jueves, 14 de mayo de 2015

Creer que en plena crisis el PP iba a hacer una gestión en favor de la ciudadanía ha sido un suicidio social

 
La oligarquía se ha situado de perfil y aparenta que no ha pasado nada a pesar de los años de retroceso social que ya llevamos. Sus charlatanes profesionales incluidos sus mandados, los políticos, nos quieren convencer que lo que llaman crisis es algo pasajero, más todavía, ahora que se entra en campaña y nos dicen que la hemos dejado atrás.
 
 Las mentiras se multiplican al referirse a la economía del país, pero no se hace ninguna referencia a las vicisitudes de los sufridos españoles. Sin embargo, de tanto en tanto, surge una voz autorizada algo discordante con tanto triunfalismo como la del financiero Warren Buffett que en el ya lejano 1996, dijo así: “Hay una guerra de clases, desde luego, pero es mi clase, la clase rica, la que hace la guerra, y estamos ganando.”
 
Nuestro presidente tiene una virtud que es su mayor defecto: confunde la brillantez con la verdad. Decir al que le acusa: “no me hable Ud de corrupción porque Ud tiene más”, puede cosechar aplausos en el Congreso. Pero el recurso al “tú más” es un reconocimiento explícito de que “yo también”, cuando lo que tenía que haber mostrado es que “yo nada”:  porque era él quien se examinaba.
 
También se refugian en otro tópico: “la herencia recibida”. Pero, propiamente, esa herencia se gestó en 1998 con la ley del suelo de Aznar: ella produjo la burbuja que luego estallaría en manos de ZP. Éste, con su ingenuo optimismo, siguió inflando la burbuja, y presumiendo de ello, hasta que le explotó. Y entonces se aprovecharon los saduceos para hacerle cambiar antidemocráticamente la Constitución.
 
No estaremos entrando en una nueva fase de la evolución de las especies? Los antropólogos hablan del Homo erectus, Homo habilis, Homo sapiens… Y parece que ahora hemos llegado al Homo mentiens: al hombre embustero.
 
 “No pienso subir el IVA ni bajar las pensiones porque eso dañaría al consumo”, decía Rajoy a poco de ser elegido, fiel a esa política de su partido de que una mentira repetida acaba por convertirse en verdad.
 
Altos dignatarios europeos pretenden halagarnos con que “España está haciendo los deberes y realizando sacrificios ejemplares”. ¡Mentira! España no ha cumplido ningún deber ni ha hecho sacrificios: sólo ha maltratado injusta y cruelmente a algunas personas que tenían poca culpa de la crisis, mientras dejaba impunes a los grandes banqueros, españoles y extranjeros, que nos metieron en el infierno de la crisis. Y la guerra de Iraq (según Le Monde Diplomatique, tras los últimos papeles desclasificados) no obedeció a un mero error de estimación, sino a una mentira cruel cuyos autores y cómplices aún no han rendido cuentas. El símbolo de cómo funciona la política son las fotos de campañas electorales, siempre maquilladas y retocadas.
 
Mariano Rajoy: “Nos animaban a pedir el rescate. Pero no lo hicimos. Señorías, esta fue la gran decisión de la legislatura. Esa fue la gran medida de política social: evitar el rescate”.
Falso, por mucho que Rajoy quiera lavar el cerebro de los españoles diciendo que a las doce de la noche es de día. El Gobierno pidió un rescate a Europa para salvar al sector financiero por la quiebra de Bankia, entonces presidida por ese “milagro Español” llamado Rodrigo Rato al que Rajoy había nombrado en el puesto. España firmó un memorando que condicionaba las decisiones políticas y renunció a gran parte de la soberanía económica. El Gobierno creó un banco malo con dinero público, a pesar de las innumerables ocasiones en las que Rajoy había negado que eso pasaría. Inyectamos una montaña de dinero en el sector financiero, mientras el Gobierno permitió que continuasen los desahucios. ¿Esa fue “la gran medida de política social” de este presidente?
 
Rajoy retuerce los datos y busca la estadística más favorable, pero la realidad más sangrante es que el 31 de diciembre de 2011, cuando el PP llegó al poder, había en España 17,1 millones de afiliados a la Seguridad Social. Y que en el último dato, el del 31 de enero de 2015, son 16,5 millones. El empleo se ha recortado, y es muy improbable que Rajoy pueda acabar la legislatura con más trabajo del que había cuando llegó.
El paro en términos absolutos tampoco ha bajado desde que llegó Rajoy. Solo si comparamos con los datos de la primera EPA de 2012, en vez de la última de 2011, que es cuando Rajoy empezó a gobernar. Y aun así, incluso dando por bueno un periodo que no es real, la mejora del paro es muy ligera y porque la gente emigra, no porque se haya recuperado el empleo que antes se destrozó.
 
