lunes, 13 de mayo de 2013

Los benedictinos de Montserrat marcan distancia de la benedictina de Montserrat Forcades

Lo de la benedictina, y por tanto monja de clausura, Teresa Forcades es un escándalo que no se sabe como lo permiten. Pero algo debe estar cociéndose sobre ella y los benedictinos de Montserrat se lo han olido.

Es evidente que el caso Forcades es ya un supuesto de apartamiento de la plena comunión de la Fé católica, y que representa un auténtico escándalo que salpica e interpela urgentemente a Roma, al superior internacional de la orden benedictina, a su abadesa la Madre Montserrat Viñas.

El Papa Francisco alentó además «la recogida de firmas que hoy se realiza en muchas parroquias italianas, a fin de sostener la iniciativa europea ‘Uno de nosotros’, para garantizar protección jurídica al embrión, tutelando a todo ser humano desde el primer instante de su existencia».
«Un momento particular para aquellos que defienden el carácter sagrado de la vida humana será la ‘Jornada del Evangelium Vitae’, que tendrá lugar aquí en el Vaticano, en el contexto del Año de la fe, los próximos 15 y 16 de junio.

Sor Forcades cabalga confiada, al ritmo de sus hormonas (aunque ya se le está pasando el arroz), repartiendo por igual angélicas miradas benedictinas, coquetas sonrisas de mujer e inmoralidades atrevidonas que harían sonrojar a la última cristiana de a pie.
Y lo bueno es que cabalga firme, indiscutida, sacando pecho. Al primer prelado que se le ocurra salirle al paso, ya me lo imagino con el rabo entre las piernas, tachado de machista, amén de retrógado y con ribetes de mala educación por atreverse con una fémina sola e indefensa. Lo tienen difícil los Obispos, claro está. Estas son peleas de guante blanco.


Hasta yo mismo dudo si lo que más le dolería a la dichosa Sor es que dejáramos de hacerle caso: que sus “machadas” proabortistas se perdieran en un profundo silencio mediático, que alguien le comentara lo poco que pegan sus pantaloncitos a juego con la toca monjil.
Por favor, señores obispos, prudencia. No me vayan a construir una mártir del siglo XXI a esta aprendiz de farándula que está haciendo su papel, un papel de esos de rollo.

La Madre Teresa de Calcuta, dijo: "Si aceptamos que una madre pueda matar a su hijo, ¿como podemos estar en contra de que la gente se mate entre si?

¿No es acoso la píldora del día después un medio abortivo?. ¿Puede alguien alegar que tiene 'la mente de Cristo' y a la vez practicar o estar a favor del aborto, en la etapa de fecundación que sea, interrumpiendo el proceso de un ser vivo en el seno materno?. ¿No es será práctica, "la muerte cruel y violenta de un ser humano"? (Gandhi).
Si Gandhi sin ser Católico tenía este punto de vista humano y cristiano. ¿Que le hace pensar a la hermana Forcades ver en esta práctica asesina,(no veo otra definición) una opción aceptable la cual tenga la aprobación divina?

 La PDD ha demostrado su efecto anovulatorio  sólo si se toma dos días antes de que tenga lugar la ovulación (antes del día -2). Este dato, que ya era conocido por la evidencia científica anterior, muestra que si éste fuera el único mecanismo de acción, no contribuiría mucho a reducir  la probabilidad de embarazo puesto que, precisamente, el día de la ovulación (día 0) y el anterior (día -1) constituyen la fase de máxima fertilidad del ciclo.

Tras una relación sexual, la toma de la PDD reduce, al menos, en un 65% (aproximadamente dos tercios) la probabilidad de embarazo. ”Así hemos podido estimar, sobre la base de trabajos previos que, al menos, el 35% de su efecto -y puede que el 50%-, lo  ejerce por acciones posteriores a la fecundación. Esto  significa que la PDD actúa produciendo en muchos casos un efecto abortivo precoz.
 ”El estudio muestra que es falso que la PDS tenga solo efecto anovulatorio, es decir que impida la ovulación, porque el efecto anovulatorio ya no funciona en el día previo a la ovulación; por ello entran en acción los mecanismos post-fecundación. Pero, tomada incluso en los días anteriores (-2 a -4 respecto a la ovulación), aunque casi siempre se consiga parar la ovulación (efecto anovulatorio), no siempre es así. Y cuando no se consigue, se producen otras alteraciones que podrían impedir la implantación del óvulo ya fecundado. Eso sin contar que distinguir si a una mujer le falta 1 día o 2 días para ovular no parece muy realista en la práctica clínica”.

