lunes, 24 de octubre de 2011

El útero no imprime carácter de humanidad



Uno de los argumentos que esgrimen los que defienden la anulación del derecho a vivir a los embriones humanos, es que hasta que no se implantan en el útero no son personas. Según ellos, el útero materno confiere cualidades humanas al embrión (¿no-humano?).

Es un argumento absurdo pero con una carga "política" muy fuerte. Queda políticamente adecuado porque en apariencia confiere a la mujer una dignidad especial. Pero a la mujer no le corresponde tal dignidad ni la necesita.

El útero aporta nutrientes y un medio adecuado para el desarrollo del ser humano desde que se implanta hasta que nace. Incluso, aunque no se ha demostrado, podría aportar otros factores, por ejemplo de tipo afectivo, que quizás no puedan suministrarse con un futuro útero artificial. Pero en ningún caso confiere al embrión ningún rasgo humano que no tenga por sí mismo.

Existe al menos un caso de un niño gestado en el peritoneo de un hombre. El peritoneo es lo que aporta nutrientes a los intestinos. Y es capaz de proporcionar la nutrición y el entorno necesario para que el embrión humano se desarrolle.

Por tanto, hay al menos una evidencia científica de que el útero materno no proporciona al embrión ningún rasgo que lo convierta en humano.

Y ante la evidencia científica, todo argumento en contra se convierte en un absurdo con el cual no es necesario perder más tiempo.

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