El culto a la Eucaristía fuera de la Misa es de inestimable valor en la vida de la Iglesia...Es bello quedarse con Él e inclinados sobre su pecho, como el discípulo predilecto, ser tocados por el amor infinito de su corazón... Hay una necesidad renovada de permanecer largo tiempo, en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento”. Y agregaba: “¡Cuántas veces, mis queridos hermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y de ella he sacado fuerzas, consuelo, sostén!” (EE n.25). 
Sólo en Cristo Jesús el Señor está la Salvación, la Vida, el Amor y la Felicidad. Sólo en Él podemos ser transformados por la Misericordia de Dios Padre. Sólo mirando a Jesús seremos curados y fortalecidos de todas las heridas de nuestra vida. Únicamente el Señor puede penetrar hasta lo profundo de nuestro corazón.
Los frutos perdurables siempre los hemos visto unidos a la oración y especialmente a la adoración P. Emiliano Tardif M.S.C.: "Si ustedes descuidan la adoración del Santísimo, su comunidad comenzará a desmoronarse". Podemos aplicarla si queremos a la inversa: "a menos adoración y oración personal y comunitaria menos frutos de comunión y evangelización". Y deberíamos saber que la frase debe guiar nuestros pasos en todos los ámbitos de la vida. Nosotros parafraseando al padre Emiliano afirmamos: "Si ustedes descuidan la adoración del Santísimo, su vida perderá todo sentido, dejarán de dar frutos, las relaciones se banalizarán, andarán como ovejas sin pastor, se reabrirán viejas heridas y la insatisfacción y el desánimo ocuparan la mente hasta hundirse en una depresión".
Hay que volver a leer en particular la primera carta de San Juan cuando habla  “el Verbo se hizo carne… es la Luz que vino al mundo… y el mundo de las tinieblas es expulsado…”. Así es que al leer San Juan se demuestra que la sola presencia del Verbo que se hace carne, que vino al mundo en mitad de las tinieblas, es la Luz que vino para expulsar las tinieblas. Y porque yo creo que Jesús está ahí presente en la hostia consagrada, es verdaderamente su cuerpo, yo creo que es el mismo Cristo que expulsa las tinieblas, porque es la Luz que vino al mundo.
Génesis 22:5-13 “Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.  Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.  Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?  Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.  Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.  Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.  Entonces el Ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.  Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo”.
Abraham tuvo que entregar a su hijo Isaac a Dios. Era lo más valioso que tenía, había clamado a Dios durante años para que se cumpliera la promesa que Dios le había dado a él: “Bendeciré a los que bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” Génesis 12:3.
 Adoración es entregarle a Dios lo más valioso que tenemos. Él no comparte su gloria con nadie. Él se va a encargar de pedirte lo que más amas en la vida para que Él pueda glorificarse. Esto es adoración.
Adoración es poner nuestra mirada en las cosas de arriba en medio de la peor tormenta.
Ahí donde se expone al Santísimo la gente siente paz, pero también ve su luz.
 
 
 

lunes, 27 de febrero de 2017

Un obispo pide al Episcopado brasileño que abra el debate para que los laicos puedan presidir la Eucaristía.


 
 "Ojalá los obispos propongan ya soluciones valientes, que nos alejen del clericalismo"
El obispo emérito de Jales, Dom Demetrio Valentini , dijo durante su homilía en el Santuario Nacional de Aparecida, en la mañana del martes (14) que la Iglesia en Brasil necesita reflexionar sobre la cuestión de los católicos que no tienen acceso a la Eucaristía con frecuencia. El obispo sugirió para resolver este problema la elección de laicos comprometidos en la vida de la comunidad para asumir esta tarea de presidir la Eucaristía. El obispo estaba en el santuario debido a la celebración del 25 aniversario de la Asociación Nacional de Presbíteros de Brasil.
"¿Somos una Iglesia que comparte el  pan, o una iglesia que somete a  sus comunidades a la escasez que lleva a su debilidad y a la propia disolución eclesial?", dijo el obispo, que hizo memoria de un discurso del Papa emérito Benedicto XVI en Aparecida durante el CELAM.
Empecemos por plantearnos la realidad del laico, que hoy es muy amplia en la Iglesia. Se trata de una palabra no siempre clara. En efecto, en el Nuevo Testamento no encontraremos ninguna que pueda identificarse con el concepto de laico que utilizamos hoy. Por el contrario, sí encontramos el concepto de pueblo. Además, el laico siempre tiene una definición negativa: el que no es sacerdote, el que no hizo votos religiosos, pero en definitiva es el cristiano, todo bautizado. En este sentido, el teólogo Yves Congar decía que los laicos sólo encontraban tres posiciones posibles dentro de la Iglesia: sentados, escuchando lo que dice el sacerdote; arrodillados, siguiendo la misa que el sacerdote celebraba de espaldas y en latín; o con la mano en el bolsillo, para el sostenimiento de la Iglesia. A esos laicos les correspondía un papel totalmente pasivo hasta que fueron convocados por el Concilio Vaticano II como productores de bienes simbólicos y no sólo consumidores. En la época del Concilio había una visión dicotómica: clero. laicado; mundo secular vs. Iglesia. Sin embargo, existía la promesa de que se avanzaría hacia un modelo de Iglesia más integrado, con los carismas en función de la comunidad. Lamentablemente, en el post Concilio los cambios se frenaron un poco. Hoy, considero que una buena porción de laicos está haciendo su camino, sin importarle demasiado si la Iglesia aprueba o no sus decisiones.

