jueves, 6 de junio de 2013

Aznar y el aborto



- Aznar llegó al gobierno en el año 96 con mayoría simple y no tuvo escrúpulos en pactar con el separatismo catalán y vasco para auparse al poder. Se pasó del “Pujol enano, habla castellano” a hablar catalán en la intimidad. Consecuencia de ello fueron las mayores transferencias a las comunidades autónomas que se habían dado nunca, entre ellas una fundamentalísima como es la educación que ahora tanto lamentamos, y aceptó sin problemas la inmersión lingüística en Cataluña. En el caso vasco no hay si no recordar las palabras del separatista Arzallus, he conseguido con Aznar en 3 años más que con Felipe en 14.
-Durante su gobierno (que evidentemente no derogó ni retocó en modo alguno la ley del aborto) las cifras del aborto ascendieron a 511.429. No contento con ello Aznar legalizó la píldora abortiva RU-486 y la PDD. Y como le parecía poco autorizó la experimentación con células madre embrionarias con la ministro Pastor a la cabeza.

Sin caer en la demagogia izquierdista del no a la guerra, hay que recordar que Aznar apoyó, siquiera moralmente (seguramente más que eso) una guerra ilegítima, injusta e innecesaria que aún están padeciendo en Irak y que no ha solucionado nada, excepto los intereses geoestratégicos de los E.E.U.U. Recordar ahora a Aznar en TV jurando que en Irak había armas de destrucción masiva resulta patético.

Fuente tradición Digital

Lo primero que se debería hacer, en el ámbito de la política internacional, sería estudiar las causas de las guerras. Un estudio serio sobre las causas das guerras en el mundo podría dejarnos asombrados. Podríamos ver las relaciones entre guerra y pobreza, las relaciones entre las guerras y la búsqueda de las riquezas de los otros, el fracaso de las relaciones entre las personas que hacen de la familia humana una familia desigual, con resultado de violaciones de los derechos humanos... sanciones, incluso de las Naciones Unidas, que pueden tener efectos devastadores y aniquiladores.
           
            La fuerza devastadora de la guerra genera pobreza. Los pocos fondos de los gobiernos se destinan a la compra de armas en lugar del desarrollo humano de los pueblos. Las guerras destruyen todas las infraestructuras sociales y hacen imposible que estas estructuras se puedan regenerar en el medio de la violencia de las armas que sólo generan muerte y destrucción.

Los cristianos podríamos estar de acuerdo en que los Estados Unidos o el gobierno de Aznar se fijaran en las violaciones de los derechos humanos, pero nunca para que la alusión a los derechos humanos avalara el uso de la violencia y de las bombas. Yo pienso que se debería dar la vuelta a la cuestión y fijarse en los derechos humanos para decir no a la guerra.

El ex presidente del Gobierno subrayó que «uno de los errores más graves de la ley del aborto que impulsó el Gobierno» fue el de «alentar la soledad de los menores cuando más necesitan la compañía de sus padres». Mientras tanto en 2008 más de 10.000 hijos de madres menores fueron asesinados con la complicidad y la autorización de sus abuelos, algo que no parece ser tenido por el ex-presidente abortista como algo grave y erróneo.
Aznar no movió un puñetero dedo para impedir que en este país el aborto fuera el pan nuestro de cada día durante los ocho años en que gobernó.

Aznar (y el PP) sigue estando a favor de la despenalización del aborto, de la legalización de píldoras abortivas (aprobada por un gobierno suyo) y de la legalidad de la destrucción de embriones humanos (aprobada también por su gobierno).
Y el PP, allí donde gobierna, consiente el mismo fraude de ley de siempre en cuanto al aborto se refiere.

En ningún momento ha rectificado nada (ni nadie del PP lo ha hecho; Rajoy se pasa el día y la noche diciendo que está a favor de mantener la legislación abortista actual). Sencillamente, no le gusta (por ahora) la ley propuesta por el gobierno. Le está llevando la contraria al PSOE en un detalle muy concreto (la ley que ampara el aborto), no en cuanto al aborto en sí (que según Aznar debe permitirse).

Sinceramente, no veo que Aznar haya pedido perdón o esté arrepentido por nada relacionado con las actuaciones de sus gobiernos en cuanto al aborto.



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