miércoles, 15 de junio de 2016

Las mujeres y el sacerdocio


 
La ordenación desde el punto de vista bíblico, es sencillamente el reconocimiento de los dones y ministerios que Dios otorga a una persona (Hechos 6: 1-3; 13: 1-3; 1 Tim. 5: 17; Tito 2:15): “[…] habían recibido ya su comisión de Dios mismo, y la ceremonia de la imposición de las manos no añadía ninguna gracia o cualidad virtual.” (WHITE, HAp, 131). En las Escrituras ninguno de los dones, entre los cuales está el del pastor-maestro, tienen restricción de genero (Ro 12:4-8; 1 Co 2:9-11, 27-28;  Efe 4:8, 11-16; Hch 6:1-7; 1Ti  2:1-3; 1 Pe 4:10,11).
La mayoría de las declaraciones de Elena de White sobre derechos se refieren a derechos básicos. Ella creía que todos los derechos humanos son dados por Dios y son la herencia legítima de cada ser humano, hombre o mujer. El deseo de derechos es innato, refleja un “principio innato que nada puede desarraigar” También en 1901, Elena G. de White hizo un llamado apasionado para los obreros, y en el transcurso de su llamado ella dijo que ambos, “hombres y mujeres… hermanos y hermanas,” son llamados a ser “sacerdotes para el Señor” y “ministros de nuestro Dios.” Pero, Elena de White, dice que la Iglesia Católica pervirtió ese concepto de la ordenación equipándolo con un poder especial que daba jerarquía al clero por encima de todos los creyentes: “Ulteriormente, el rito de la ordenación por la imposición de las manos fue grandemente profanado; se le atribuía al acto una importancia infundada, como si sobre aquellos que recibían esa ordenación descendiera un poder que los calificaba inmediatamente para todo trabajo ministerial.” (Ibid). Incluyendo, que la teología católica expulso a las mujeres del ministerio, por la influencia pagana de los filósofos griegos que jerarquizaron la sociedad, poniendo a las mujeres en uno de los niveles más bajos (Aristóteles, Politics, 1.5.3-8).
Tiene también razón Gonzalez Faus cuando afirma lo siguiente : “Cuando en la historia surge alguna causa que parece traer salvación, se  apuntan inmediatamente todos los que no quieren servir esa causa sino servirse de ella: inventores fracasados, picapleitos sin éxito etc. el enemigo más grande de las causas más santas son algunos de sus defensores, toda la comunidad cristiana tiene derecho a pedir a las mujeres que aspiran al ministerio, que examinen bien si buscan un sacerdocio pretendiendo un servicio o “un salto a la fama” esto también sirve para los varones pero entre los varones no se da hoy este atractivo clásico de lo prohibido que se expresa en aquellas frases ya viejas: el divorcio es una cosa que solo interesa a los casados (Lidia Falcón); el matrimonio es una cosa que solo interesa a los curas (Simone de Beauvoir); y ahora el sacerdocio es una cosa que solo interesa a las mujeres."
    Esto quiere decir que el acceso al ministerio no puede ser defendido para resolver ningún problema personal (ni siquiera ese sentimiento de culpabilidad machista que nos pode molestar a muchos varones).
    Si algún día  nuestra iglesia ordena mujeres sacerdotes sospecho, que en los comienzos tendrá que hacerlo con cuentagotas y no como ruptura de presa y esto seguirá suponiendo frustraciones para muchas mujeres  que les costara aceptar que su  propio rechazo se deba a razones personales y  les será más fácil seguir atribuyéndolo a razones sexistas.”
 
El sacerdocio de Jesús no necesita de templos, ritos y sacrificios , ni de especiales intermediarios entre Dios y los hombres; es distinto y se condensa en el amor que rige y mueve toda su vida, no en otro tipo de sacrificio externo, violento, oficiado por intermediarios sagrados.
Hay que volver al origen y retomar el Evangelio, porque nos hemos alejado de él, otorgando el título de sacerdotes, únicamente a una élite,- la clase clerical-, contrapuesta al laicado y erigida sobre él como una categoría superior, con poderes que la elevan sobre el resto de los fieles.

Admitir que la Iglesia se compone de dos categorías: una clerical y otra laical, con desigualdad entre ambas, es introducir algo contrario a la condición y dignidad sacerdotal de todo cristiano, fundada en el sacerdocio de Jesús.
Ellos se dedicaron a la enseñanza de los Apóstoles, fieles a la comunión fraternal, a la fracción del pan y a las oraciones. ” (Hechos 2:42)

– “Día tras día, un solo corazón, asistieron asiduamente al Templo y partían el pan en sus hogares, tomando los alimentos con alegría y sencillez de corazón.” (Hch 2,46)

– “Para vosotros, no os hace falta llamar” maestro “, porque sólo tenéis un maestro y todos ustedes son hermanos. No llaméis a nadie sobre la tierra ” padre “, ya que solamente tenéis uno , el Padre celestial. No hace falta que llaméis a nadie “doctor”, ya que sólo tienes un médico, Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor, quien se exalta a sí mismo será humillado, y quien se humilla será enaltecido. » (Mt 23,8-12).
“Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos. “(Mateo 18:20)
¿Qué es lo que hace que exista una Eucaristía? ¿Es la presencia del sacerdote o la existencia de una comunidad que, después de Jesús, dice, ‘Esta es mi vida que yo os doy? No son las palabras de la consagración las que hacen que haya Eucaristía, y que Dios esté presente. Es el compromiso de la comunidad suscitado por el Espíritu y por el Evangelio. Por lo tanto, cuando una comunidad se reúne para hacer memoria de Cristo resucitado – en palabras y también en acciones – de las buenas nuevas de Jesucristo, ella celebra la Eucaristía, independientemente que un sacerdote ordenado esté presente o no.

José Carlos Enríquez
Conflicto cósmico Elena G. White.

 

Ellen Gould Harmon de White, conocida también como Elena G. de White (26 de noviembre de 1827 - 16 de julio de 1915), autora cristiana estadounidense
Ellen G. White promovió el vegetarianismo, Durante su vida escribió más de 5.000 artículos de periódicos y 40 libros; actualmente, incluyendo las compilaciones de sus 100.000 páginas de manuscritos, se han publicado cerca de 100 libros, los cuales han sido traducidos a los principales idiomas del mundo. Algunos de los más populares son: El camino a Cristo, El deseado de todas las gentes, El conflicto de los siglos.
La novedad de Jesús : "Todos somos sacerdotes"
Xabier Pikaza
Nueva Utopía
 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
 

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