El Nuevo Testamento afirma la necesidad de que en la iglesia existan “ministerios” . Es más , la existencia de estos “ministerios” o servicios es algo esencial para la vida de la comunidad cristiana . Por consiguiente, está fuera de duda que es voluntad de Dios que en cada comunidad creyente haya ministerios  que enseñen el mensaje , que presidan en la asamblea de los creyentes , que coordinen los diversos  “carismas” , que estimulen y alienten a los fieles y que se encarguen de las diversas actividades o funciones que requiere el buen funcionamiento de la comunidad. Todo esto son cosas que no vamos a poner en duda .
 
Pero una cosa es hablar de “ministerios” y otra es hablar de “clero”. El Nuevo Testamento habla de los ministerios que debe de haber en la iglesia ; del “clero”, sin embargo , jamás dice ni palabra . Por supuesto , el término griego klêros (que significa “suerte” o “herencia”) se utiliza algunas veces para referirse a cosas que nada tienen que ver con el clero eclesiástico (Mt 27,35 Col 1,12 ).
Cuantos desearíamos ver una iglesia cristiana acorde con el patrón bíblico, y cuantos buscaríamos ese espíritu de fraternidad, sinceridad, sencillez y humildad que caracterizó a los primeros cristianos. Pero nuestra realidad es otra, la iglesia ha prosperado como estructura, como denominación, y como masa de gente, pero ha menguado en su poder de testimonio, y sobre todo, en su humildad y sencillez. Cuando vemos la realidad predominante en nuestro entorno nos decimos; «¿a dónde irá a parar la iglesia, si Cris-to no viene pronto?.»
Les mandó que no llevasen nada para el camino: ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinto, sino solamente un bastón; pero que calzasen sandalias y que no vistiesen dos túnicas. (Marcos 6:7- En este mandato notamos que su enseñanza era la sencillez, “no vestir dos túnicas“, pero aun en sí mismo, Jesús era sencillo en su forma de ser y de vestir, pues dice la Biblia que su túnica era “sin costura” de una sola pieza: “Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron los vestidos de él e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Además, tomaron la túnica, pero la túnica no tenía costura; era tejida entera de arriba abajo.”  (Juan  19:23). Y tejida de algodón. Por lo general, las túnicas caras eran de varios elementos, y contenía seda. Para demostrar más la sencillez del Maestro, en las escrituras se describe su entrada a Jerusalén montado en un pollino prestado (Mateo 21:2), ¿Y por qué no usó un caballo brioso? Y para celebrar su última cena tuvo que pedir una casa prestada (Lucas 22:7-13), y al morir, fue enterrado en una tumba prestada, (Lucas 23:50-56) propiedad de José de Arimatea. ¿Queremos más eviden-cia de su sencillez? ¿De dónde sacamos la doctrina de la corbata y el traje? ¿De dónde sacó la iglesia católica la sotana y el cuello clerical, heredado después por los luteranos y por los demás evangélicos? ¿Qué tratamos de decir con esto? ¿Qué somos  ministros, religiosos, diferentes al resto del pueblo? En el principio Jesús y los discípulos se fundían con el pueblo, al grado tal que eran uno mas en la multitud. 

Jesús está literalmente y de forma espectacular de pie afuera de la puerta de una iglesia autosuficiente que confía en métodos, estrategias, tácticas y cambios de paradigma “vanguardistas” tomados del mercado secular. Él está pidiendo a gritos, “¡Déjenme Entrar! ¡Arrepiéntanse! ¡Aléjense de esas cisternas rotas que no ofrecen agua viva! Hago un llamamiento a un pueblo que camine en fe y cuya confianza se mantenga exclusivamente en Mis promesas. ¡Anhelo un pueblo cuya fe les permita ver lo invisible, creer lo increíble, y recibir lo imposible!”