 Este estudio debería sugerir el replanteamiento de la última valoración de la Federación Internacional de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FIGO) que negaba el efecto abortivo de la PDD basándose en estudios en animales, cuyo  ciclo no tiene nada que ver con el de la mujer, y en el trabajo del  grupo de Noe, que analizaba 35 mujeres que tomaron la PDS en fase postovulatoria, sin realizar  análisis estadístico. Asímismo, parte de una discutida definición de embarazo “que se inicia desde la implantación del embrión en el endometrio” (así se evita la consideración de aborto): si por la PDD no llega a implantarse (por el mecanismo antiimplantatorio) no consideran que sea un mecanismo abortivo partiendo de esta discutida definición puesto que, según ella, no hay embarazo antes de la implantación. El estudio presentado en París demuestra el efecto post-fecundación, por lo que la FIGO debería actualizar sus conclusiones, pues no ha tenido en cuenta en sus conclusiones el metaanálisis de Piaggio et al (2011).


Nuevo estudio confirma efecto abortivo de píldora del día siguiente

Nuevo estudio confirma efecto abortivo de píldora del día siguiente

MADRID, 20 Mar. 13 / 11:06 pm (ACI/EWTN Noticias).- El científico español Emilio Jesús Alegre del Rey presentó en París, con ocasión del Congreso Europeo de Farmacia Hospitalaria, realizado del 13 al 15 de marzo, una rigurosa investigación sobre la píldora del día siguiente (PDS), confirmando su carácter abortivo.

En su Informe sobre la píldora del día siguiente, Alegre del Rey, farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria, concluyó que “la disponibilidad de la PDS atenta contra la vida de los embriones aún no implantados, supone riesgos para las usuarias, carece de beneficios en términos de reducción de la tasa de embarazo imprevisto y aborto provocado, y ocasiona un gasto superfluo”.

El farmacéutico señaló que “parece muy probable que la PDS actúe parcialmente mediante mecanismos post-fecundación que darían cuenta, al menos, de un 30% -y posiblemente, de un 50%- de su efecto en la disminución de embarazos confirmados”.

“La negación del efecto post-fecundación (abortivo) carece actualmente de base científica relevante y no es consistente con la mejor evidencia clínica disponible”, señaló.

Para el científico, “el hecho de que la PDS pueda actuar parcialmente mediante mecanismos que causan la eliminación del embrión, supone un dato de partida para la discusión ética y para las cláusulas de conciencia, y debe ser comunicado a los profesionales”.

“La eliminación del embrión aún no implantado tiene relevancia ética y psicológica para las potenciales usuarias, muchas de las cuales manifiestan que no tomarían un producto de ese tipo”, indicó.

Emilio Alegre advirtió de que “resulta imprescindible” que las mujeres que podrían recurrir a la píldora del día siguiente “sean informadas, sin ambigüedades ni omisiones, de que la PDS puede tener un efecto abortivo antes de la implantación”.

El farmacéutico añadió además que “existe evidencia experimental de máximo nivel que muestra que facilitar la disponibilidad de la PDS no disminuye la tasa de embarazo imprevisto ni la de aborto provocado a nivel poblacional”.

Las afirmaciones de que la disponibilidad de la píldora del día siguiente, con o sin control médico, contribuiría a disminuir los embarazos imprevistos o abortos provocados “son contrarias a la mejor evidencia científica disponible y suponen una grave desinformación en materia sanitaria”, aseguró.

Alegre del Rey advirtió además de que la píldora del día siguiente “supone riesgos para la salud, y aún más cuando se usa en poblaciones escasamente representadas en los ensayos clínicos (p. ej., en adolescentes, mujeres con ciclos irregulares), en condiciones no probadas en los mismos (administraciones repetidas, más o menos frecuentes), y/o en personas con riesgos específicos (alteraciones de coagulación, historial de embarazo ectópico, salpingitis, interacciones, etc.)”.
“La expansión actual de la disponibilidad de este producto hormonal, sabiendo que ésta aumenta su utilización pero no aporta beneficios y sí riesgos, parece una decisión contradictoria desde el punto de vista de la salud pública, además de las consideraciones éticas”, aseguró.

Al comentar esta investigación, la Dra. María Alonso, coordinadora del Área de Medicina de Profesionales por la Ética, señaló que “la investigación de Emilio J. Alegre implica consecuencias bioéticas evidentes ya que al tener la PDS un efecto abortivo, debemos afirmarlo con claridad”.
“En España se sigue dispensando sin límite de edad ni prescripción médica, lo cual resulta una barbaridad desde el punto de vista médico y bioético”, denunció.


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