miércoles, 4 de abril de 2012

Queiruga sigue pertinaz en el error




Dice Queiruga:





No rectifica nada. Al revés. En la cuestión de la resurrección nos vuelve a poner el texto que ha sido señalado como erróneo por los obispos. Cito:

Este modo de interpretar la naturaleza del hecho de la Resurrección no concuerda con el Catecismo de la Iglesia Católica, que enseña que en este caso estamos ante un acontecimiento “histórico y trascendente”, «real con manifestaciones históricamente comprobadas»

El catecismo es claro:
639 El misterio de la resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento.

Siendo pues, Queiruga, pertinaz en el error, cabe pensar si se le puede aplicar la pena canónica correspondiente.

El ego suele cegar a los teólogos que creen que están ellos en la verdad. Cuando otros, con la autoridad pertinente les dicen con una nota que quizá tienen que aclarar algunas cosas en su teología, en vez de ensoberbecerse, deben abrir los ojos, la mente y el corazón y pensar en que quizá no tengan tanta razón como creen y que otros quizá vean lo que él (cegado quizá por su propio ego en este momento) es incapaz de ver. Lo más fácil es ponerse borrico y dejar que le jaleen los "amigos" (que le hacen un flaco favor, por cierto). La humildad del teólogo es parte de su trabajo. Eso de que si tengo razón que me la den, ha de confrontarse con el "quizás no tengas tanta razón como crees". La historia está llena de iluminados que no tenían razón y que creyeron tenerla.

Torres Queiruga debería saber que "Los Obispos, cuando enseñan en comunión por el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como los testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte tienen obligación de aceptar y adherirse con religiosa sumisión del espíritu al parecer de su Obispo en materias de fe y de costumbres cuando él la expone en nombre de Cristo. Esta religiosa sumisión de la voluntad y del entendimiento de modo particular se debe al magisterio auténtico del Romano Pontífice, aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se adhiera al parecer expresado por él según el deseo que haya manifestado él mismo, como puede descubrirse ya sea por la índole del documento, ya sea por la insistencia con que repite una misma doctrina, ya sea también por las fórmulas empleadas. (LG 25)

A ver si se entera, Torres Queiruga, que no es Dios, el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo.(DV 10)

No dudo del nivel intelectual de Andrés Torres Queiruga, pero si no acepta el magiserio de la Iglesia, haría bien en separarse de ella, pues es herejía el nombre de su acción si no lo hace.

1 comentario:

  1. José Carliños, enhorabuena por lo que te corresponde (que no es poco). Salgo mañana temprano para Roma: pediré por la fe de los galleguiños. Un abrazo

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