El peligro de la apariencia radica en la importancia que ésta toma en muchos círculos mundanos, y como estos conceptos se introducen en la Iglesia. El hombre no vale por la ropa que viste, ni por los zapatos que calza, sino por la vida que vive delante de Dios. Debemos plantearnos de nuevo una vida en sen-cillez, en donde el decoro y el ornamento modesto sea una característica de los hijos de Dios, desechando toda opu-lencia y soberbia que nos lleve a una vanidad física que está contra la vida del Espíritu. La iglesia no es una liturgia, ni una estructura arquitectónica, ni un orden de cosas materiales, !NO¡. La iglesia son los redimidos por Jesús, donde quiera que se junten.
Al respecto escribe Charles Corson:  “¿Quién es el que no dice:«Voy a la iglesia»? Al lugar en que adoramos lo llamamos la iglesia. Y cuando decimos que «estamos construyendo una iglesia» queremos decir que estamos esforzándonos por levantar un edificio, no estamos solidificando hombres y mujeres en su madurez espiritual. Hay un millar de expresiones comunes en las que se da por sentado que la iglesia es un lugar, y nada más. Esto no es simple coloquialismo, porque tal manera de hablar pre-supone y condiciona nuestra perspectiva de la iglesia, creando lo que muchos han llamado correctamente «el complejo de edificio», por el cual se mide la importancia y el buen éxito de la iglesia de acuerdo con el tamaño, la belleza y la funcionalidad de su estructura física“  El poder de la iglesia está en su gente, no en sus edificios. La riqueza del evangelio no está en el poder eco-nómico, sino en el poder de la vida y ejemplo que demos delante del mundo, en nuestro “testimonio”.
 
 

domingo, 26 de febrero de 2017

Cipriani confirma que Arzobispado tiene acciones en minera Buenaventura



El cardenal Juan Luis Cipriani confirmó que el arzobispado posee acciones en la minera Buenaventura. De esta manera  y desde su espacio en radio, respondió a la denuncia hecha por un diario local, sobre una falta ética al utilizar el medio para opinar contra opositores al proyecto Conga.

 
Video:
 
 https://panamericana.pe/24horas/locales/184850-cipriani-confirma-arzobispado-acciones-minera-buenaventura


Lutero, llevado por su polémica anti-papista, llamó a la Iglesia de Roma la Gran Prostituta. Es evidente que sus acusaciones, que han de entenderse desde el clima de disputa de su tiempo, no se pueden tomar al pie de la letra, pero tienen un fondo que debe valorarse.

No es una “putita” de barrio ), es la Gran Señora, la Ciudad Imperial, el emperador y su corte, el rey y sus ministros…, una economía/ciudad que vive de los pobres…). Desde ese fondo, el profeta Juan ha concebido el pecado de la humanidad en términos de prostitución universal.
 

Laudato si’. Textos básicos:
Ecología. Un tema económico y social, político y religioso
Contra una cultura del descarte: Estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura(22).
Contra una utilización indiscriminada la la energía fósiles… La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan (23) .
Contra una ecología artificial y elitista: En algunos lugares, rurales y urbanos, la privatización de los espacios ha hecho que el acceso de los ciudadanos a zonas de particular belleza se vuelva difícil. En otros, se crean urbanizaciones « ecológicas» sólo al servicio de unos pocos, donde se procura evitar que otros entren a molestar una tranquilidad artificial(45)
En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad…para legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo (50)
La culpa de la política Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos (54).
El pecado de la economía Mientras tanto, los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente. Así se manifiesta que la degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas (56).
El riesgo de unas guerras ecológicas: Es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones(57).. Al mismo tiempo, crece una ecología superficial o aparente que consolida un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad. Como suele suceder en épocas de profundas crisis, que requieren decisiones valientes, tenemos la tentación de pensar que lo que está ocurriendo no es cierto. (59)
 
La tierra, una herencia común:
Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos… La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada (93)
El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de todos. Si no lo hacemos, cargamos sobre la conciencia el peso de negar la existencia de los otros (95).
El hombre actual, un riesgo: El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental (109)..
Mundo para el hombre, el riesgo de una libertad in-humana:
La falta de preocupación por medir el daño a la naturaleza y el impacto ambiental de las decisiones es sólo el reflejo muy visible de un desinterés por reconocer el mensaje que la naturaleza lleva inscrito en sus mismas estructuras. Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacitad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza (117).
La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, obligándola a trabajos forzados, o convirtiéndola en esclava a causa de una deuda. Es la misma lógica que lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sirven para los propios intereses. Es también la lógica interna de quien dice: Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son daños inevitables (123).
Una libertad económica sólo declamada, pero donde las condiciones reales impiden que muchos puedan acceder realmente a ella, y donde se deteriora el acceso al trabajo, se convierte en un discurso contradictorio que deshonra a la política (129)
El riesgo de los combustibles fósiles, el gran pecado político. El hilo se rompe por lo más débil
Sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes –sobre todo el carbón, pero aun el petróleo y, en menor medida, el gas– necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora (165).
En lo relacionado con el cambio climático, los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes (169). La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global.
De este modo, se agrega una nueva injusticia envuelta en el ropaje del cuidado del ambiente. Como siempre, el hilo se corta por lo más débil (170).
Política y economía en diálogo para la plenitud humana
La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diá- logo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación (189).
Dentro del esquema del rédito no hay lugar para pensar en los ritmos de la naturaleza, en sus tiempos de degradación y de regeneración, y en la complejidad de los ecosistemas, que pueden ser gravemente alterados por la intervención humana (190).
Un decrecimiento de los “ricos”:
Es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más 148 y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana. Por eso ha llegado la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas partes del mundo aportando recursos para que se pueda crecer sanamente en otras partes (193).
Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos « cambiar el modelo de desarrollo global», 136 lo cual implica reflexionar responsablemente «sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones»… Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso (194).
El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud del ambiente (195).
Otra economía y política es posible y necesaria:
Es verdad que hoy algunos sectores económicos ejercen más poder que los mismos Estados. Pero no se puede justificar una economía sin política, que sería incapaz de propiciar otra lógica que rija los diversos aspectos de la crisis actual (196).
Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis… Si el Estado no cumple su rol en una región, algunos grupos económicos pueden aparecer como benefactores y detentar el poder real, sintiéndose autorizados a no cumplir ciertas normas, hasta dar lugar a diversas formas de criminalidad organizada, trata de personas, narcotráfico y violencia muy difíciles de erradicar (197).
La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común. Mientras unos se desesperan sólo por el rédito económico y otros se obsesionan sólo por conservar o acrecentar el poder, lo que tenemos son guerras o acuerdos espurios donde lo que menos interesa a las dos partes es preservar el ambiente y cuidar a los más débiles (198).
Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social. Es lo que ocurre cuando los movimientos de consumidores logran que dejen de adquirirse ciertos productos y así se vuelven efectivos para modificar el comportamiento de las empresas, forzándolas a considerar el impacto ambiental y los patrones de producción (206).
 

