jueves, 21 de mayo de 2015

Manuel Sánchez Monje tiene como lema episcopal ‘Virtus in infirmitate’, la virtud de la debilidad

 

Manuel Sánchez  Monje tiene como lema episcopal ‘Virtus in infirmitate’, la virtud de la debilidad. Forma parte de una frase más amplia de San Pablo «el poder de Dios resplandece en la debilidad de los hombres». Como explica el nuevo obispo desde su despacho en Ferrol «quiero ser un pastor bueno y humilde para servir a quienes me han sido confiados». Escogió este lema porque está «convencido de que Dios no se sirve de grandes liderazgos sino de almas sencillas y humildes».

http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/201505/11/armas-nuevo-obispo-santander-20150510232909.html

 
Cierto D. Manuel, Uno de los versículos más alentadores de la Biblia está en 2 Corintios 4:7: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.” Luego Pablo procede a describir esas vasijas de barro – hombres que están muriendo, atribulados en todo, perplejos, perseguidos, derribados. Y aunque nunca abandonados ni desesperados, esos hombres usados por Dios están constantemente llevando la carga de sus cuerpos humanos, esperando ansiosamente ser revestidos con un cuerpo nuevo.
Dios se burla del poder del hombre. Él se ríe de nuestros esfuerzos ególatras de ser buenos. Él nunca usa al grandioso ni al poderoso, sino que usa a las cosas débiles de este mundo para confundir a los sabios.
 
Sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a los fuertes;” (1 Corintios 1:27).
 Dios todavía elige al débil para revelar Su fuerza.

El escoge lo pequeño, lo débil, lo oscuro. El hombre elige lo grande, lo fuerte, lo que tiene relieve, lo impresionante. Es natural que así sea, porque el hombre no puede conseguir que lo débil sea fuerte, o que el pequeño sea grande, y Dios sí. “El Señor hizo en mi cosas grandes” (Lc 1,49). Dios puede romper el cántaro y hacerlo nuevo y enderezar lo torcido y curar lo deteriorado.

Más que el Jesús glorificado, sabio y triunfador, impresiona el Cristo débil, es decir, el Cristo kenótico de Flp 2, 6-11, aquel que se “despoja” de su divinidad fuerte, de su señorío impositivo (del Reino entendido como imposición externa), para hacerse desde dentro hermano de los hombres que sufren, de los crucificados. Jesús aparece así como alguien que tantea, como aquel que va buscando por encarnación real en la historia conflictiva, desde los derrotados de la tierra

Dios va a confundir a los fuertes y sabios ungiendo como Sus instrumentos a los que se consideran débiles y tontos. El Señor pasará por alto a aquellos que confían en el brazo de la carne, quienes confían en su talento, sus conocimientos, su experiencia o su reputación familiar. En lugar de eso, levantará a los abatidos, a los débiles y cansados. El derramará sobre ellos un espíritu de alabanza y un bautismo de amor. Les mostrara Su grandeza, Su fidelidad, Sus pactos, y ellos llegarán a ser fuertes en el Señor y en el poder de Su fuerza.


Sus promesas para nosotros son grandes y preciosas: “¡Cuán grande es tu bondad que has guardado para los que te temen, Que has preparado para los que en ti confían, Delante de los hijos del hombre! En lo secreto de tu presencia los esconderás de intrigas humanas. En un refugio los guardarás de las contiendas de la lengua.” (Salmos 31:19-20).
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios preparó para los que lo aman, pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios.” (1 Corintios 2:9-10).
 

Dios pone sus tesoros de incalculable valor en vasos de barro, porque se deleita en hacer lo imposible de la nada.

 

3 comentarios:

  1. virtus in infirmitate perficitur, es la frase completa. Ojala se cumpla en su nuevo encargo. Don Manuel tiene de las dos: virtus y algo de infirmitate, ¡esa diabetes! Le encomendamos

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  2. José Carlos soy don Tomás de la Torre. He leído tu post. Te felicito de corazón. Adiós.

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