EUROPA PRESS. 23.04.2015 El paro subió en 11.900 personas en el primer trimestre del año en Galicia respecto al trimestre anterior, un 4,5%, hasta alcanzar un total de 275.700, y frente al descenso registrado por la media estatal, del 0,24% (con 13.100 desempleados menos).
Por provincias, los parados aumentaron en todas menos en Pontevedra, donde descendió en un 1,23%, hasta 112.100 personas. Ourense fue la que se anotó un mayor ascenso, del 15,1%, hasta 32.000 desempleados; seguida de A Coruña, que, con 106.000, experimentó un incremento del 8,16%; y de Lugo, con un 4,49% más, hasta 25.600.
Además, 164.800 parados gallegos son de larga duración (un 59,8% del total), al llevar más de un año buscando empleo, lo que representa que estos repuntaron un 5,78% en relación los contabilizados al término de 2014. Con todo, en relación con el primer trimestre de ese año, la comunidad gallega redujo su número de parados en 21.200 personas, lo que supone una caída del 7,15%, según los datos de la encuesta de población activa publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
 
En cuanto a la cifra de ocupados, alcanzó en la comunidad gallega los 987.500 hasta marzo de 2015, tras descender en 12.900 (-1,29%) en comparación con el número registrado al cierre de 2014. En variación interanual, la ocupación se incrementó en 4.700 personas (+0,48%).
Un millar menos de activos Por su parte, entre los gallegos se contabilizaron 1.263.200 activos al término del primer trimestre, 1.100 menos que en el periodo anterior (-0,08%) y 16.500 menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio (-1,29%). La población de 16 años y más en la comunidad se situó en 2.361.600 personas, 2.900 menos que en el cuarto trimestre (-0,12%) y 11.700 menos que en el primero de 2014 (-0,49%).
 
Así las cosas, la tasa de paro en Galicia está en el 21,83%, mientras que la de actividad es del 53,49%. Por sexos, los varones tienen menos paro (21,48%) pero más actividad (58,84%) que las mujeres (22,21% y 48,58%, respectivamente). De esta manera, el desempleo afecta a 142.900 hombres y 132.800 mujeres, mientras que hay 522.300 gallegos ocupados frente a 465.200 gallegas.
En el conjunto estatal, la tasa de desempleo subió desde el 23,70% hasta el 23,78%, como consecuencia de la evolución de la población activa, que bajó en 127.400 personas entre enero y marzo (-0,55%).
 
Tasa de temporalidad del 23,6% En Galicia había 774.000 asalariados al término del primer trimestre de 2015, 591.500 con contrato indefinido y los 182.500 restantes con contrato temporal.
Con respecto al trimestre anterior se registran 4.900 asalariados menos con contrato indefinido, lo que supone una disminución del 0,8%. El número de asalariados sujetos a un contrato temporal baja en 7.100 personas (lo que supone, en términos relativos, una caída del 3,7% con respecto al cuarto trimestre de 2014).
 
En lo que atañe a la variación interanual, los asalariados con contrato indefinido bajaron un 1,6%, mientras que los asalariados con contrato temporal crecieron un 11,9%. La tasa de temporalidad, calculada como el porcentaje de asalariados con contrato temporal sobre el total de asalariados, cae cinco décimas en este trimestre, hasta situarse en el 23,6%.
El paro juvenil, En el 37,2% De los 339.800 jóvenes gallegos de entre 16 y 29 años, 111.400 (el 32,8%) están ocupados, 65.900 (el 19,4%) parados y los 162.500 restantes (el 47,8%) son inactivos.
 
La tasa de ocupación de este colectivo se sitúa en el 32,8% en el primer trimestre de 2015, lo que supone una bajada de cinco décimas con respecto al trimestre anterior y una disminución también de cinco décimas en relación con el mismo trimestre de 2014. Por su parte, la tasa de paro juvenil subió durante el trimestre nueve décimas, hasta situarse en el 37,2%. En comparación con el primer trimestre del pasado año, se redujo tres puntos. En el primer trimestre del año, el 73,8% de los ocupados de entre 16 y 29 años tiene jornada completa. Con respecto al cuarto trimestre, se incrementa el número de jóvenes ocupados a jornada completa (un 2,5%) y disminuye el de ocupados a jornada parcial (un 13,1%). En cuanto al primero del año pasado, disminuyen un 5,7% los ocupados a jornada completa y el 2% los que tienen jornada parcial. De los 96.600 asalariados existentes en este trimestre de entre 16 y 29 años, el 40,4% está vinculado a la empresa por medio de un contrato indefinido.
 
 El número de jóvenes con contrato indefinido disminuyó un 1,8% respecto al trimestre anterior y un 23,4% respecto al mismo trimestre del año pasado. El número de jóvenes asalariados con contrato temporal cayó un 3,7% respecto al trimestre pasado y se incrementó un 10,3% en relación con el mismo periodo de 2014. La tasa de temporalidad para el colectivo de los jóvenes de entre 16 y 29 años se sitúa en el 59,6%, cuatro décimas por debajo de la registrada hace tres meses y nueve puntos superior a la de hace un año. Grandes ayuntamientos
Si se comparan los datos de los siete grandes municipios gallegos, Santiago y Lugo son los que presentan las mayores tasas de ocupación, 54,7% y 50,8%, respectivamente. Ferrol, según Estatística, con un 35,3%, es el ayuntamiento con la menor tasa de ocupación, y además el que cuenta con una mayor tasa de paro, del 25,9%.
 
Alguien dijo hace siglos: “La verdad os hará libres”; hoy preferimos pensar que el engaño nos hace felices.Vengan pues publicistas, políticos y medios de comunicación y sigan mintiéndonos sin rebozo. Lo necesitamos. Y además así abrimos camino a una nueva etapa de la evolución. Bienvenido sea el Homo mentiens.

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