El Sufrimiento



La experiencia del dolor y del sufrimiento en nuestra vida se acepta y nos fortalece solo en la fe. Desde esta óptica, la fe nos ayuda a penetrar el sentido de todo lo humano y, por consiguiente, también del sufrir. Así pues, existe una íntima relación entre la cruz de Jesús y nuestro dolor, que se transforma y se sublima cuando se vive con la conciencia de la cercanía y de la solidaridad de Dios
Cuando tomamos una postura sobrenatural ante el dolor y el sufrimiento hacemos una experiencia de purificación que nos lleva a madurar y crecer en la fe, la esperanza y el amor. El dolor, como el jardinero, poda las ramas secas y enfermas del árbol para que florezca y dé abundantes frutos. En el sufrimiento, aceptado con fe, tenemos una oportunidad única para valorar y apreciar mejor la vida humana. De esta forma, nos hacemos más sensibles y compasivos ante el dolor ajeno.

En conclusión, el sufrimiento es una experiencia que forma parte íntima de nuestra existencia. Por lo tanto, la realidad del dolor humano adquiere un valor y un sentido trascendente a la luz de la fe en Dios.

 Jesucristo con su Resurrección nos llena de esperanza ante los infortunios que envuelven nuestra vida porque el creyente camina hacia el cumplimiento de las Bienaventuranzas: «dichosos los que sufren porque ellos serán consolados» (Mt 5,3-10).
Pablo cruzó el desierto. Cárceles, azotes, persecuciones, hambre, enfermedades, falsos hermanos 2 Corintios 11: 24-33; 12:1-8. ¡Jamás se dio por vencido! Se mantuvo firme en Dios valiente y esforzado. Cuando tomamos conciencia de nuestra muerte, cuando menguamos, el Señor puede crecer en nosotros. Cuando ya no tienes muletas ni bastones para apoyarte, cuando estás incomunicado en tu destierro, en la soledad, pasando por la esterilidad, en la tierra seca, sin provisiones, cuando nadie parece acordarse de ti, cuando parece que Dios y los hombres te abandonaron, nunca te rebeles y te quejes. Extiende tus raíces bien hondas en busca del agua, porque verdaderamente hay agua de vida en esos momentos duros. Desde luego que no es superficial, es una experiencia profunda en Dios. Cristo fue abandonado por Dios y por los hombres cuando exclamó: Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? (Mateo 27:46).
   Miles de almas dieron otros resultados. Hoy día ocurre igual. Mientras hay quienes en el desierto reciben grandes revelaciones, otros no son aprobados allí. En la hora de la prueba:
 “Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad. Y él les dio lo que pidieron; mas envío mortandad sobre ellos… Pero aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra, antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz del Señor. Por tanto, alzó su mano contra ellos para abatirlos en el desierto. (Salmo 106: 14-15; 24-26).
Mirad, hermanos que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad (Hebreos 3:12).
Cuando estamos en el desierto, descubrimos lo poco que tenemos para ofrecer a Jesús. No te desanimes. Aunque poco ponlo en manos del Señor. Descansa y observa a tu Señor hacer milagros con tu vida y a través de tu vida. Por su palabra fue hecho todo lo que se ve, de lo que no se veía. El profeta conocía el poder de esas palabras:
“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el dios de mi salvación.” Habacuc 3:17-18.
 

