sábado, 9 de abril de 2011

Tampoco es el 2012.


Por Alejandro Roque


Es 2012 un año crucial en la historia humana? Hollywood, y otros tantos, han sabido explotar y generar ganancias a costa de la incertidumbre humana. El mundo se avalancha escuchando a voceros de los mayas, pero continua ignorando la Palabra revelada del Señor.


Sí, paz—dirán paz—y entonces de repente la violencia no se detendrá.


Hemos analizado en otros artículos cómo el mundo gime en confusión e incredulidad. Muchos en secreto, e incluso no cristianos y personas que jamás dedicaron atención a las profecías bíblicas, sospechan que algo en este mundo de hoy ocurre fuera de lo “normal”.


El negocio de la venta de bunkers en los Estados Unidos se ha incrementado como nunca en la escala de Ricos (no de Richter). La perplejidad global crece, los crímenes aumentan, los terremotos continúan. Solo ayer hubo otro terremoto en Japón escala 7.1 y en México 6.5. En Costa de Marfil las milicias apoyadas por los bombardeos de la ONU—usando sus helicópteros y tropas francesas—no se detienen quemando, aún en vida y respirando, a cristianos leales al presidente que pretenden deponer. La inflación de los precios mundiales incita a la anarquía generalizada: los pobres son más pobres y los ricos se acaudalan aprovechando la envilecida inercia.


¿Vendrá el fin de esta era en el año 2012? ¿Es en diciembre 21 del 2012 el comienzo del juicio de las naciones profetizado en las Santas Escrituras?


No, no vendrá en esa fecha o día. Pero si será ampliamente divulgada y finalmente usada para derramar burlas y vergüenza manipulada e ira sobre el pueblo cristiano, una vez que esa fecha quede atrás ¿Qué sucederá entonces?


Analizando cómo las profecías bíblicas van sucediendo todo parece mostrar que la élite mundial que anuncia su Nuevo Orden Mundial tratará—similar en intención a como hizo Rebecca en el pasaje bíblico de Génesis 25: 21-23 y 27:1-43 –creyendo que el Plan de Dios puede ser trastornado por los deseos e imperativos humanos; en “apurar” la destrucción apocalíptica de la ciudad de Damasco (Is 17:1), y así poder elaborar su falso tratado de paz en Israel. Se iniciará posteriormente la reconstrucción del Templo de Dios en Jerusalém: metrópolis que también forzarán a convertirse en ciudad internacional, fuente de esa paz mal-lograda, y retiñida corneta que anunciará un ecumenismo religioso internacional sin precedentes, el cual ya está diseñado solo esperando su gran momentum.


Una vez—al parecer posible en la segunda mitad del venidero año 2012—que el mundo se estremezca bajo ese impacto nuclear regional y limitado, tal consenso mundial por la paz hará creer que el Apocalipsis anunciado ha sucedido, y que entonces comienza una “nueva era humanista” de paz y esperanzas, bajo la sabia dirección del reconocido “nuevo líder” mundial.


Una gran persecución no reportada por los monopolios controlados de la información comenzará sobre los verdaderos cristianos y humanos que buscan al Señor de corazón quienes—entre otros asuntos—no se dejarán imponer un chip en sus cuerpos. Este pequeño grano digital se impondrá astuta y amablemente sobre las masas humanas, bajo el discurso arbitral y acusativo contra el supuesto terrorismo internacional; y también reportando las aludidas ventajas de un mundo financiero económicamente estable gracias a la asimilación de la “marca”. Por su puesto no le apodarán así con tanta evidencia.


Los tres años de paz que le seguirán, bajo un fuerte control general eclipsado por el aparato mediático de entretenimiento global, hará que muchos en un comienzo se burlen de aquellos que anuncian al mundo la palabra profética de Dios, seguido de un avieso ostracismo sangriento no antes conocido en la historia contra ellos; sin embargo, la fe en nuestro Señor Jesucristo, no es panfleto ideológico que se puede quemar o adaptar según la época. La piedra angular de los siglos no puede ser cementada con polvo del infierno, y los hijos de Dios mostrarán que el miedo jamás será instrumento que los aparte del amor y la promesa divina de redención eterna.


En el año 2012 coinciden todas las grandes e importantes elecciones presidenciales alrededor de las sociedades humanas, no sabiendo ellos que la ocasión se acerca, cuando el mismo diablo tiene preparada otra elección ominosa—adulzada y endulzada—que aportará su añorado líder mundial: el inicuo y falso mesías. Una vez que el mundo moderno esclavizado despierte de su letargo ya será tarde; habrían transcurrido tres años de esa dulce paz intolerante, la cual desatará la Tercera Guerra Mundial por otros mil doscientos y sesenta días.


La fecha no es importante, sino los acontecimientos inminentes que se avecinan, y te lo anunciamos para que no os tome desprevenidos.


http://profeciasyteologia.blogspot.com/2011/04/tampoco-es-el-2012.html

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