lunes, 19 de marzo de 2018

¿Cuánto valor tiene la palabra de Ferrol en común?


 
 
A su llegada al ayuntamiento aseguraban que era innecesario disponer de vehículo oficial. Aseguraba el alcalde acudir cada día a pie al Ayuntamiento y que al mediodía pasaban a recogerlo. Y hubo una época en la que acudía también en bicicleta a su puesto de trabajo. En junio de 2015 se negaba a utilizarlo y barajaba dos opciones: cederlo a alguna entidad social o intentar venderlo y destinar el dinero a fines sociales. Ni una cosa ni otra. El vehículo permaneció un tiempo en desuso en la nave de Servizos de A Gándara hasta que se decidió aprovecharlo, desde al menos enero de 2016. Parece que es lo único que ha podido hacer porque gestos a favor de la ciudad, con ninguno ha podido
 
Ferrol en Común asumió otros gestos como prescindir del teléfono corporativo
Además de la renuncia al coche oficial, Ferrol en Común anunciaba al principio del mandato que prescindirían de otros privilegios como las plazas de aparcamiento para los concejales en los aparcamientos subterráneos de la plaza de Armas y del Cantón, como también hicieron los ediles del resto de partidos. Y entonces también aseguraron que las tarjetas serían asignadas a entidades sociales. Tampoco se hizo.
A Ferrol en Común le encanta generar polémicas donde no las hay como en el caso de la Semana Santa Ferrolana, en el que minusvaloró la única fiesta de Interés Turístico Internacional y de mayor tradición de Ferrol.
El partido que prometía luchar contra las injusticias de los desahucios,  permitió que una familia fuese desalojada y puesta en la calle con un recién nacido y eso que un gobierno está para resolver los problemas de los vecinos, y no para generarles más conflictos. Ferrol se declaraba en el pleno de febrero ciudad libre de desahucios.
Esa era la teoría, pero la práctica demuestra que el municipio no está al margen de los desahucios. Una familia con un bebé de dos meses fue desahuciada el día de Nochebuena del piso que había ocupado ilegalmente en Recimil dos años y medio antes.
El concepto de populismo deriva de pueblo y literalmente denomina a la estrategia de las corrientes políticas que buscan el apoyo de las clases populares. Es como si fuera una especie de plaga desconocida: está por todas partes y nadie puede explicar del todo cómo se ha expandido tanto. En otras palabras, “populismo” pasó a ser el nombre para un conjunto de fenómenos que se apartaban de la democracia liberal, cada uno a su modo. 
Con creces ha demostrado Ferrol en Común que su palabra de poco sirve, que no tiene valor, que nada de lo que afirme puede tenerse en cuenta, ya que no duda en hacer lo contrario de lo que dice cuando mejor le interesa. Y es lo peor que le puede pasar a un partido. Primero muchos sermones, primero muchas mandangas, pero ahora sus ciudadanos no creen en sus palabras.
Fuentes:
 
 

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