jueves, 23 de febrero de 2017

Obispos advierten a sus fieles sobre los Veterocatólicos


 
 
Obispos advierten a sus fieles sobre los Veterocatólicos
El arzobispo de Corrientes, Mons. Andrés Stanovnik OFMCap, y los obispos Hugo Santiago, de Santo Tomé, y Ricardo Faifer, de Goya, dieron a conocer un comunicado conjunto, en el que advierten a la feligresía sobre la actuación de ministros de la «Iglesia Veterocatólica» o «Iglesia Católica Disidente». Piden abstenerse de participar de las celebraciones que se realizan en casas de familias y aclaran que los ritos que utilizan se prestan a confusión y desorden¨.
El texto completo del comunicado expresa lo siguiente:
«Se advierte a los fieles católicos de la arquidiócesis de Corrientes y de las diócesis de Goya y Santo Tomé sobre la actuación de ministros de una iglesia, que se presenta como veterocatólica, veterodoxa, o también como iglesia católica disidente, en cuyo logo identificatorio figura la siguiente leyenda: "Iglesia católica apostólica argentina-no romana". Dicha Iglesia está al margen de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, y sus ministros no están en comunión con nuestras Iglesias, no obedecen al papa Francisco, aunque dicen que rezan por él.
Esta iglesia disidente aparece como si fuera una nueva modalidad permitida y autorizada de nuestra Iglesia Católica Apostólica Romana, y pretende estar en comunión con la Sede Apostólica, sin estarlo. Es de notar que los símbolos, ritos y celebraciones, como también el nombre de «católica» que usan, se prestan a confusión y desorden. «Hecha esta advertencia, se pide a los fieles de nuestras diócesis que se abstengan de participar en las celebraciones que realizan los ministros de dicha iglesia en casas de familias, a fin de que permanezcamos unidos en la fe que nos transmitieron nuestros padres. La Iglesia Católica, Apostólica y Romana es nuestra Madre en la Fe, y a la madre no se la cambia ni abandona por otra».
Ante cualquier duda sobre la acción de misioneros o ministros, sobre los que no se tenga certeza de su pertenencia a nuestra Iglesia Católica, sugerimos que consulten en sus respectivas parroquias para no caer en ningún engaño».
Su historia y creencias
La Iglesia Veterocatólica, (Vieja Iglesia católica o Iglesia Católica Antigua) es una asociación de Iglesias nacionales autónomas bajo la presidencia del arzobispo de Utrecht. La raíces del veterocatolicismo pueden señalarse en los Países Bajos, en el período posterior a la Reforma, cuando Roma consideraba gran parte de aquellos países como tierras de misión. Durante una controversia sobre la deposición del vicario apostólico a comienzos del siglo XVIII, un pequeño grupo logró obtener la consagración de Cornelius Steenoven como arzobispo de Utrecht, lo cual confirmó su escisión de Roma.
Después del concilio Vaticano I, algunos grupos de católicos de Alemania, Suiza y del imperio austro-húngaro, bajo el influjo de algunos teólogos como Ignaz von DOllinger, protestaron contra las definiciones del primado y de la infalibilidad del papa. Fueron llamados «viejos católicos» porque consideraban las doctrinas del Vaticano I como una innovación. Los congresos celebrados en Múnich ( 1871) y en Colonia ( 1872) los llevaron a la Declaración de Utrecht ( 1889), que unió a todos los que criticaban el concilio Vaticano I con la comunidad más antigua de Utrecht. A principios del siglo XX los viejos católicos se unieron a las «Iglesias polacas nacionales» de Polonia, Estados Unidos y Canadá.
La Declaración de Utrecht se basa en la Iglesia indivisa de los ocho primeros concilios ecuménicos. Acepta la Escritura y la Tradición como fuentes de la revelación, aunque no se consideran inspirados los libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento. Reconoce una primacía de honor al obispo de Roma, pero no el primado de jurisdicción ni la infalibilidad que afirmó el Vaticano I. Los viejos católicos rechazan las ideas de un tesoro de méritos, las indulgencias, la veneración de los santos y las definiciones de la Inmaculada Concepción y de la Asunción de María. Creen en la presencia real de Cristo en la eucaristía, sin explicarla en términos de transubstanciación. Se practica la confesión auricular, pero no se la considera necesaria: no se continuó con el celibato clerical. La liturgia de los veterocatólicos es bastante parecida a la de la Iglesia romana católica. Cada diócesis está dirigida por un obispo, elegido por un sínodo compuesto de clérigos y de laicos, que decreta los cánones que el obispo pone luego en acto.
Porque no mujeres sacerdotes.
El nuevo testamento afirma la necesidad de que en la iglesia existan “ministerios” . Es más , la existencia de estos “ministerios” o servicios es algo esencial para la vida de la comunidad cristiana . Por consiguiente, está fuera de duda que es voluntad de Dios que en cada comunidad creyente haya ministerios  que enseñen el mensaje , que presidan en la asamblea de los creyentes , que coordinen los diversos  “carismas” , que estimulen y alienten a los fieles y que se encarguen de las diversas actividades o funciones que requiere el buen funcionamiento de la comunidad. Todo esto son cosas que no vamos a poner en duda .

