viernes, 4 de noviembre de 2011

La familia tradicional, primera sociedad natural





El matrimonio está sufriendo ataques que pretenden independizarlo de la ley natural. La protección de la familia ha pasado a un segundo orden y se acelera la desintegración del sistema social hasta ahora conocido. Los impulsores de estas ideas consideran que el matrimonio entre un hombre y una mujer, así como la “paternidad”, la “maternidad”, la familia y el matrimonio, como frutos de una cultura ya rebasada. Además, lo consideran fruto de unas creencias religiosas que nada tienen que ver con la tendencia natural de la procreación.

Un aspecto es evidente, las parejas homosexuales estables, como las demás uniones de hecho, conservan asimilaciones con los matrimonios en lo que se refiere a la convivencia y a sus secuelas, pero permanece una gran oposición: dos hombres o dos mujeres no pueden engendrar hijos.

En una visita a España, en secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, defendió la vigencia de la Declaración de Derechos Humanos de 1948, afirmando que: “La Iglesia proclama que la vida familiar está fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vínculo indisoluble, libremente contraído

La conocida historia bíblica de Sodoma y Gomorra revela el criterio divino acerca de la homosexualidad. Dios declaró: “El clamor de queja acerca de Sodoma y Gomorra es ciertamente fuerte, y su pecado es ciertamente muy grave” (Génesis 18:20). El grado de depravación al que habían llegado estas ciudades se manifestó cuando el justo Lot recibió a dos visitantes. “Los hombres de Sodoma [...] cercaron la casa, desde el muchacho hasta el viejo, toda la gente en una chusma. Y siguieron llamando a Lot y diciéndole: ‘¿Dónde están los hombres que entraron contigo esta noche? Sácanoslos para que tengamos ayuntamiento con ellos’.” (Génesis 19:4, 5.) Las Escrituras añaden que “los hombres de Sodoma eran malos, y eran pecadores en extremo contra Jehová” (Génesis 13:13).

Aquellos hombres “se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones” (Romanos 1:27). Habían “ido en pos de carne para uso contranatural” (Judas 7). En los países donde hay constantes campañas en pro de los derechos homosexuales, quizás haya quienes objeten a que se aplique el calificativo contranatural a la conducta homosexual. Pero ¿acaso no es Dios el árbitro supremo en lo que respecta al orden natural? Pues bien, él dio este mandato a su pueblo: “No debes acostarte con un varón igual a como te acuestas con una mujer. Es cosa detestable” (Levítico 18:22).


De acuerdo con las Escrituras, los hombres perversos en este mundo están empeorando día a día. Y estoy convencido que Pablo no pudo haber imaginado los obstáculos que hoy enfrenta el pueblo de Dios. Jesús profetizó de un tiempo cuando las condiciones del mundo serían tan espantosas que el corazón de la gente fallaría, debido al conocimiento de las cosas horrendas que suceden por todas partes.

Estamos viviendo en esos últimos y terribles días ahora mismo, y las señales están por todas partes. Europa está empezando a ser completamente pagana, con el rechazo a la institución del matrimonio, parejas viviendo juntos y los valores de la familia desapareciendo por completo.


"... y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. " (Mt. 24:12).

Una de las características de los tiempos del fin es el abandono de un amor sincero por Dios y una consagración total a Él. Sean individuos o iglesias enteras, muchos son arrastrados por los engaños del diablo y hacen del cristianismo una forma de vida absurda y sin los principios divinos. La misma Palabra que da vida a los corazones humildes, es la misma que sirve de tropiezo a aquellos que quieren vivir para sus deleites; es decir, pretenden ser cristianos sin cumplir las demandas de Cristo. Las demandas de Dios se contraponen a sus metas (y aún confrontan sus acciones) y por eso buscan la forma de evadirlas.

¡Nuestro Señor anhela tener un pueblo aquí que sólo lo anhele a Él! Él se lamenta por esta apostasía, pero su compasión va a levantar un pueblo que se vuelva a El, que se arrepienta y que: ¡Su único deseo sea sólo El!

“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto será exaltado, teniendo de vosotros misericordia. ¡Porque Jehová es Dios justo! Bienaventurados todos los que confían en Él” (Is. 30:18).

Aquí Isaías se está refiriendo a un pueblo del futuro. Está hablando de un pueblo que iba a formar a la Sión-Jerusalén espiritual, que nunca se caería o derrumbaría. Iba a ser gente santa, cuya principal característica serían sus corazones anhelantes del Señor.

¿Cuál era la señal de la gente apóstata?

Ellos no anhelan al Señor; y confían en Egipto, el mundo, la carne y lo mundano. ¡Esta es la triste carencia de la iglesia de hoy! Hay muy poco de este profundo deseo por Jesús, muy poco de estar encerrado con Él, deseándolo a Él como la plenitud de vida. Tenemos una generación que trabaja por Él, testifica, alimenta a los pobres, ayuda a los desamparados y ministra a las necesidades humanas. ¡Pero muy pocos que pasen sus días anhelándolo a Él! Dios dijo: “Mi pueblo se ha olvidado de mi por innumerables días” (Jer. 2:32).

Una iglesia apóstata simplemente tolera la voz profética, la deja pasar con una sonrisa condescendiente. Esto es peor que un rechazo abierto.



hoy he recibido el siguiente comentario en mi blog:

Hola,

Muy alarmista encuentro el mensaje. Y un pelín poco evangélico. Puede tener muy claro el señor José Linares Cerón, que el principal pecado al que se refiere la Bíblia al citar a Somorra era la homosexualidad (pero leyendo lo que me dices en tu entrada, creo que también se puede referir a violaciones ya que "procuraban vejar a personas inocentes" y ese es un tema un poquito más grave, digo yo... pues es un ataque a la dignidad de la persona. Por otro lado, ¿podrá el Señor Linares darme alguna cita del NT, donde Jesús condene explícitamente el amor y las relaciones sexuales de dos personas del mismo sexo?

Y no lo digo porque lo defienda, tan sólo porque tengo mis dudas ante una postura radical que pueda estar equivocada y causar mucho dolor innecesario... hay que ser prudentes y no ser más papistas que el Papa.
Respuesta:

La Biblia dice que Jesús era el Verbo de Dios, la misma Palabra de Dios hecha carne (Juan 1:1) por lo tanto el era la Ley y los Profetas (esto significa que Él creía, enseñaba y practicaba toda la Biblia). Esa misma Palabra de Dios que Él representaba era la Torá, o como comúnmente se le conoce el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia y en esos libros hay mandamientos como este; “No te echarás con varón como con mujer, es abominación” Lv. 18:22. Para Jehová (el Padre de Jesús) es abominación la práctica homosexual, por este mismo motivo destruyó totalmente las ciudades de Sodoma y Gomorra (Génesis cap. 18 y 19), que eran ciudades que practicaban la homosexualidad como un estilo de vida “normal”, estas prácticas, dice la Biblia, eran consecuencia de la idolatría imperante en ellas.



¿Te parece que Jesús que era Dios hecho hombre o la Palabra de Dios hecha carne, que venía a cumplir la Ley hasta la último tilde o coma (Mt 5:17,18 en Sus propias palabras) estaría de acuerdo con estas prácticas?.

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