martes, 12 de junio de 2018

El crucifijo no es un objeto, sino la llamada al amor de Jesús.


 
 
¿Es el ateísmo de Pedro Sánchez una experiencia cristiana de Dios.?
El verdadero ateo no es el hombre que niega a Dios, al sujeto, sino el hombre para el cual los atributos de la divinidad, tales como el amor, la sabiduría y la justicia, no son nada. Y la negación del sujeto no implica, ni mucho menos, la negación de los atributos.
El secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, tuiteó ayer que el permiso dado por el Gobierno para atracar en Valencia y acoger a los inmigrantes a bordo del Aquarius «es un buen gesto de solidaridad de España que nos alegra.
“La cruz cristiana no es un objeto de la casa o un ornamento para llevar, sino que la cruz cristiana es un recordatorio del amor con el cuál Jesús se ha sacrificado para salvar a la humanidad del mal y del pecado.”
Dios también protegió a los extranjeros y a los refugiados, un ejemplo lo podemos encontrar en el libro de Rut. Incluso el mismísimo Jesús, cuando niño, junto a sus padres llegó a Egipto como un refugiado más que huía de la persecución, de la intolerancia...
 “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mateo 9:13).
Hoy hay leyes, normas y marcos injustos para los inmigrantes en España. No hay igualdad de trato, no hay respeto al diferente... Ser cristiano es vivir en compromiso. Sin hacer justicia y sin amar al prójimo tendiéndole una mano de ayuda es imposible cualquier tipo de ritual.
Amaras al señor tu Dios con todo  tu corazón con toda a tu alma , con todas  tus fuerzas y con todo o tu espíritu, y a tu prójimo coma a ti mismo . Jesús añade  “haz esto y vivirás”  pero el insiste: ¿quien es  mí prójimo? Jesús responde con aquella narración de aquel samaritano solidario y luego repite haz tú lo mismo.
Quien cree en Jesús, no puede prescindir de El en su entrega al prójimo. No es que la fe sustituya al prójimo por Cristo, sino que hace vivir la entrega al prójimo  en la profundidad y ultimidad sobrenaturales, como la vivió Cristo.
“El que ama conoce a Dios porque Dios es amor. ( 1 Jn 4, 7-8) Creado a imagen y semejanza de Dios el hombre es también imagen viviente, y en el amor encuentra la plenitud de su vida.
Cuando el ateo se compromete seria y profundamente en la vida humana, es inevitable que toda su inquietud sea una intensa “agonía” religiosa. La afirmación de Unamuno resulta entonces paradójicamente cierta: Los verdaderos ateos están locamente enamorados de Dios”
Todo lo que no sea un cambio interno en el corazón del ser humano como resultado de su fe en Cristo, fe fundada en la sola palabra de Dios, no se formaran iglesias vivientes en Cristo por otros medios. Y en eso estamos todos en camino. Debemos evangelizar la cultura, sus valores y no vivir los valores antibíblicos tan cercanos a los que no tienen esperanza.
No estamos acostumbrados a que lo religioso se convierta en político. No estamos acostumbrados a que el cristianismo moleste a los poderosos de nuestro tiempo, bien sean políticos empresarios, acumuladores de bienes.
No debemos de olvidar que el proceso contra Jesús se convirtió en un proceso político.
Por eso entre mofas y escarnios, lo nombraron Rey. Rey falso e inútil. No hubo ninguna posibilidad de salvación para Él, a pesar de los esfuerzos de Pilatos: un hombre que quiso salvar a Jesús. Pilatos fue un hombre que se atormentó ante el proceso y, finalmente, tuvo que ceder ante las presiones de la turba y de los religiosos.
Me pregunto: ¿Existen hoy Pilatos en relación con el cristianismo? No. No es necesario. Es una figura obsoleta para el cristianismo de hoy.
Nosotros no molestamos ni a los políticos ni a los poderosos de la tierra. Se puede acumular sin que el grito de los cristianos por la justicia desgarre la tierra. Se puede marginar a más de  la mitad de la humanidad, sin que aclamemos por los débiles y quebrantados.
José Carlos Enríquez Díaz
 

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