Pero una cosa es hablar de “ministerios” y otra es hablar de “clero”. El nuevo testamento habla de los ministerios que debe de haber en la iglesia ; del “clero”, sin embargo , jamás dice ni palabra . Por supuesto , el término griego klêros (que significa “suerte” o “herencia”) se utiliza algunas veces para referirse a cosas que nada tienen que ver con el clero eclesiástico (Mt 27,35 Col 1,12).
La distinción entre clérigos y laicos es completamente ajena a las ideas y el espíritu de la iglesia primitiva . Tal distinción comienza a apuntarse en el siglo III y afianzase definitivamente en el siglo IV .
 
Sabemos que la aparición del “clero” es una cosa que ya no resulta ni tan admirable ni tan divina . Porque nos consta que el clero en cuanto a orden (del latín ordo) o categoría de personas diferenciadas y distinguidas del resto de los fieles , tiene  su origen en una pretensión mundana: el deseo de los clérigos por parecerse al orden de los magistrados o notables que gobernaban en Roma .
Según el Novo Testamento , los dirigentes o líderes de la iglesia jamás se deben situar sobre la comunidad creyente para imponerse o dominarla da manera que sea . Los textos evangélicos son muy claros en este sentido (Mc 10.42-45; Mt 20.25-28).
Los dirigentes de la comunidad no pueden tener una mentalidad de señores , y menos comportarse como tales , ya que eso sería exactamente lo que hacen los jefes de este mundo , según afirma el conocido texto de los evangelios sinópticos (Mt20.25-26)
Así las cosas , la pregunta que hay que hacerse se puede formular así : ¿tolera el Nuevo Testamento que en la iglesia exista esa diferencia y esa distinción de personas ?
Comunidades  primitivas 
Cuantos desearíamos ver una iglesia cristiana acorde con el patrón bíblico, y cuantos buscaríamos ese espíritu de fraternidad, sinceridad, sencillez y humildad que caracterizó a los primeros cristianos. Pero nuestra realidad es otra, la iglesia ha prosperado como estructura, como denominación, y como masa de gente, pero ha menguado en su poder de testimonio, y sobre todo, en su humildad y sencillez. Cuando vemos la realidad predominante en nuestro entorno nos decimos; «¿a dónde irá a parar la iglesia, si Cris-to no viene pronto?.»
Les mandó que no llevasen nada para el camino: ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinto, sino solamente un bastón; pero que calzasen sandalias y que no vistiesen dos túnicas.” (Marcos 6:7-9). En este mandato notamos que su enseñanza era la sencillez, “no vestir dos túnicas“, pero aun en sí mismo, Jesús era sencillo en su forma de ser y de vestir, pues dice la Biblia que su túnica era “sin costura” de una sola pieza: “Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron los vestidos de él e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Además, tomaron la túnica, pero la túnica no tenía costura; era tejida entera de arriba abajo.”  (Juan  19:23). Y tejida de algodón. Por lo general, las túnicas caras eran de varios elementos, y contenía seda. Para demostrar más la sencillez del Maestro, en las escrituras se describe su entrada a Jerusalén montado en un pollino prestado (Mateo 21:2), ¿Y por qué no usó un caballo brioso? Y para celebrar su última cena tuvo que pedir una casa prestada (Lucas 22:7-13), y al morir, fue enterrado en una tumba prestada, (Lucas 23:50-56) propiedad de José de Arimatea. ¿Queremos más eviden-cia de su sencillez? ¿De dónde sacamos la doctrina de la corbata y el traje? ¿De dónde sacó la iglesia católica la sotana y el cuello clerical, heredado después por los luteranos y por los demás evangélicos? ¿Qué tratamos de decir con esto? ¿Qué somos  ministros, religiosos, diferentes al resto del pueblo? En el principio Jesús y los discípulos se fundían con el pueblo, al grado tal que eran uno mas en la multitud.  El peligro de la apariencia radica en la importancia que ésta toma en muchos círculos mundanos, y como estos conceptos se introducen en la Iglesia. El hombre no vale por la ropa que viste, ni por los zapatos que calza, sino por la vida que vive delante de Dios.

Debemos plantearnos de nuevo una vida en sen-cillez, en donde el decoro y el ornamento modesto sea una característica de los hijos de Dios, desechando toda opu-lencia y soberbia que nos lleve a una vanidad física que está contra la vida del Espíritu. La iglesia no es una liturgia, ni una estructura arquitectónica, ni un orden de cosas materiales, !NO¡. La iglesia son los redimidos por Jesús, donde quiera que se junten.
Al respecto escribe Charles Corson:  “¿Quién es el que no dice:«Voy a la iglesia»? Al lugar en que adoramos lo llamamos la iglesia. Y cuando decimos que «estamos construyendo una iglesia» queremos decir que estamos esforzándonos por levantar un edificio, no estamos solidificando hombres y mujeres en su madurez espiritual. Hay un millar de expresiones comunes en las que se da por sentado que la iglesia es un lugar, y nada más. Esto no es simple coloquialismo, porque tal manera de hablar pre-supone y condiciona nuestra perspectiva de la iglesia, creando lo que muchos han llamado correctamente «el complejo de edificio», por el cual se mide la importancia y el buen éxito de la iglesia de acuerdo con el tamaño, la belleza y la funcionalidad de su estructura física“  El poder de la iglesia está en su gente, no en sus edificios. La riqueza del evangelio no está en el poder eco-nómico, sino en el poder de la vida y ejemplo que demos delante del mundo, en nuestro “testimonio”.
 
 

viernes, 17 de febrero de 2017

José Gea Escolano; un obispo nuestro y de Mondoñedo



Vaya por delante que no es este lugar para ajustar cuentas con una persona fallecida, sea quien sea.
Parece que muchos olvidan que Gea Escolano se arrogó el papel de juez del Tribunal Constitucional para asegurar que el matrimonio entre homosexuales no solo no tenía cabida en la Iglesia Católica (nada que objetar, ellos sabrán cómo funciona su casa), sino ¡en la Constitución Española! Es fácil encontrar por ahí sus artículos diciendo que era "dar luz verde al todo vale". El problema era que cuanto más se explicaba, más empeoraba las cosas. Equiparó sin ningún pudor no a los homosexuales, sino "a los que practican la homosexualidad" con "quienes practican el robo o el asesinato, aunque uno tenga tendencia a ello". 
"Una cosa es tener tendencias homosexuales y otra, practicar la homosexualidad o el robo o el asesinato... aunque uno tenga tendencia a ello", señalaba el obispo. "Yo nunca he dicho que los homosexuales no entrarán en el Reino de los Cielos; lo dijo San Pablo", añade.

Pero, ¿qué dijo Jesús sobre la homosexualidad? Absolutamente nada, Jesús se limitó a condenar la hipocresía religiosa de su contexto, la corrupción política, la discriminación y el racismo; apostó por el amor, el respeto, la asertividad; empoderó a las minorías sociales y revindico a la mujer como igual; hablo de la naturaleza divina del hombre sin menospreciar o echar a una lado su naturaleza carnal, incorporó ambas, la pasión y la aspiración platónica, en un ser radicalmente benevolente. Jesús fue un revolucionario del pensamiento social. 

José Gea Escolano, dijo también que «no se puede alardear» de la homosexualidad haciéndolo compatible con el ejercicio del sacerdocio y calificó de «enfermo» al párroco onubense José Mantero, que reconoció ser homosexual. Asimismo, afirmó que «un homosexual no es normal» y comparó a este colectivo con los ciegos y sordos, «que tienen un fallo en su naturaleza».
En una entrevista con Julia Otero en cuanto al preservativo, matizó que la Iglesia «comprende» su uso pero «no puede decir que eso es bueno». Curioso razonamiento...
Gea Escolano publicó también un artículo en su blog Un obispo Opina, alojado en Religión en Libertad, que llevaba por título Comunión de los divorciados y vueltos a casar donde responde a los 20 teólogos españoles que han firmado el manifiesto: Carta al obispo de Roma. En ese texto, los teólogos reclamabann al Papa Francisco que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar. Esa Carta al obispo de Roma está firmada por el obispo emérito de Palencia, Nicolás Castellanos, y los teólogos José Antonio Pagola, José Ignacio González Faus, Andrés Torres Queiruga, Luis González-Carvajal, Javier Vitoria, Lucía Ramón, Joaquín Perea o Ximo García Roca, entre otros. Monseñor Gea se dirige a los firmantes del texto con estas palabras: “La manifestación que habéis hecho con respecto a la comunión de los divorciados vueltos a casar y la verdad, me extrañan las cosas que decís y también me extraña que no digáis algunas que no decís”.
A pesar de todo esto sabía muy bien Gea Escolano que la misma iglesia católica declaró disueltos matrimonios “naturalmente “ validos y legítimos.
La alegaciones contra la permisión legal del divorcio para las parejas fracasadas deben contemplarse con la prudencia jurídica necesaria pero non son consistentes para llegar a negarlo, como tampoco pesan  de hecho, por desgracia, razones tan importantes como el derecho al trabajo estable, a una vida digna y amplia etc.
Razones que también atacan el matrimonio.
La iglesia procuró el bien da institución matrimonial, dejando de lado el bien de las personas y de las parejas. Creo que ponerse al servicio de la institución, de la ley de la norma o del contrato o al lado de la persona, de la libertad, y del amor es un desafió básico y permanente para los cristianos.
Para empezar, hay que pegar un soberano tirón de orejas a todos cuantos pusieron el grito en cielo cuando José Gea abría la boca (que por cierto era muy a menudo) y hoy le alaban
Algún sacerdote  que hoy lo ensalza  parece que no recuerda cuando le envió una carta aconsejándole que si fallecía delante se abstuviera de ir a su entierro, de lo contrario avisaría a su familia para que lo echara fuera… 

Ahora bien, en Mateo no se nos dice cuál sea el punto central de la doctrina de los fariseos y saduceos, pero en Lucas 12:1, el Señor dice a sus discípulos: “Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. ¡De manera que la hipocresía es aquello de lo cual el Señor quiere librar a sus discípulos!

Ahora bien, el hecho de que la hipocresía sea representada aquí con la levadura, es algo que debiéramos considerar. La levadura fermenta la masa, le hace tomar un volumen que no es real, con el fin de que pueda cocerse mejor. El espíritu farisaico, es decir, la hipocresía, era como una levadura porque mostraba una apariencia mayor que la realidad. La bondad de ellos era externa, pública, sin contenido.
 La muerte es el gran igualador, pero no en el sentido que creían los poetas medievales. La muerte no nos iguala porque nos llegue a todos, sino porque nos hace a todos buenos. Socialmente nos ponemos de acuerdo para resaltar las virtudes del muerto, tapar sus obvios defectos y mirar mal a quien no quiera participar en la farsa.
Espera un momento. ¿Carente de emociones? ¿Inhumano? ¿Ahora no querer participar en la farsa colectiva del “pobrecito, qué bueno era” ?
Seguro que a  los pocos minutos de publicar este post tengo a alguien poniéndome de psicópata para arriba.

miércoles, 15 de febrero de 2017

El ayuntamiento de A Coruña se burla del papa Con el dinero de los coruñeses.



Vivimos tiempos de confusión, de desolación, de desconcierto, de desilusión, de zozobra, es verdad. Pero no podemos como católicos perder la esperanza. Católico que pierde la esperanza es un católico de escasa fe. Solo tenemos dos opciones en este momento: O estamos con Cristo o contra Cristo. No se trata de apoyar o no a un Papa, se trata de Cristo, de Su Palabra, de Su Doctrina, de Su Iglesia. No podemos traicionarlo. No es posible ignorar su sacrificio en la Cruz por cada uno de nosotros y su posterior Resurrección. Debemos ser fieles a El a pesar de las circunstancias.

Estamos llamados desde antiguo a hacer parte del pequeño resto que defenderá la fe verdadera en paz y fraternidad. Eso no es negociable. Es momento de decidir: somos fríos o calientes, porque a los tibios nos "vomitará " de su boca. ¿De qué lado estas tú? ¿A quién sirves? 
Nuevamente, Jesús advierte, “¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque así hacían sus padres con los falsos profetas.” (Lucas 6:26). Déjame preguntarte: ¿el mundo esta alabándote? ¿Eres el brindis del pueblo? ¿Te dan grandes alabanzas en eventos seculares? ¿Eres políticamente correcto en tus interacciones? ¿Están el alcalde, dignatarios y los famosos cómodos en tu presencia? Entonces escucha las palabras de Jesús para ti: “Hay algo falso en tu testimonio.”

Jesús mismo aclara: Si cualquier iglesia esta moviéndose en el poder del Espíritu Santo y cumpliendo su misión como el mando, esa iglesia será odiada y perseguida por el mundo. Como Pablo, el pastor será considerado la inmundicia de la tierra. Y la iglesia será odiada por políticos y lideres impíos de la sociedad. También será despreciada por homosexuales, pornógrafos, y más aun por líderes religiosos deslizados quienes están espiritualmente muertos.

Sin embargo, Jesús le dice a esa iglesia:

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros.” (Mateo 5:10-12).

Apocalipsis 17 Dice: ¨Entonces el dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús¨.

David Wilkerson, USA, 1973: ¨Será una persecución de los verdaderos creyentes de Jesús, que surgirá en breve como un monstruo de muchas cabezas que sale del mar¨.


Wilkerson también vio la "otra" Iglesia:
Él vio el surgimiento de una "iglesia invisible sobrenatural" que incluiría a los creyentes de todas las iglesias y todas las denominaciones y que se convertiría en "una especie de iglesia subterránea" en los últimos día.

"Veo el surgimiento de una súper iglesia, una iglesia invisible sobrenatural, una unión de seguidores profundamente espirituales de Jesucristo, unidos entre sí por medio del Espíritu Santo y la confianza mutua en Cristo y en su palabra".
Esta iglesia sobrenatural de los verdaderos creyentes se convertirá en una especie de iglesia subterránea. En él se incluirán los católicos y protestantes de todas las denominaciones, jóvenes y viejos, blancos y negros, y personas de todas las naciones. Mientras que esta súper iglesia visible gana poder político de este cuerpo invisible de creyentes crecerá enormemente en el poder espiritual.

 Tema relacionado:
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